Para el gobierno de Enrique Peña Nieto, la relación con los países de la región Asia-Pacífico es particularmente importante, ya que se trata de una zona que representa el futuro económico en el mundo.

Los representantes de México en Corea, José Luis Bernal Rodríguez; Argelia, Juan José González Mijares; República Checa, Pablo Macedo, y Chile, Otto Granados Roldán, coincidieron en señalar que el tratado de comercio conocido como TPP “es el proyecto más prometedor de carácter regional que ha existido en los últimos años, y del cual forman parte México, Chile, Perú y Colombia.

En conferencia de prensa conjunta, que tuvo lugar este miércoles en la cancillería tras ser ratificados en el nuevo cargo por el Congreso, los embajadores comentaron que esto se debe a que esta zona plantea un espacio de colaboración promisorio, ya que al observar la reconfiguración geopolítica del mundo, ésta tendrá un espacio de convergencia en el Pacífico.

México, Chile, Perú y Colombia representan 36 por ciento de la población latinoamericana y caribeña y suponen la mitad del comercio en la región, de tal suerte que se convertirían en la novena economía a escala mundial.

Los nuevos embajadores tienen la encomienda de fortalecer la relación bilateral en sus respectivas legaciones y promover las ventanas de oportunidad para el crecimiento de inversiones extranjeras que representa México.

Previamente, durante la ratificación de estos nombramientos por la Comisión Permanente, el diputado Ricardo Monreal, de Movimiento Ciudadano, dijo en tribuna: Nosotros no avalaremos ninguno de los nombramientos que provienen de este régimen de injusticia, de corrupción.

A su vez, el diputado Carlos Reyes Gámiz, del PRD, destacó en el pleno que su bancada se abstendría en la ratificación de Granados Roldán, porque, dijo, “esa designación es un agravio histórico, no podemos soslayar las campañas macartistas que se lanzaron contra el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

Otto Granados, fue el plomero del salinismo, que creó el mito del partido violento y quiso ensuciar, dañar, afectar rabiosa y enfermizamente una lucha auténtica, generosa y legítima como la encabezada por Cárdenas.