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El fundador de la Sociedad Mexicana de Directores debutó con El Boxeador, en 1957

Murió Gilberto Gazcón, conocedor absoluto del oficio de cineasta

También fue gerente de producción, almacenista, asistente de decoración, actor y escritor

Dio fe de un realizador ambicioso en busca de un cine de calidad: Juan Antonio de la Riva

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En las imágenes, Gazcón en dos facetas de su quehacer. A los 17 años vendió su primer argumento, para La fierecillaFoto tomadas del Diccionario de Directores y de Internet
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de mayo de 2013, p. a12

Desde que era niño, Gilberto Gazcón volcó sus sueños en el celuloide: fue actor, escritor, productor y director. Es el caso de quien no sólo conoce sobre esta expresión audiovidual, sino sobre la vida misma dentro de este mundo, al desempeñar varios de sus oficios.

Gazcón, autor de más de 30 filmes, falleció la noche del sábado a los 83 años, según informó ayer la Sociedad Mexicana de Directores-Realizadores de Obras Audiovisuales, de la cual fue socio fundador y presidente honorario. Sus restos se velaron ayer en Gayosso Félix Cuevas.

Amigos del gremio, como el cineasta Juan Antonio de la Riva, titular de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, lo calificaron de gran hombre, que en su carrera como escritor y director dio fe de un realizador ambicioso, siempre a la búsqueda de un cine de calidad, lo cual quedó demostrado en la mayoría de sus películas.

Gazcón nació en una familia inmersa en esta industria, pues es hijo de Valentín Gazcón y sobrino de Raúl de Anda, pioneros del cine sonoro mexicano. Su hermano Edgardo también es cineasta.

Toda una vida en la industria

En 1957 debutó como director con El Boxeador, película con la que se convirtió en el realizador más joven del mundo de esa época. Dirigió más de 30 filmes, la mayoría de los cuales, además de éxito comercial, obtuvieron reconocimiento nacionales e internacional.

De hecho, dirigió y coprodujo con el hollywoodense estudio Columbia Pictures El Mal (Rage), nominada al premio Globo de Oro, en 1966. El último trabajo cinematográfico que se le recuerda es Rosa de dos aromas, basada en la obra Emilio Carballido, en 1989.

Trabajó desde pequeño en la industria. Pudo actuar en varias películas, aunque sin crédito. En su adolescencia –a decir de la investigadora y productora Perla Ciuk en su esencial Diccionario de Directores– continuó dentro del cine haciendo el inventario de galería en las salas, ayudante de almacenista, asistente de decoraciones, auxiliar y gerente de producción... la lista es larga.

Desertó de sus estudios de medicina para dedicarse de lleno al séptimo arte, en tanto sus 16 solicitudes de ingreso al Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica fueron rechazadas, debido a la polémica política de puertas cerradas a nuevos miembros. Fernando Méndez le permitió dirigir algunas secuencias de sus películas.

Cuenta el Diccionario de Escritores que cuando presentó uno de sus filmes, La risa de la ciudad, realizada en 1962, provocó un incendio real en la sala para el final de la película, por lo cual fue arrestado. En esta cinta actuaron su sobrino Valentín Trujillo –en su debut formal como actor– y su primo Rodolfo de Anda, quienes a lo largo de su trayectoria como realizador son sus intérpretes más recurrentes. Hay que recordar las películas Perro callejero I y II, que se hicieron muy populares en el país.

Gazcón estudió en la academia cinematográfica dirigida por Celestino Gorostiza y tomó un curso especial en St. Bede College en la Salle, Illinois. Como argumentista y adaptador vendió su primer historia, La fierecilla, a los 17 años de edad, la cual fue dirigida por Fernando Méndez. Escribió y fueron filmadas 36 películas, de las que fue autor y guionista entre los 17 y 25 años. Fue el primer asistente de director en los Estudios América, con la serie que los inauguró, Pancho Pistolas.

En años particularmente difíciles para el cine mexicano, a finales de los años 50, cuenta el presidente de la academia mexicana de cine, Gilberto debutó como director en contra de todas las trabas sindicales con El boxeador, pero en adelante demostró su quehacer fílmico con historias como Los desarraigados (sobre la obra de Jorge Humberto Robles), Cielo rojo (basada en la obra teatral de Fernando Sánchez Mayans), Ya somos hombres, El desconocido, Perro callejero I y II y, sobre todo, El mal, “una de sus películas más importantes, coproducida con Columbia Pictures.

Ésta fue una cinta que tuvo distribución mundial. Como presidente de la sociedad de directores logró establecer muchas condiciones favorables en el cobro y pago de regalías, así como prestaciones sociales para los agremiados. Creo que el cine mexicano pierde a un director importante y los directores, perdemos a un gran compañero.

Gazcón recibió en 1988 la Medalla de Plata al Mérito del Director por 25 años de trayectoria. En 2005 recibió el reconocimiento de sus compañeros con el nombramiento de presidente honorario de la Sociedad de Directores y en 2007 recibió la Medalla de Oro al Mérito del Director por 50 años.

Otros de sus trabajos destacados son: Los desarraigados, que aborda el problema de la migración por causas económicas. El mal, que se adentra en el problema de la hidrofobia. El niño y la estrella, cinta que fue exhibida durante mas de 15 en las épocas de vacaciones escolares, y Perro callejero, que consolidó la carrera actoral de Valentín Trujillo y que abordaba de forma cruda el problema de los niños de la calle.

Otras más son: El gran pillo, Remolino, Suerte te dé Dios, La cárcel de Cananea, Tres tristes tigres, Juan sin miedo, Atrás de las nubes, Cielo rojo, La risa de la ciudad y Al rojo vivo, entre otras.