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Los Indignados de Brasil

Se suman los niños a las marchas de inconformidad

Encuesta: 75% de brasileños apoyan las protestas; 40%, a favor de la Copa
 
Periódico La Jornada
Lunes 24 de junio de 2013, p. 4

Brasilia, 23 de junio.

El 75 por ciento de los brasileños apoyan las multitudinarias manifestaciones callejeras de las recientes dos semanas en demanda de mejores servicios y contra la corrupción, indica un sondeo publicado el sábado en la revista Epoca.

El 6 por ciento de los entrevistados dijo haber participado en las protestas, y 35 por ciento afirmaron que no fueron, pero están dispuestos a ir.

Los principales motivos que llevaron a los brasileños a la calle fueron: mejora del transporte público (77 por ciento), contra los políticos (47 por ciento), contra la corrupción (32 por ciento), y por mejor salud y educación (31 por ciento), revela la encuesta encomendada por la Confederación Nacional del Transporte y divulgada por Epoca en Internet.

No obstante, 78 por ciento de los brasileños considera que la salud pública es el mayor problema en este país emergente con 194 millones de habitantes, que atraviesa una histórica revuelta social.

El enorme gasto público para la Copa de las Confederaciones, que se disputará hasta el 30 de junio, y el Mundial en 2014 –14 mil millones de dólares– son muy criticados.

Pero el corazón de los brasileños se divide entre estas críticas y su pasión por el futbol: 40 por ciento apoya la Confederaciones, 28 por ciento está dividido, y 31 por ciento no apoya, según el sondeo.

En cuanto al Mundial en Brasil, que la seleçao ha ganado cinco veces, 43 por ciento están totalmente a favor, 27 por ciento está dividido, y 29 por ciento no apoya.

Pese al gran apoyo a las manifestaciones, 71 por ciento se dijo satisfecho con su vida actual. Las protestas se iniciaron hace dos semanas contra el alza de los precios del transporte y se extendieron a denuncias contra los millonarios gastos públicos en los estadios del Mundial, en vez de gastar ese dinero para tener una educación y una salud pública de mejor calidad. Muchos denuncian también la corrupción.

El jueves más de un millón de manifestantes salieron a las calles de todo el país. Las protestas coinciden con dos años de bajo crecimiento económico y alza de la inflación que afecta al bolsillo de los brasileños. Aún así, ocurren tras una década de mejora de la renta y cuando el desempleo está en mínimos históricos.

La encuesta fue hecha entre el 16 y el 20 de junio en todo Brasil, con mil 8 entrevistas y un margen de error de tres puntos.

Las protestas jugando

Centenares de niños con sus padres se sumaron el domingo a las multitudinarias protestas delante del Congreso nacional en Brasilia, uno de los sitios más simbólicos de las manifestaciones callejeras que se han extendido por el país.

Fuera corrupción, escribía una niña en patines sobre una pancarta, tomando el relevo a decenas de miles de adultos que desfilaron ante el Congreso en la semana reciente.

La escena era diferente a la del lunes, cuando miles de manifestantes subieron al techo del Parlamento –una emblemática obra del arquitecto Óscar Niemeyer–, o la del jueves, cuando 35 mil personas se manifestaron en el mismo lugar custodiado por miles de policías, que lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.

Este domingo el Congreso amaneció como una fiesta infantil: pelotas, niños tirándose por las laderas de gramado con improvisados trineos de cartón, cometas y comida, casi sin guardia policial.

Divertido, resumieron la mayoría de los pequeños de cualquier edad sin saber muy bien el porqué de las protestas. Bien pensado, dijo Marsal, de ocho años, encantado por jugar y al mismo tiempo conocer en primera persona las protestas que sólo veía en la televisión.

Fuera corrupción, escribió Joao, a medio camino de la alfabetización.

Las protestas jugando, con niños y padres, fueron convocadas en varias ciudades del país. Unos 200 padres y niños participaron de una manifestación similar contra la corrupción.