Roma, 28 de abril.

Un desempleado italiano –de los seis millones que hay en el país– abrió fuego hoy contra la policía con una pistola calibre 7.65, frente al Palacio Chigi, justo en el momento en que se desarrollaba la ceremonia de toma de posesión del primer ministro, Enrico Letta, en el Palacio del Quirinale, a casi un kilómetro de distancia.

El tiroteo dejó un saldo de tres heridos –uno de gravedad–, pero sobre todo arrojó luz sobre los efectos de la crisis económica de Italia, donde las cifras oficiales revelan que casi 12 por ciento de la población económicamente activa, equivalente a unos tres millones de personas, están desempleadas, a las cuales se suman otros tres millones que han decidido no seguir buscando empleo, decepcionados por su infructuosa búsqueda y por la recesión económica que afecta al país desde 2008.

El hombre que atacó a policías que custodiaban el Palacio Chigi, sede del gobierno en el centro histórico de Roma, fue identificado como Luigi Preiti, un hombre de 49 años, originario de Calabria, en el sur del país, hasta hace poco residente en el norte.

Es un hombre lleno de problemas que perdió el trabajo, perdió todo, tuvo que regresar a la casa de sus padres, estaba desesperado, afirmó el fiscal Pierfilippo Laviani al salir del hospital donde Preiti –recientemente divorciado– fue internado bajo arresto.

El calabrés fue llevado al nosocomio para ser tratado de los golpes que le propinaron los uniformados en respuesta a los seis disparos que logró hacer. Hirió a dos policías y a una mujer embarazada.

Según la versión del fiscal, la intención de Preiti era disparar a los políticos que se aproximaran al Palacio Chigi en la toma de posesión de Letta, el flamante presidente del Consejo de Ministros de Italia, quien el sábado logró integrar un gabinete de gobierno que acabó con dos meses de incertidumbre política, luego de que en febrero el Partido Demócrata ganó las elecciones, pero sin mayoría contundente.

A Preiti, quien llegó vestido con saco y corbata a la periferia del edificio gubernamental, se le halló medio centenar de cartuchos en una maleta.

Ha sido el gesto de un loco, de un desequilibrado, se apresuró a declarar el alcalde de Roma, el derechista Gianni Alemanno, mientras el nuevo ministro del Interior, Angelino Alfano, dijo que la agresión fue un acto aislado, que no tenía implicaciones en la seguridad del país. Precisó que Preiti pretendía suicidarse después de lanzar el ataque.

El hermano del desempleado, Angelo Preiti, corrigió la versión difundida por Alemanno y afirmó que todo el problema del calabrés es que está en crisis económica y personal.

En el Palacio del Quirinale, en tanto, Letta asumió su mandato ante el jefe de Estado, Giorgio Napolitano.

La presidenta de la Cámara de Diputados, la demócrata Laura Boldrini, al finalizar la ceremonia y con el eco de los acontecimientos afuera del Palacio Chigi, dijo a la prensa que nuestros políticos tienen que comenzar a proveer soluciones a la crisis social y a las necesidades de la gente, porque la crisis transforma a las víctimas en asesinos, como el hombre que disparó hoy.