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Auxiliar en la labor doméstica, fue diseñada por estudiantes de varias carreras de la UNAM

Justina representará a México en Robocup 2013, en Holanda

Es capaz de entender comandos de voz en inglés y español, identificar y encontrar a la persona que le dio la orden y caminar hasta el lugar que se le indica, entre otras actividdes

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Integrantes del equipo que creó a Justina, liderado por Jesús Savage (al fondo)Foto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de mayo de 2013, p. 2

Lejos de reclamar, quejarse o discutir, cuando recibe una indicación, Justina se apresta a cumplir la orden. Si se le pide: Limpia la cocina, ella no se detendrá hasta concluir la tarea.

Justina es un robot auxiliar en el trabajo doméstico, diseñado por estudiantes de diferentes carreras y posgrados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), capaz de entender comandos de voz (en inglés y español), identificar y encontrar a la persona que le dio la orden, caminar hasta el lugar que se le indica, detectar puertas cerradas, tomar objetos con sus manipuladores (manos), cambiarlos de posición, entregarlos a quien se los pida o echarlos a la basura, entre otras tantas actividades.

Justina será la representante de la UNAM en la próxima Robocup 2013, que se celebrará del 24 de junio al primero de julio en Eindhoven, Holanda. El diseño mexicano se medirá con otros 19 prototipos en la categoría @home (en la que también participará Golem, otro autómata creado en la UNAM).

Coordinados por Jesús Savage, jefe del laboratorio de Bio-Robótica de la Facultad de Ingeniería, 20 estudiantes de licenciatura y posgrado han trabajado tres años en ese proyecto, con el que confían subir al podio en la competencia.

Para su desarrollo y diseño se requiere de expertos en la parte técnica, que consiguen los movimientos y manipulaciones. En esta área participan alumnos de las licenciaturas en ingeniería electrónica, eléctrica, mecatrónica, mecánica y computación, y de maestría y doctorado en ingeniería y ciencias de la computación, procesamiento de señales e ingeniería eléctrica.

Pero no sólo basta con eso. El robot –tipo humanoide– está diseñado para interactuar con las personas, por lo que en el proyecto también hay lingüistas, artistas plásticos y sicólogos. Los primeros crearon los comandos de entendimiento verbal para que Justina comprenda órdenes, oraciones, objetos directos e indirectos. Gracias a los artistas plásticos, tiene apariencia amigable. En tanto, los sicólogos apoyaron en la relación robot-humano.

Luis Ángel Contreras Toledo, quien está por ingresar al doctorado y es capitán del equipo llamado Pumas@home, detalla que el autómata cuenta con sistemas de lingüística, localización, trayectoria, navegación, mecánica, identificación, diferenciación, visión y posicionamiento en 3D, mecatrónico, entre otros.

“Le podemos pedir, por ejemplo, que nos traiga jugo de naranja. Al recibir la orden entran a la vez la parte lingüística y la mecánica de localización. El robot tiene que darse cuenta dónde está y dónde están las bebidas. Sigue una trayectoria hasta llegar a ese lugar. Una vez ahí, tiene que identificar lo que se le pide, porque posiblemente no sólo hay bebidas, sino objetos, como botanas, por lo que debe identificar lo que se le ordenó traer.

Una vez que ha hecho la diferenciación, entra en función el sistema de posicionamiento en 3D, para saber, respecto de la cabeza, ojos y brazos, dónde está la bebida y pueda sujetarla con el manipulador (mano). Después debe saber quién fue la persona que hizo la solicitud y buscarla, porque quizás cambió de lugar, por lo que tiene que hacer trabajo de localización de humanos. Una vez que lo ha ubicado, se acerca e interactúa de forma natural con el solicitante.

El joven explica que se trata de un prototipo totalmente autónomo, por lo que una vez encendido ningún programador puede manipularlo. Sólo sigue las órdenes por comando de voz, porque se supone que es para usuarios no técnicos y tiene que ser lo más sencillo posible.

Justina es el resultado de más de 15 años de trabajo y dos prototipos anteriores: Paquito y Tx8, también diseñados en el laboratorio de Savage. Es un proyecto académico que ha apoyado la formación de decenas de jóvenes en licenciatura y posgrado. Las personas que integran el equipo que ha trabajado con esta robot llevan tres o cuatro años juntas, pero cada bienio hay relevo de los integrantes, pues al terminar los estudios muchos ingresan a un empleo.

Robocup es una competencia anual que se organiza desde hace más de una década en diferentes países; el año pasado la sede fue la ciudad de México. Los equipos mexicanos participan en este certamen desde 2006, y en 2007 el grupo liderado por Savage obtuvo el tercer lugar cuando el torneo –que tiene varias categorías– se realizó en Atlanta, Estados Unidos.

Categoría @home

En la categoría @home, donde competirá Justina, se calificarán varias pruebas: Clean-up, en la que el robot debe llegar a una habitación desconocida, con diferentes objetos tirados por todos lados, por lo que tendrá que limpiar y acomodar el espacio; cocktail, es una habitación donde hay una fiesta y el autómata tiene que atender a las personas ahí reunidas llevando bebidas y comidas; emergency situation, en la que se simula un incendio en un espacio cerrado desconocido para el humanoide, quien tendrá que detectar el origen del fuego, avisar a los habitantes de la casa, buscarlos e indicarles por dónde evacuar, así como esperar a los bomberos e indicar dónde está la fuente del siniestro.

Con la intención de concretar una gran participación durante la próxima Robocup, el equipo universitario se reúne seis días a la semana para corregir errores, detalles y todos los pormenores que aparezcan previo a la competencia. Aseguran que una vez concluida ésta, comenzarán a trabajar pensando en el certamen de 2014.