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Cooperativas escolares ignoran ley; ahora venden más golosinas

Son una delicia para el paladar de niños, pero una bomba para su salud: investigador

Contradicción, que quienes elaboran comida chatarra pongan bebederos, señala

 
Periódico La Jornada
Jueves 11 de julio de 2013, p. 39

A casi tres años de expedirse la Ley Antiobesidad, que busca evitar la venta de dulces, pasteles, frituras y otras golosinas en las cooperativas escolares, el consumo de éstas continúa en los planteles y en mayores cantidades, porque los niños no se llenan, reconocieron maestros.

La reducción de los empaques, explicó el investigador del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, Abelardo Ávila, ha provocado que en lugar de comer una bolsa de 60 gramos de frituras, compren dos de 40 gramos, lo que aumenta 50 por ciento el consumo de sodio, carbohidratos y grasas, todos dañinos para su salud.

Las botanas y refrescos son una delicia para el paladar de los niños, pero son una bomba de tiempo para su salud, pues su ingesta en grandes cantidades ha derivado en un incremento en los casos de obesidad y sobrepeso infantil, donde el Distrito Federal se ubica en el primer lugar mundial, señaló.

La obligatoriedad del Estado de dotar a las escuelas públicas de bebederos, como se planteó en la ley, por ejemplo, no se ha cumplido y con la incorporación de empresas como Coca Cola al Consejo de Prevención de la Obesidad, se busca dotar a los planteles de éstos, lo cual es contradictorio.

Opiniones divididas

La necesidad de las madres de familia de trabajar ha provocado que el refrigerio del niño se forme de yogurt, un sandwich, refresco o jugo y una golosina, cuyo contenido de azúcar es altísimo, contra un bajo contenido de proteínas, pero ellas piensan que es al revés, comentaron maestros.

A ello, precisó el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la ciudad de México, Gerardo López, se suma la venta indiscriminada de productos chatarra y fritangas afuera de las escuelas, donde no se aplica ninguna regulación, atentando contra la salud de los niños.

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La poca atención de los padres de familia en los hábitos alimenticios de sus hijos y la continua venta de comida chatarra en las escuelas públicas dan como resultado sobrepeso y obesidad en los infantesFoto Notimex

Un estudio elaborado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en 2012 sobre el tema destaca que en un informe alimentario emitido por la Organización de Naciones Unidas (ONU), cada año mueren más de 3 millones de personas en el mundo a causa del sobrepeso y la obesidad, considerándose esta última como un padecimiento equiparable a la desnutrición.

Según Olivier de Shutter, relator encargado de ese informe, 925 millones de personas sufren de malnutrición, mil 300 millones de sobrepeso y 5 millones de niños mueren por falta de nutrición; y este incremento en la incidencia del sobrepeso y la obesidad alrededor del mundo está relacionado con la ingesta desmedida de alimentos procesados, ricos en grasas, sal y azúcar añadidas.

De acuerdo con una investigación realizada por la Profeco sobre fritangas, jugos y refrescos, se detectó que las cantidades de sodio que contienen las bolsas de sabritones, totis naturales y chicharrón de harina con chile era de 2 mil 248, mil 742 y mil 326 miligramos, cuando el consumo óptimo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no debe rebasar diariamente los 2 mil 400 miligramos.

Asimismo, se encontraron algunos artículos que proporcionan más de 50 por ciento de grasa de la que recomiendan los expertos, lo cual es un aporte alto para provenir de un solo producto, indicó.