Opinión
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México SA

¿Oro (negro) por espejitos?

Capital foráneo y petróleo

En 2013, IED por 40 mil mdd

C

on ganas de divulgar buenas nuevas, el inquilino de Los Pinos estimó que 2013 se podría convertir en el año con mayor atracción de inversión extranjera directa (IED) en la historia de México, pues, según sus estimaciones, ascendería a 35 mil o quizá 40 mil millones de dólares, monto tres veces superior al registrado un año atrás. Pero como no puede dar una noticia sin un comercial, el susodicho aseguró que lo anterior se lograría no sólo porque existen las condiciones, sino porque éstas se fincan en la fortaleza institucional y el consenso político y social para lograr las transformaciones que requiere el país. Y el gobierno no cejará en este empeño.

Pues bien, ante lo que podría ser una buena noticia, de inmediato surge la duda: la mágica cuan bíblica multiplicación (por tres) del capital foráneo que arribaría a nuestro país, ¿sería producto de la modernización petrolera, o de la llegada de capital que se inyectaría en los más diversos sectores de la economía nacional? Lo anterior, porque si la primera es la respuesta correcta, entonces se trataría de una miseria, es decir, el oro negro no se privatizaría sino que se regalaría al capital extranjero; si, en cambio, la segunda es la buena, entonces el presidente Peña Nieto deberá precisar si se trata de capital nuevo, fresco, o del simple truco contable que registra como nueva inversión la reinversión de utilidades obtenidas, todas ellas en México, y/o las cuentas entre las compañías foráneas que ya participan en el país, algo que por lo demás es práctica común y corriente.

¿Cuál es la buena? De acuerdo con los analistas de la trasnacional española BBVA, la modernización petrolera aportaría a México medio punto porcentual adicional de crecimiento económico, lo que en dinero equivale a entre 55 mil y de 60 mil millones de dólares. Tal aportación –en proporción o en plata contante y sonante, como se prefiera– es absolutamente nada, una baba de perico, ante el enorme potencial petrolero del país y el tamaño de las urgencias nacionales. Aun así, la cifra citada por Peña Nieto es cercana a la referida por el consorcio que se quedó con Bancomer.

¿Será capaz el gobierno del nuevo PRI de entregar el petróleo por unos cuantos espejitos? La historia reciente documenta que sí, que claro que sí, porque fue el mismo viejo tricolor que hoy pretende vestirse con nuevos ropajes el que desmanteló el aparato productivo del Estado a cambio de espejitos y otros ungüentos modernizadores, mientras un selecto grupo de empresarios se quedó con el oro (y con la banca, los ferrocarriles, las minas, las aerolíneas, las siderúrgicas, etcétera, etcétera) y los mexicanos con todas las pérdidas.

En materia de modernización energética, Enrique Peña Nieto y sus guajiros han querido vender su propuesta a golpe de galimatías, de retórica marca Universidad Cantinflas, y nada raro sería que por tortillas duras entreguen la industria petrolera (aún) nacional al capital privado, nacional y foráneo. Y tal vez a ellos 35 o 40 mil millones de dólares se les hagan muchos millones por el petróleo, pero serían migajas para el país, amén de que modernizarían la gallina de los huevos de oro negro a favor del capital.

Nada justificaría –salvo el petróleo, o los 20 mil millones por la venta de la cervecera Modelo– un flujo de inversión foránea como la referida por el inquilino de Los Pinos. De hecho, en el primer trimestre de 2013 fue negativo el registro de nuevas inversiones foráneas (contabilizadas por la Secretaría de Economía), por un monto superior a 280 millones de dólares, contra uno favorable por mil 352 millones en igual periodo de 2012. Entre octubre de 2012 y marzo de 2013 tal registro fue negativo por alrededor de 2 mil millones de billetes verdes, aunque con el truco contable citado líneas arriba finalmente alcanzaron un saldo reducido, pero positivo.

¿Cuarenta mil millones de dólares por una empresa con ventas anuales superiores a los 100 mil millones de billetes verdes y que aporta una tercera parte del presupuesto de egresos de la federación? No sólo sería una locura, sino un delito de lesa patria, pero tratándose de la clase político-empresarial que lleva 30 años despachando en la residencia oficial se trataría, simple y sencillamente, de una modernización más en la venta de garaje.

Más que desgastado está el discurso de la confianza del capital foráneo en nuestro país y sus instituciones, pero Peña Nieto insiste. Dijo ayer (se respeta sintaxis): se está generando confianza en México, y México está generando mayor confianza al mundo y si mantenemos este ritmo de crecimiento (N. de la R.: ¿2 por ciento anual?) y de inversiones que están llegando a nuestro país, desde ahora podemos anticipar que este año 2013, que espero sea mejorado en los próximos años, pero desde ahora podemos anticipar que 2013 será el año en que llegue más inversión extranjera directa.

Cuando Vicente Fox ingería Prozac en Los Pinos y Martita dirigía el destino nacional, Banamex pasó a ser propiedad de Citigroup y Bancomer del BBVA; por el primero pagaron 12 mil 500 millones de dólares y por el segundo alrededor de 4 mil 300 millones (en ambos casos la parte vendedora no pagó un solo centavo de impuestos), y las dos operaciones se presumieron como inequívoca muestra de confianza en México y sus instituciones. Cómo no, si a estas alturas no sólo recuperaron su inversión y hacen lo que se les pega la gana, sino que la plaza les representa una gruesa rebanada de sus utilidades globales (25 centavos de cada dólar, en el caso del pulpo estadunidense, y 40 centavos de cada euro, en el de la trasnacional española). Qué mejor muestra de confianza.

En la docena trágica de colores blanquiazules (Fox y Calderón) el registro oficial reportó cerca de 148 mil millones de inversión extranjera directa, pero de ese total sólo la mitad fue capital fresco, nueva inversión de verdad (siempre según las cifras de la Secretaría de Economía). El resto fue producto de la reinversión de utilidades (cerca de 60 mil millones de billetes verdes generados en México) y cuentas entre compañías.

Entonces, ¿qué milagro provocaría que en 2013 la IED se triplicara con respecto a 2012? ¿Reinversión de utilidades, la venta de la cervecería Modelo, un rayo misterioso… o la modernización petrolera?

Las rebanadas del pastel

Y la $anta $ede ataca de nuevo. La experiencia del Banco Ambrosiano ni siquiera le sirvió para ser más cuidadoso a la hora de los chanchullos financieros.