Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 2 de junio de 2013 Num: 952

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Buen viaje,
querido Chema

Hugo Gutiérrez Vega

Nuevos poetas en Tijuana

Manuel Galich o
el ejemplo moral

Mario Roberto Morales

Una década sin
Monterroso

Esther Andradi

Cervantes plagiado
entre tedescos

Ricardo Bada

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Columnas:
A Lápiz
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Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
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Germaine Gómez Haro

El delirante jolgorio de Montse Pecanins

Se alza el telón de terciopelo rojo en el Museo de Arte Popular (MAP) y aparece un universo de colores, lucecitas, ritmos candentes y oropeles. La coquetería y la cachondería en su máxima expresión. La fantasía pura o la pura fantasía confabulan en los teatrines de Montserrat Pecanins, la queridísima Montse, que juega a recrear memorias, vivencias y sueños en sus entrañables cajas de recuerdos que se presentan actualmente en este museo bajo el título de Teatrines y bataclanas.

Hace más de treinta años que Montse ha dedicado largas horas a un trabajo de una minuciosidad incalculable en la construcción de estas cajas fantásticas que nos recuerdan los altares domésticos de origen popular. Pero las cajas de Montse no resguardan ningún Santito o Virgen, sino personajes de carne y hueso a quienes la artista ha querido rendir un homenaje, a todas esas fabulosas cantantes y bailarinas que han ejercido el poder de seducción a través de su aventurada actuación: las cupletistas, rumberas, bailaoras, belly dancers, samberas, vedettes y bataclanas de todas épocas… Montse homenajea metafóricamente a las mujeres valientes y atrevidas que han sabido desafiar las falsas morales y el yugo de la censura para hacer lo que les da la gana y compartir su magia y encanto con quienes las admiran y desean. Qué divertido fue recorrer la exhibición y escuchar de su viva voz las anécdotas que encierra cada caja habitada por sus muñecas de papel maché o pasta, deliciosamente ambientadas y ricamente ataviadas y emperifolladas con la minucia de un miniaturista. Con la ayuda de su marido y eterno cómplice –el célebre artista Brian Nissen, cuya magnífica exposición retrospectiva tuvo lugar hace unos meses en el Museo de Bellas Artes– Montse juega al carpintero y cada caja que construye la pinta y decora a mano, además de que juntos inventaron un ingenioso sistema mecánico y de iluminación que dota a las figuras de movimiento y luminarias internas.


Amato ópera

Montse y sus hermanas Ana María y Tere –las Pecas, como se las conoce coloquialmente– manejaron la famosa Galería Pecanins entre 1964 y 2010, punto de referencia del arte rupturista y un puente entre los artistas catalanes y mexicanos a partir de su sede en Barcelona. Montse ha vivido rodeada de arte desde la infancia, pero le gusta más llamarse “artesana” que artista:  “Soy una artesana que me divierto y hago lo que me da la gana. Y lo hago por puro capricho. Es como reírme, burlarme de muchas cosas. Un divertimento.” Una artesana, sí, en el sentido de que cada obra está realizada en su totalidad por sus manos prodigiosas que modelan cuerpos sensuales, los viste con prendas suntuosas, cortadas, bordadas y confeccionadas por ella misma, sin olvidar el más mínimo detalle en sus tocados, peinados, maquillaje, joyería y demás parafernalia que hace de cada personaje en su entorno una atmósfera y un universo en sí.

Hace treinta años que la Montse hizo su primera caja para regalársela a Brian antes de partir a un viaje a Barcelona: “Para que no te quedes solo, te voy a hacer una güila”, le dijo. “Y como me encanta lo mexicano, le hice una muñeca mexicana”, afirma. Para ese regalo se inspiró en nuestras muñecas de cartón de Celaya y en las “pepas” catalanas vestidas de tarlatana que la fascinaban cuando niña. Las muñecas que habitan estos teatrines alcanzan una gracia y una sofisticación increíbles. Ahí tenemos a personajes de la vida real recreados con amor, admiración y tremenda fantasía: Tania Libertad, Regina Orozco, Ofelia Medina, Liliana Felipe, Jesusa Rodríguez, Betsy Pecanins, Tongolele, Astrid Haddad, Carmen Amaya, Amparo Moreno, las hermanitas Pérez, la Bella Otero, María Victoria, Agustín Lara, entre tantos otros… Cada uno provisto de su iconografía y personalidad propias.


La bella Otero Material fotográfico, cortesía de Brian Nissen

Mención especial merece el MAP que dio las facilidades para la realización de un montaje espectacular que estuvo a cargo de Juan Álvarez del Castillo y Brian Nissen. Las salas del museo se visten de gala en rojos y dorados que evocan la farándula y el cabaret, donde aparecen portentosas imágenes de vedettes famosas que alternan con las escenas de películas de rumberas recopiladas por el cineasta Jaime Kuri, quien también realizó un hermoso documental que recrea el proceso creativo de Montse.

A sus ochenta y tres años, Montse es mi amiga más joven, porque nunca pierde el humor, la capacidad de asombro y el gusto por el juego y las risas. Es una mujer profundamente inteligente y cultivada cuya mayor pretensión es ser feliz, y con su bonhomía e inmejorable talante hace felices a sus miles de amigos y, a través de esta exposición, a los numerosos visitantes que vi recorrer estas salas con destellos de sorpresa en la mirada y una sonrisa congelada.