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Condena la dictadura de la economía y la tiranía del dinero

Pide el Papa reformas financieras para distribuir mejor la riqueza
 
Periódico La Jornada
Viernes 17 de mayo de 2013, p. 30

Ciudad del Vaticano, 16 de mayo.

El papa Francisco hizo hoy un fuerte pedido de reforma al mundo financiero, al condenar a una desalmada dictadura de la economía y la tiranía del dinero. La crisis económica empeoró la vida de millones de personas en los países ricos y pobres, sostuvo, al pedir una mayor intervención del Estado y reformas financieras éticas que sirvan para distribuir mejor la riqueza.

El dinero tiene que servir, no gobernar, dijo Jorge Mario Bergoglio a embajadores en el primer discurso importante sobre finanzas desde su elección en marzo, en el cual también instó a los estados a tomar un mayor control de sus economías y proteger a los más débiles.

La crisis económica ha creado temor y desesperación, disminuyó el goce de la vida e incrementó la violencia y la pobreza, mientras más personas tienen problemas para subsistir y lo hacen en condiciones indignas, señaló el Papa argentino.

Hemos creado nuevos ídolos. La antigua veneración del becerro de oro ha tomado una nueva y desalmada forma en el culto al dinero y la dictadura de la economía, que no tiene rostro y carece de una verdadera meta humana, dijo Francisco.

La metáfora hace referencia al pasaje del éxodo en la Biblia, cuando los judíos veneraban a un becerro de oro mientras Moisés estaba en la cima del Monte Sinaí recibiendo los Diez Mandamientos de mano de Dios.

Si bien el predecesor de Francisco –Benedicto XVI– también exigía cambios en los sistemas económicos, solía hacerlo en un lenguaje intelectual complejo. El actual Papa, en cambio, parecía expresar puntos de vista muy personales, forjados en su experiencia con los pobres en América Latina.

Francisco, que ha dicho que quiere que los mil 200 miembros de la Iglesia católica defiendan a los pobres y sean más austeros en sus propias vidas, pidió un mayor control estatal sobre las economías.

Mientras el ingreso de una minoría crece exponencialmente, el de la mayoría se desploma, criticó.

Este desequilibrio es resultado de las ideologías que sostienen la absoluta autonomía de los mercados y la especulación financiera y, por lo tanto, niegan el derecho de control a los estados, que son los encargados de bregar por el bien común.

Al referirse a los mercados financieros, el pontífice expresó: se ha establecido una nueva, invisible y, en ocasiones, virtual tiranía, una que unilateral e irremediablemente impone sus propias leyes.

En muchos casos, el valor de las personas es juzgado por su capacidad de consumo, agregó.

Los comentarios del Papa se suman a las crecientes expresiones de preocupación sobre un malestar económico global que ha dejado a millones de personas sin trabajo o con empleos inseguros y de corto plazo.

Francisco dijo que su pontificado estará del lado de los pobres en las cuestiones sociales y económicas. El Papa ama a todos, ricos y pobres por igual, pero tengo el deber, en nombre de Cristo, de recordar a los ricos que ayuden a los pobres, que los respeten.

El Papa, que visitará una favela durante su viaje a Brasil en julio, instó a aquellos en el poder a estar realmente al servicio del bien común de sus pueblos y a los líderes financieros a tener en cuenta la ética y la solidaridad.