Opinión
Ver día anteriorMiércoles 15 de mayo de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Cae la inversión foránea

México exporta (capital)

César Nava en la picota

E

n tiempos de vacas gordas, la llegada de inversión extranjera directa (IED) intentó ser vendida como inequívoco signo de la confianza que el capital foráneo tiene en el gobierno mexicano, en sus instituciones y en la solidez económica del país, pero cuando la situación no daba más que para vacas flacas, entonces el inventario de pretextos salía a relucir, y éste fue el proceder del calderonato cuando no tuvo de otra que reconocer el desplome que en este renglón registró el país en 2012.

Así, ese año México obtuvo dos reconocimientos: el primero, por ser la nación latinoamericana con mayor caída en el flujo de inversión extranjera directa (35 por ciento menos que en 2011, lo que ubicó el monto en el nivel reportado en 1999), y el segundo, por ser el gran exportador de capitales nacionales hacia terceros países, al representar más de la mitad del flujo regional.

¿El desplome de la inversión extranjera directa que llega a México será consecuencia de que (salvo el petróleo) el inventario de bienes nacionales se agotó? ¿La venta de garaje, inaugurada en tiempos de Miguel de la Madrid, ya no tiene nada en los anaqueles? Todos los sectores económicos están plenamente privatizados (sólo faltan algunos ajustes en el energético), y no pocos de ellos extranjerizados. ¿El gobierno ya no tiene nada qué vender, y de allí la caída en la captación de IED?

Lo anterior, porque el boom de inversión extranjera directa que registró México se dio en tiempos de abundante inventario de empresas del Estado en venta (desincorporación le llamaron) o, ya privatizadas, las que fueron puestas en bandeja de plata al capital foráneo, como los bancos. Es un hecho que en los estantes de la venta de garaje sólo quedan telarañas, pues todo quedó fuera del control gubernamental. Sólo queda el oro negro, y los vampiros trasnacionales ya acechan, pero mientras no se den los cambios legales que se requieren, así se mantendrán.

En 2012 el flujo de inversión extranjera directa simple y sencillamente se desplomó, y a duras penas cerró el año en 12 mil 659 millones de dólares (incluida la reinversión de utilidades generadas en México), es decir, 35 por ciento menor a la de un año antes, lo que la ubicó en niveles similares a 1999, con Ernesto Zedillo aún en Los Pinos.

En sentido contrario, ese mismo año los empresarios autóctonos marca Forbes mexicanos exportaron capitales por 25 mil 597 millones de dólares, monto que duplicó la IED captada por México, es decir, por cada dólar que el país registró como inversión extranjera directa, los grandes empresarios exportaron dos, de acuerdo con el más reciente informe temático de la Cepal. Entre 2001 y 2012 la exportación de capitales mexicanos se multiplicó por diez.

En lo que va del siglo XXI, oficialmente México captó IED por un total de 273 mil millones de dólares (que a la fecha no se ven reflejados en crecimiento económico, generación de empleo ni bienestar social), mientras en igual lapso los grandes empresarios sacaron del país alrededor de 91 mil millones de billetes verdes (todos ellos obtenidos en su país de origen) para invertirlos en terceras naciones, especialmente en América Latina y Estados Unidos. Durante el calderonato, otros 70 mil millones de dólares fueron exportados por mexicanos, para invertir o depositar en otros países. De hecho, en la docena trágica panista, por los conceptos referidos salieron un total de 211 mil millones de dólares,

Sobre lo anterior, la Cepal indica que en 2012 las empresas mexicanas han invertido en el exterior el doble de la IED recibida en su país. Tomando un periodo más largo (2007-2011), desde México ha egresado como IED un 34 por ciento de lo recibido. Fue el país de la región que más invirtió en el exterior. Sus inversiones llegaron a 25 mil 597 millones de dólares, monto que duplica con creces al del año anterior y es muy superior al máximo registrado dos años atrás.

América Móvil, la mayor de las llamadas empresas translatinas mexicanas, fue la principal responsable de dicho incremento, pero no la única. El consorcio de Carlos Slim había centrado su expansión internacional en América Latina, donde junto con la española Telefónica es la principal empresa del mercado de telecomunicaciones, pero en 2012 decidió diversificarse hacia Europa y adquirió participaciones relevantes de operadores de telefonía de Austria y los Países Bajos, por un total de 4 mil 483 millones de dólares. La empresa todavía genera en México la mitad de sus utilidades, pero la continua expansión en el exterior, ahora ampliada a Europa, y unos posibles cambios regulatorios en México pueden reducir este porcentaje y aumentar en el futuro su internacionalización.

La Cepal refiere que México no publica datos desagregados de la IED en el exterior que permitan analizar los sectores y países a los que se dirige. De todos modos, sobre la base de los datos de fusiones y adquisiciones, puede concluirse que las inversiones mexicanas, aunque no han abandonado su preferencia por Estados Unidos y otros mercados de América Latina, también comienzan a internarse en Europa y otras regiones. Además de nuevas adquisiciones, las translatinas mexicanas más importantes continúan anunciando inversiones en el exterior: el Grupo México (de Germán Larrea, el de Pasta de Conchos) invirtió 134 millones de dólares en sus operaciones mineras en el Perú; Bimbo abrió una nueva planta en Brasil y otra en Argentina; Gruma inauguró una nueva planta en Estados Unidos, y Cinépolis, la cuarta mayor cadena de cines del mundo, anunció a principios de año la apertura de 350 salas en Brasil, Colombia, Estados Unidos e India.

En 2001, Vicente Fox, entonces inquilino de Los Pinos, presumió que México había captado un monto histórico en IED: 29 mil 962 millones de dólares, aunque 42 por ciento de esa cantidad se debió a la venta (libre de impuestos, desde luego) de Banamex a Citigroup. Once años después, a duras penas acumuló 12 mil 659 millones, mientras casi 26 mil millones fueron exportados por empresarios mexicanos. A ese ritmo, no hay país que aguante.

Las rebanadas del pastel

El inenarrable César Nava puede morder el polvo: fue demandado en Estados Unidos por Petróleos Mexicanos, que lo acusa de conspiración criminal en asociación con las empresas Siemens y SK Engineering, el empresario Jaime Camil y Luis Enrique Bouchot, ex director jurídico de Pemex Refinación. Y si la cosa va en serio, la investigación fácilmente llegaría a Harvard, donde habita el padrino de Cesarín.