Sociedad y Justicia
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Primera conmemoración mundial del tumor que ocupa el tercer lugar nacional

Por falta de recursos, 30% de pacientes con cáncer de ovario deja de atenderse

De 5 mil casos diagnosticados al año, la mitad que carece de seguridad social, con tratamiento podría recuperarse si se garantizara una detección temprana y cobertura del Seguro Popular

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Es inaceptable que mientras en una sala de hospital están las pacientes con cáncer de mama o cérvico uterino, cubiertas por el Seguro Popular, las enfermas con un tumor de ovario dejen de tratarse porque no pueden pagar las medicinas, señaló el director del Instituto Nacional de Cancerología, Alejandro MoharFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Jueves 9 de mayo de 2013, p. 46

Hasta un año puede transcurrir antes que una mujer con cáncer de ovario epitelial reciba la atención médica que necesita. Este es el tercer tumor más frecuente en México, en la población de 30 a 59 años y, aunque es posible controlarlo, 30 por ciento de las pacientes sin seguridad social abandona el tratamiento por falta de recursos económicos, aseguró Dolores Gallardo Rincón, responsable del Programa de Atención de Pacientes con Cáncer de Ovario del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).

Ayer se celebró por primera vez en el país el día mundial de esta enfermedad y la especialista comentó que de los 5 mil casos que se diagnostican cada año, la mitad que carece de acceso a instituciones de seguridad social, podría prolongar su esperanza de vida e incluso recuperar su salud si se garantizara una detección temprana y la cobertura de las terapias en el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos del Seguro Popular.

Dijo que si bien los medicamentos tienen un costo, las autoridades primero deberían valorar el beneficio que tendrían las familias, principalmente en la crianza de sus hijos. Ellas tienen asuntos que atender aquí, resaltó y con ello reiteró la crítica a la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS) que el año pasado autorizó la inclusión del tumor ovárico germinal, el cual afecta a niñas y adolescentes, altamente curable, que representa 5 por ciento del cáncer de ovario.

La mayor necesidad de atención –dijo– está en la neoplasia de tipo epitelial (95 por ciento de los casos) y dio cuenta de los logros que ha obtenido el Incan de 2011 a la fecha. En este periodo la institución ha tenido un presupuesto asignado a la atención integral de sus pacientes. Antes, una tercera parte de las afectadas abandonaba el tratamiento; en la actualidad la adhesión es de ciento por ciento. Sólo 5 por ciento requiere de esquemas que tienen un costo superior a 300 mil pesos. La mayoría se puede atender con 45 mil pesos, que es el costo de las terapias de primera línea, apuntó.

Alejandro Mohar, director del Incan, señaló que éste es un tema de equidad. Es inaceptable que mientras en una sala del hospital están las pacientes con cáncer de mama o cérvico uterino, cubiertas por el Seguro Popular, en otra se encuentren las enfermas de cáncer de ovario que desertan porque no pueden pagar las medicinas.

Subrayó que a cualquier mujer le puede dar cáncer de ovario, y más a aquellas con factores de riesgo como haber iniciado la menstruación en edades tempranas, con menopausia tardía o si el primer embarazo se presentó después de los 30 años de edad.

También pueden desarrollar el tumor mujeres mayores de 40 años sin hijos, aquellas que se sometieron a tratamientos de fertilidad o si existen antecedentes del mal en su familia.

Gallardo Rincón señaló que, además del dinero, hace falta entrenar a los médicos generales y ginecólogos en la identificación del tumor, pues ocurre que cuando se identifican quistes en los ovarios no se les hace caso, cuando puede tratarse de cáncer.

Existe, asimismo, el problema de que los síntomas se confunden con otros males como colitis por amibas y el síndrome de intestino irritable. Al igual que estos padecimientos, el cáncer de ovario se manifiesta con distensión abdominal, sensación de plenitud, problemas digestivos y molestias pélvicas inespecíficas.

Un ultrasonido trasvaginal es el método de diagnóstico inicial de la neoplasia, dijo y aclaró que el Papanicolau no identifica el cáncer de ovario.