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Siguen protestas; los sindicatos llaman a huelgas y movilizaciones para el 11 de julio

Rousseff da marcha atrás en la convocatoria a una constituyente

La presidenta de Brasil cabildea la reforma política con legisladores y magistrados

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Habitantes de Río de Janeiro volvieron a las calles para protestar, entre otras cosas, contra los políticosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 26 de junio de 2013, p. 29

Brasilia, 25 de junio.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, propondrá al Congreso convocar a un plebiscito para hacer una reforma política sin llamar a una Asamblea Constituyente, tras dos semanas de protestas masivas a las que se sumaron los principales sindicatos con una convocatoria a huelgas y movilizaciones para el 11 de julio.

La presidenta encaminará a los presidentes de la Cámara y del Senado la propuesta del Ejecutivo para la realización de un plebiscito, informó el ministro de Educación, Aloizio Mercadante.

No tenemos tiempo hábil para realizar una Constituyente, aseveró el ministro al explicar que la iniciativa, presentada por Rousseff este lunes, fue rechazada por el vicepresidente Michel Temer y por el presidente de la Cámara de Diputados, Henrique Alves, por lo cual la única convergencia posible es el plebiscito.

Mercadante comentó que la idea es que la población responda en la consulta popular a cuestiones específicas sobre la reforma política que desea. Esas cuestiones serán definidas de manera conjunta por la mandataria y los líderes de los partidos aliados y opositores al gobierno, los cuales se reunirán esta semana.

El ministro declaró que todo se hará lo antes posible, ante la inminencia de las elecciones presidenciales: octubre del año próximo.

Confrontada con las mayores protestas en dos décadas, en reclamo de mejores servicios públicos y el fin de la corrupción en la clase política, Rousseff anunció el lunes un paquete de propuestas, las cuales incluían un plebiscito para convocar a una Asamblea Constituyente que llevara a cabo una profunda reforma política.

Pero la propuesta de la Asamblea Constituyente generó polémica entre parlamentarios y cosechó las críticas de juristas, quienes la consideraron fuera de la ley.

Rousseff se reunió este martes con los presidentes de la Corte Suprema, primero, y de la Cámara y el Senado, después, para debatir su propuesta.

Hay necesidad de incluir al pueblo en las discusiones sobre reformas. Brasil está cansado de reformas de cúpula, aseveró Joaquim Barbosa, presidente de la Suprema Corte, tras el diálogo.

Día de lucha

Por su parte, las cinco mayores centrales sindicales convocaron a huelgas y manifestaciones para el próximo 11 de julio. Asimismo, a movilizaciones a las que se sumará el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierras.

Participarán las cinco mayores centrales sindicales del país y otras menores. No es una huelga general. Algunas categorías paralizarán y otras no, explicó Paulo Pereira da Silva, presidente de Força Sindical, una de las cinco organizaciones que convocan.

Además se unirá el Movimiento de los Sin Tierra, añadió.

Vamos a parar contra la inflación y para pedir cambios en la política económica del gobierno, enfatizó.

Representantes de las centrales sindicales se reunirán este miércoles con la presidenta Rousseff, señaló una nota de Força Sindical.

Además de esta central, en la jornada de movilizaciones participarán la Central Única de Trabajadores, la Unión General de Trabajadores, la Coordinación Nacional de Luchas y la Central General de Trabajadores Brasileños.

Las agrupaciones aseguran que su convocatoria no tiene relación con un llamado que circula por las redes sociales para detener actividades el próximo primero de julio.

Más manifestaciones

Las movilizaciones prosiguieron este martes en ciudades como Río de Janeiro, Belo Horizonte, Sao Paulo y Goiania, aunque con mucha menor intensidad que el jueves pasado, cuando más de un millón de personas se volcaron a las calles para exigir mejores servicios públicos, denunciar la corrupción y los gastos excesivos en estadios para la Copa Confederaciones y el Mundial 2014, en vez de canalizar esos fondos a salud o educación.

En Río de Janeiro, un sargento del batallón de operaciones especiales de la policía y ocho civiles murieron durante enfrentamientos en una favela cercana al aeropuerto internacional entre la noche del lunes y la mañana del martes, según un nuevo balance policiaco.

Unas mil personas marcharon de la favela Rocinha, la mayor de Río, enclavada entre los barrios más ricos cerca del mar, a la casa del gobernador Sergio Cabral en el vecino Leblon.

Este miércoles se prevén más protestas, sobre todo en Belo Horizonte, donde los equipos de Brasil y Uruguay se enfrentarán por la semifinal de la Copa Confederaciones.