Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 23 de junio de 2013 Num: 955

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

El vicio impune
de la lectura

Vilma Fuentes

Rilke: el resistir
lo es todo

Marcos Winocur

Intelectuales públicos
y telectuales

Rafael Barajas, el Fisgón

Los redentores neoliberales
Gustavo Ogarrio

La última voluntad
de Pirandello

Annunziata Rossi

Estado de antisitio
Nanos Valauritis

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


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Jair Cortés
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Twitter: @jaircortes

Luis Jorge Boone: arquero en la literatura

Entre los autores de las nuevas generaciones de escritores mexicanos sobresale el nombre de Luis Jorge Boone, nacido en Monclova, Coahuila, en 1977, quien es autor de varios libros de poesía (Legión, Galería de armas rotas, Material de ciego, Traducción a lengua extraña y Los animales invisibles), cuento (La noche caníbal y Largas filas de gente rara), ensayo (Lados B. Ensayos laterales) y novela (Las afueras). Boone ha asumido la concentración y disciplina que exige el oficio de escritor sorteando, de manera afortunada, el prejuicio al que muchos se someten al autodenominarse “poetas”,  “cuentistas”,  “novelistas” o “ensayistas”. Boone escapa a este prejuicio, a esta dinámica anquilosada en  que la crítica constantemente cae. De ahí que su escritura toque muchos terrenos en un solo gesto: en uno encontramos un tono reflexivo, casi ensayístico:  “Después de muerto, Joseph Bodsky decide quedarse en Venecia, bajo el tránsito de las góndolas que parecen surcar el cielo”; mientras que en un pasaje de su novela Las afueras asistimos a la luminosidad metafórica: “Él se acercó, con lentitud, a esa materia que ahora alcanzaba la quietud de una piedra preciosa, irisada, quizá midiendo hasta dónde podía llegar sin arriesgarse demasiado, sin desprender la vista del círculo que fulguraba a escasa distancia, un poco adelante, un poco abajo”; o también podemos reírnos con el humor negro vertido en un cuento de su libro Largas filas de gente rara:  “ Mírelos: tan hoscos, tan malencarados, tan sosos, tan pretendidamente dandis, tan esnobs, tan extravagantes, tan despeinados, tan mal afeitados, tan hippies, tan escuálidos, tan gordos, tan desaliñados. Querido lector, no es necesario que ajuste las páginas de su libro: así de feos son los escritores. Quizá por eso eligieron una profesión que pueden desempeñar desde las sombras…”

Luis Jorge Boone es un autor que exprime de su realidad la sustancia de las cosas que, por su capacidad de mirar detenidamente, nos revelan un lado oculto, como en su poema “b) Animal Planet”, en donde un espacio en blanco, como cuerpo transparente del poema, da paso a una nota al pie de página que explora la palabra poética. “Sucedió que a fuerza de observarme y observarlos/ ella empezó a encontrarme parecido a otras especies. […] Nagual de mi infancia en una jaula,/ animalito protector del álbum de estampas/ de mi libro de adivinanzas, ya no aguardes mi respuesta./ Esa silueta que recorre el horizonte/ soy yo:/ soy yo/ que cabalgo hacia el sol/ sobre mi propio lomo.”

La libertad escritural con la que se expresa Luis Jorge lo hace un autor entrañable que explora temas como la muerte, la historia (la colectiva y la íntima), la literatura y el amor, desde las múltiples combinaciones formales que nos ofrece la literatura como experiencia vital, convirtiéndolo en un arquero cuya escritura es la flecha que atraviesa muchos blancos en un solo tiro.