Cultura
Ver día anteriorDomingo 30 de junio de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Hay sin explorar 20 monumentos y más de mil piezas que requieren trabajo especializado

Por falta de dinero, sólo se conoce 10% de Edzná, lamenta director de la zona

Hoy día se realizan trabajos de escritorio, debido a la falta de recursos, subrayó el arquéologo

Foto
Edzná tiene 10 de sus 25 hectáreas abiertas al público y recibe unos 45 mil visitantes al añoFoto Laura Chim
Foto
Otra vista de la zona arqueológicaFoto Laura Chim
Corresponsal y enviada
Periódico La Jornada
Domingo 30 de junio de 2013, p. 3

Edzná, Camp., 29 de junio.

Menos de 10 por ciento de los 25 kilómetros cuadrados que forman la ciudad maya de Edzná han sido explorados por falta de recursos, y en estos momentos se han ubicado 20 monumentos de diversas dimensiones que contienen patios, altares, construcciones palaciegas, escalinatas y tumbas que no se conocen porque no se han podido explorar, reveló el director del sitio, Antonio Benavides Castillo.

Luego de un extenso recorrido por las 10 hectáreas abiertas al público, el arqueólogo a cargo de este lugar desde finales de los años 80 explicó que no trabajan en alguna temporada específica, sino cuando hay recursos. Aunque tengamos a millones de mosquitos encima, tenemos que aprovechar el recurso, de lo contrario lo tenemos que devolver, detalló ante representantes de universidades e instituciones de investigación que ayer recorrieron esta zona como colofón del noveno Congreso Internacional de Mayistas que se realizó en la ciudad de Campeche.

A lo largo del recorrido, Benavides Castillo admitió que la reconstrucción de Edzná ha tenido tres momentos, dependiendo de quien se hiciera cargo del sitio y han ido trabajando en edificios conforme a su criterio de restauración. “No había una manera acorde, porque no había reuniones del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y del Consejo de Arqueología, etcétera, para indicar los parámetros de restauración.

“Hay diferentes escuelas que intervinieron los edificios; por ejemplo, el arco maya no existe como tal, es una plancha de concreto que se hizo a principios de los años 60 y fue más sencillo restaurarlas de esa manera.

“Hubo otra época en la que se prestó un poco más de atención, en la que ya no se reconstruyó, sino con una reinterpretación del monumento, como ocurrió en la época de Raúl Pavón Abreu. En cambio, Román Piña Chan colocó lo que encontró, y Luis Millet fue más purista, al consolidar lo que encuentraba in situ y dejar de lado lo que se pudiera integrar a la obra, pero que no se integra porque no lo encontraron ahí.

Luego vengo yo a hacer entendible esto; el edificio debe tener varias lecturas. La más acorde a respetar el monumento como fue encontrado, como vestigio histórico; entonces restauramos y consolidamos. Nunca excedemos la altura, nunca colocamos piezas que no sabemos dónde van, pero antes sí se hacía.

Benavides Castillo indicó que la última temporada de restauración fue en 2012, para reparar la crestería del edificio de Cinco Pisos al que le cayó un rayo. Este año solicitaron recursos para ordenar bodegas, pues el espacio donde se almacenan los monolitos y las estructuras es insuficiente. También proyectan finalizar la estructura 434 y la 512, que está en el patio de los embajadores, así como terminar de redondear los edificios intervenidos desde el año pasado.

Las solicitudes de apoyo se plantean ante el Consejo de Arqueología, órgano colegiado, y el recurso se obtiene de diversas fuentes, entre ellas la UNAM, el Instituto Nacional de Antropología e Historia o de alguna institución extranjera.

Ante la falta de recursos, en estos momentos se realizan trabajos más de gabinete que de exploración, al tiempo que finalizan la edición de un libro sobre Edzná, que saldrá publicado en los próximos meses.

Benavides Castillo recordó que en esta ciudad maya, capital regional en el occidente peninsular, fueron encontradas 33 estelas, además de otros 30 monumentos de diversos tamaños. Añadió que tienen cerámica por analizar, así como concha y caracol marino, alrededor de mil 500 piezas que ameritan el trabajo especializado, pero no se dispone de los recursos.

Edzná tiene 10 de sus 25 hectáreas abiertas al público y recibe unos 45 mil visitantes al año, pero también hay alrededor de 20 conjuntos arquitectónicos que no se conocen, que contienen patios, altares, construcciones palaciegas, escalinatas y tumbas que aparecen en el mapa, pero que no han sido explorados.