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En Ciego de Ávila edifican ya casas con paredes de mampostería y techos de hormigón

Surge en Cuba una pequeña producción artesanal de materiales para construcción

Se prevé que en los próximos dos años 70% de las actividades en esa industria las llevarán a cabo particulares

El sector, clave por el deterioro del fondo habitacional y los daños por huracanes

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Con suministros constantes, esta industria puede producir mil ladrillos al díaFoto Ips/Jorge Luis Baños
Ips
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de julio de 2013, p. 29

Ciego de Ávila, 2 de julio.

Casas de recias paredes de mampostería y fuertes techos de hormigón armado, que parecen resistir cualquier tormenta tropical o huracán, se alzan en la periferia de esta ciudad central cubana, gracias a la incipiente producción local de materiales para la construcción.

La gente ha ido mejorando sus casitas en este barrio, que es bastante nuevo. Nosotros apoyamos a los vecinos y trabajadores de aquí, quienes compran los materiales, y les prestamos la máquina de hacer bloques, explicó Arcides Pérez, dueño de una pequeña fábrica. Sólo les cobramos la electricidad que gastan, manifestó.

Enclavada en las afueras de Ciego de Ávila, 434 kilómetros al este de La Habana, esta industria artesanal y ruidosa puede producir con suministros constantes hasta mil ladrillos de cemento diarios. Cuenta con tres moldes para elaborar igual número de tipos de tanques de asbesto cemento, que llevan el rótulo de Arcide, C. de Ávila.

Dos procesadoras de cemento, carretillas, palas y una máquina eléctrica que hace dos bloques por minuto son operados por siete hombres, mientras dos mujeres participan en los trabajos de acabado y preparación de la materia prima. El equipo ofrece los servicios de traslado de los tanques y el montaje en techos o como cisternas.

Para obtener la materia prima, Pérez y su colectivo viajan a las fábricas de cemento de Santi Spíritus y Santiago de Cuba, respectivamente, a 360 y 847 kilómetros al este de La Habana, para recuperar los residuos, los cuales luego mezclarán con el hormigón adquirido en tiendas estatales para hacer bloques y tanques.

Prioridad

La construcción de viviendas constituye una prioridad en la actual reforma económica del país. Por ello, entre los primeros cambios figuró la venta de materiales de construcción en moneda nacional, la diversificación de la oferta y la apertura de créditos y subsidios para familias de bajos ingresos.

Las autoridades aspiran a que en dos años 70 por ciento de las actividades productivas del sector vivienda sean realizadas por actores no estatales, en busca de revitalizar un ramo centralizado durante décadas por el Estado.

Buena parte de los hogares necesitan reparaciones estructurales, debido al deterioro del fondo habitacional por los problemas económicos que Cuba arrastra desde hace más de 20 años, el incumplimiento de planes constructivos, los altos precios de los materiales y la mano de obra, así como por los daños de los ciclones que azotan con frecuencia el país.

Sandy, huracán que asoló la región oriental en octubre de 2012, afectó 137 mil viviendas en Santiago de Cuba, 65 mil en Holguín y 8 mil 750 en Guantánamo, las otras dos ciudades más afectadas de la zona, según un informe de la oficina de la Organización de Naciones Unidas en Cuba.

Los eventos extremos, como las lluvias intensas, se acentuarán debido al cambio climático en la región del Caribe, donde el sector de la vivienda fue el que menos atención recibió en la última década, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

En particular, los meteoros tenderán a intensificarse con rapidez, explicó el meteorólogo José Rubiera.

En 2008, los huracanes Fay, Gustav, Ike y Paloma dejaron las mayores afectaciones registradas desde 2001 hasta la actualidad, al dañar 647 mil 111 casas en la isla.

De ellas, 84 mil 737 se derrumbaron totalmente, según la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

Frente a ese panorama, el principal reto continúa siendo elevar la producción de materiales para la construcción, problema que comienza a tener algunas soluciones a escala local.

Iniciativas privadas, como la de Pérez, amplían un poco el reducido acceso a los bloques, uno de los materiales más demandados en las tiendas estatales.

Vendemos los bloques a cinco pesos (unos 25 centavos de dólar), igual que el Estado, comentó Pérez. El aseguramiento de los materiales es irregular, porque escasea el cemento en los establecimientos. Hace tres meses que sólo reparo y hago tanques, además de trasladarlos y montarlos, por la falta de cemento, añadió.

Rodobaldo Ibarne, de 60 años, apostó por alternar la elaboración de bloques por encargo con su empleo en una empresa estatal de construcción. Sólo con una pala, una carretilla y un molde, él obtiene, junto con otro trabajador, hasta 80 bloques diarios en Grego, que reparte en las afueras del municipio de Ciego de Ávila.

Las tiendas estatales no satisfacen la demanda, declaró este vecino, quien no puede ampliar su negocio por problemas de salud y la falta de espacio.

La producción de varios insumos básicos en Cuba decreció en 2012, según los datos más recientes de la ONEI. Los techos metálicos, las tejas de asbesto cemento y las vigas de acero negro fueron los rubros que más cayeron. Asimismo, en 2011 se concluyeron 32 mil 640 viviendas en el país, mientras el año pasado fueron 32 mil 103.

Para mejorar la vivienda, el investigador Fernando Martirena propone diseñar materiales para construcción más ecológicos y baratos, los cuales sean obtenidos de manera industrial. De igual forma, fortalecer la producción y aprovechamiento de las capacidades locales con la creación de pequeños talleres de ecomateriales.

La fábrica Siguaney, de Santi Spíritus, comenzó a producir en abril las primeras 240 toneladas de un cemento ecológico obtenido por el estatal Centro de Investigaciones y Desarrollo de Estructuras y Materiales (Cidem), de la Universidad Central Martha Abreu, de las Villas, dirigido por Martirena.

Este producto, a base de metacaolín (obtenido a partir del mineral caolín) y piedra caliza sin quemar, se comercializará a partir de 2014. Reduce el costo de producción 28 por ciento y contribuye a mitigar los efectos del cambio climático, al reducir las emisiones de dióxido de carbono durante la fabricación, detalló el experto.

El Cidem trabaja desde 1995 directamente con comunidades cubanas en el desarrollo de un sistema para la producción local de materiales para construcción elaborados con baja energía y reciclados, como tejas de microconcreto TMC, cementos puzolánicos CP-40, elementos prefabricados, áridos y ladrillos de cerámica roja, entre otras tecnologías adecuadas para zonas rurales y periurbanas.