Opinión
Ver día anteriorLunes 15 de julio de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Economía: juego circular

El discurso oficial la infla

La cruel realidad la desinfla

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Empleados revisan la llegada de mercancía procedente de China en un depósito en la ciudad de México. De acuerdo con cifras del banco central, la economía nacional moderará su ritmo de crecimiento este añoFoto Reuters
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erá para después –incluso para mucho después– cuando el actual inquilino de Los Pinos pueda siquiera volver a plantear –como hizo en su campaña electoral– la posibilidad de triplicar el ritmo de crecimiento en esta república de discursos. Mal y de malas se reporta a la economía nacional, y nada –cuando menos hasta ahora– hace previsible una mejora medianamente aceptable.

Por el contrario, prácticamente todos han reducido la perspectiva de crecimiento para 2013 y se muestran más que desconfiados para 2014, pero la cereza la ha puesto el mismísimo Banco de México: “la economía mexicana muestra ‘una importante desaceleración’, en un entorno internacional que se advierte ‘frágil’… A la luz de la rapidez y profundidad con la que se ha dado la desaceleración de la economía, de acuerdo con el banco central, los riesgos a la baja para la actividad económica en México ‘se han elevado’” (La Jornada, Roberto González Amador). Y lo advierte una entidad pública que ahora encabeza quien no hace mucho diagnosticó un simple catarrito. Cómo estará la cosa.

En el cuento de nunca acabar, con discursos inflan la economía, pero la terca realidad se encarga puntualmente de desinflarla, y a lo largo de los años esta última siempre ha salido victoriosa en este juego circular. Como un acto de fe, desde el gobierno federal se presume que el ritmo de la actividad económica en el país aumentará en la segunda mitad del año, pero más allá de su creencia divina nada tangible sustenta el dicho. La apuesta es el petróleo, cuya privatización… perdón modernización en el mejor de los casos apenas aportaría medio punto porcentual adicional a la tasa de crecimiento, y a qué costo.

En el recuento de los daños, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados advierte que, de acuerdo con los indicadores oficiales, la economía mexicana entró en la fase de recesión, aunque se prevé se coloque en la fase de expansión en los próximos meses. Mientras, los cada día más nerviosos aliados naturales del régimen (antes eran los obreros y campesinos; ahora los empresarios) registran resultados desfavorables en los indicadores de utilización de planta y equipo, exportaciones, personal ocupado y en inventarios de productos terminados, de tal suerte que si para ellos las cosas no pintaban muy bien, pues ahora van peor.

Y en la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de Banco de México, realizada en junio, se pronostica que la expansión económica para 2013 moderará su ritmo de crecimiento al anticiparse un incremento real del producto interno bruto de 2.84 por ciento, inferior a las tasas pronosticadas en encuestas anteriores. Son los mismos nerviosos que no hace mucho, aterrorizados, aseguraban que apostarle a algo distinto implicaría retroceso y advertían sobre el riesgo de cambiar de rumbo. Pues allí lo tienen: nadie cambió el rumbo, y por lo mismo el retroceso está garantizado.

De acuerdo con el Banco de México (Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado), en junio pasado el pronóstico es que en 2013 la expansión económica nacional moderará su ritmo de crecimiento al anticiparse un incremento real del PIB de 2.84 por ciento, contra 2.9 por ciento en la encuesta previa; para 2014 se prevé un repunte, se estima un alza de 3.93 por ciento, contra 3.98 un mes antes. No obstante, ambas tasas no rebasan a la que se observó en 2010 (5.28 por ciento).

De acuerdo con el panorama económico considerado por el sector privado, apunta el CEFP, podría darse menos generación de empleos formales para el cierre de 2013, pues consideran un aumento anual de 579 mil trabajadores asegurados al Instituto Mexicano del Seguro Social, 41 mil menos que en la encuesta previa y el más bajo de lo que va del año. En tanto que para 2014 se anticipa un registro anual de 710 mil plazas nuevas en el IMSS, con una reducción de mil puestos de trabajo a lo estimado en mayo (711 mil puestos).

Ante este contexto, se deterioró la expectativa de la tasa de desocupación nacional promedio: para 2013 se estima en 4.92 por ciento, cifra superior a la expectativa anterior (4.88 por ciento). Si bien el pronóstico es que disminuya en 2014 con relación a la estimada para 2013, al ubicarla en 4.69 por ciento, es mayor en 0.08 puntos porcentuales a la prevista en el quinto mes del año. En suma, se aprecia un detrimento del mercado laboral ante la menor generación de empleo, lo que se trasladará en el aumento de la tasa de desocupación, la cual se mantendría por arriba de los niveles observados antes del periodo de crisis.

En lo que se refiere a la perspectiva inflacionaria, señala el CEFP, la estimación para el cierre de 2013 se ubicó en 3.79 por ciento, cifra inferior en 0.14 puntos porcentuales a la de la encuesta pasada; para el cierre de 2014 se colocó en 3.78 por ciento (menor al 3.8 de la encuesta anterior). No obstante que se prevé que la inflación se ubique dentro del intervalo de variabilidad (2-4 por ciento), la previsión se mantiene por arriba del objetivo puntual (3 por ciento). El sector privado considera que los principales factores que podrían limitar el ritmo de la actividad económica durante los próximos meses, por orden de importancia, son: la debilidad del mercado externo y de la economía mundial (principal causa a lo largo del último año); la inestabilidad financiera internacional; la ausencia de cambios estructurales en México; los problemas de inseguridad pública y la política fiscal que se está instrumentando.

En fin, para mejor ocasión será aquello de triplicar la capacidad de crecimiento económico del país, pero lo cierto es que se mantendrá como sueño guajiro si no modifican la estrategia. Y los resultados de tres décadas al hilo lo certifican.

Las rebanadas del pastel

Si de situaciones circulares y deprimentes se trata, allí está la terrible realidad del acceso a la educación superior en el país, siempre en medio de muchísimos discursos que prometen súper presupuestos y mega desarrollos: apenas 13 de cada cien aspirantes lograron colarse a la UNAM. Eso en promedio, porque en casos como el de la Facultad de Medicina sólo dos de cada cien. Alrededor de 69 mil muchachos se registraron; menos de 62 mil presentaron examen y de ellos por abajo de 8 mil la libraron. La mezcla es explosiva: deficiente formación académica, exámenes para un cociente intelectual de 800 y, sobre todo, sempiterna falta de presupuesto para abrir espacios. ¿Cómo iba aquello de que un país sin educación carece de futuro?

Twitter: cafevega

D.R.: [email protected]