Santiago, 2 de mayo.

El informe de los exámenes radiológicos e histológicos realizados a los restos exhumados del poeta Pablo Neruda, por el Servicio Médico Legal de Chile, se entregó este jueves al juez Mario Carroza, quien instruye la causa para determinar el verdadero motivo de la muerte del escritor.

Según ese diagnóstico, Neruda padecía de un cáncer de próstata avanzado y metastásico, por lo cual se le trasladó desde el litoral central a Santiago tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Sin embargo, no se descarta que haya sido envenenado.

Los restos del Nobel chileno fueron exhumados el pasado 8 de abril de la tumba en su casa de Isla Negra, frente al mar, donde yacían desde 1992 junto a los de Matilde Urrutia, su esposa.

Ahora serán enviados a la Oficina Médico Forense de la Universidad de Carolina del Norte, donde la toxicóloga Ruth Winecker, jefa del departamento, participa en las investigaciones que buscan determinar las causas de la muerte del poeta, ocurrida el 23 de septiembre de 1973.

En el mejor de los casos, el traslado de Neruda aceleró su muerte, pero se cree que además pudo haber sido envenenado en la clínica Santa María, donde fue intervenido por un grupo de médicos.

La familia de Neruda y el Partido Comunista chileno insisten en la tesis del asesinato, para impedir que el poeta fuera enviado a México, donde el gobierno de Luis Echeverría le había ofrecido asilo.

El abogado y sobrino de Neruda, Rodolfo Reyes, indicó en su momento que no hay fecha tentativa para finalizar los peritajes, porque esta es una investigación técnica. Lo que queremos es que se tomen todo el tiempo del mundo y que no quede ninguna duda.

El proceso judicial sobre la causa del deceso fue abierto tras la denuncia de quien fue su chofer, Manuel Araya, quien asegura que Neruda murió a causa de una inyección letal que le administró un médico cuya identidad todavía no es determinada.