Sociedad y Justicia
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El uso recurrente en las familias hace que parezca normal

En México, la violencia se acepta como forma de educar a los niños

Especialistas en derechos de la infancia presentaron libro

 
Periódico La Jornada
Jueves 20 de junio de 2013, p. 43

Algunos estilos de crianza se asemejan más a instrumentos de tortura que a una manera efectiva de acompañar el desarrollo de un niño, señalaron especialistas en derechos de la infancia durante la presentación de un estudio sobre la violencia en el ámbito familiar, realizado por Ririki Intervención Social.

Bajo la premisa de más vale un buen manazo a tiempo, en México son aceptados el castigo corporal y otros tipos de violencia como forma válida de educación en la familia.

El libro Detrás de la puerta...que estoy educando pone de manifiesto que las peores atrocidades en contra de la infancia se cometen muchas veces en la familia, en nombre del amor, la compasión y buena intención de educar, y esto pone en riesgo a los niños, apuntó Mónica González Contreras, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Por su parte, Adriana Segovia Urbano, integrante del Programa Universitario de Bioética de esa casa de estudios dijo que la familia debería ser un espacio de protección y confianza, sin embargo, hay momentos en que se vuelve un campo de tortura. Trabajando preventivamente, puede ser un sitio de paz y desarrollo de personas.

Subrayó que en el libro queda claramente descrita la estructura autoritaria de las familias, donde está fincada la justificación de la violencia y de la falta de participación de los niños en las decisiones en ese ámbito.

Destacó que la mayor parte de los entrevistados creen en el diálogo como medio para resolver conflictos, aunque en la práctica la mayoría recurre a la violencia. Que la gente valore el diálogo, por lo menos en el discurso, quiere decir que sí hay de dónde partir para modificar esos patrones culturales.

Nashieli Ramírez, coordinadora de Ririki, refirió que de acuerdo con la Consulta Infantil y Juvenil realizada por el Instituto Federal Electoral en 2012, dos de cada diez niños menores de seis años dicen padecer maltrato en su casa; 4 por ciento siente que en casa no me quieren, no me cuidan, no me aceptan y 8 por ciento, que en casa tocan mi cuerpo y me dicen que no lo cuente, lo que coincide con otras cifras que refieren que 80 por ciento de los casos de abuso sexual se da en el grupo de niños menores de ocho años y en el ámbito familiar.

El uso recurrente de agresiones en los niños va generando una cultura de violencia normalizada, lo que da como resultado lo que estamos viendo: sociedades violentas con ausencia de respeto a la dignidad y derechos humanos, advirtió Verónica Juárez Piña, presidenta de la comisión de Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados.

Añadió que no basta abolir la autorización de castigos corporales, sino que es necesario que la legislación civil o penal contenga su prohibición explícita.