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Gobernador de Al Anbar resulta ileso de un atentado

Violencia sectaria provoca 35 muertos en ciudades de Irak
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Inspección a un vehículo que estalló en Karrada, vecindario de BagdadFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 31 de mayo de 2013, p. 30

Bagdad, 30 de mayo.

El estallido de varias bombas en las ciudades de Bagdad y Mosul y un fallido atentado contra el gobernador de la provincia occidental de Al Anbar provocaron hoy la muerte de 35 personas, al continuar la ola de ataques entre las comunidades musulmanas y chiítas de Irak, derivada de la invasión estadunidense de 2003.

La espiral de conflicto provocó en abril y mayo mil 100 muertos y es resultado del recrudecimiento de las agresiones entre los chiítas, que tienen el control del Estado iraquí junto a la minoría étnica kurda (también chiíta), y los sunitas, derrocados tras la ocupación de las tropas extranjeras encabezadas por Estados Unidos.

La explosión de artefactos y coches bombas ocurrió en calles del norte, centro y sur de Bagdad, afectando tanto a distritos sunitas como chiítas, así como a civiles y militares. En las semanas anteriores, las mezquitas de las dos confesiones han sido blanco de atentados.

En un aparente intento por ofrecer confianza a la población, el primer ministro iraquí, Nuri Maliki, realizó el miércoles por la noche un recorrido de supervisión de los puntos de seguridad más importantes de la zona urbana capitalina.

Sin embargo, por la mañana un auto cargado de explosivos estalló en el distrito norteño de Binouq, de mayoría sunita, y provocó el deceso de cuatro personas. Otros dispositivos explotaron en distintos barrios en el transcurso del jueves, ocasionando 20 decesos.

Otras siete personas –incluidos tres policías– fallecieron en enfrentamientos entre hombres armados y fuerzas de seguridad en la ciudad norteña de Mosul.

Dos bombas fueron detonadas en Tal Afar, la capital de Al Anbar, en la frontera occidental de Irak, limítrofe con Siria, causando la muerte de cuatro personas. Uno de los artefactos fue dirigido contra el convoy del gobernador de Al Anbar, Mohammad Fahadawi, quien resultó ileso.

Apenas el 21 de mayo, el gobernador de Salahuddin, Abdullah Jubouri, libró un intento de asesinato, después de que dos explosivos impactaron el convoy de funcionarios y policías que lo acompañaban en camino a la capital provincial Arbil.