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El líder islamita preso, Khairat Shater, se niega a negociar con enviados internacionales

La Hermandad Musulmana rechaza aceptar que Mursi ya no será presidente de Egipto

Unos 2 mil seguidores del depuesto mandatario marchan en El Cairo para exigir su retorno al poder

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Un hombre sostiene un cartel con la imagen del depuesto presidente de Egipto, Mohamed Mursi, ayer, durante una protesta en el centro de El Cairo. Simpatizantes islamitas marcharon en demanda de restituir al ex mandatario y denunciaron al jefe del ejército, Abdel Fatah Sisi, que encabezó el golpe de Estado, el 3 de julio pasadoFoto Foto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Martes 6 de agosto de 2013, p. 23

El Cairo, 5 de agosto.

La Hermandad Musulmana rechazó el pedido de enviados internacionales de aceptar la realidad de que el derrocado presidente egipcio Mohamed Mursi no volverá a ser presidente, destacó este lunes el portavoz de la agrupación, en el contexto de una manifestación de unos 2 mil seguidores del depuesto mandatario.

Mediadores de Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y la Unión Europea (UE) se entrevistaron con Khairat Shater, uno de los dirigentes de la Hermandad Musulmana encarcelados tras el derrocamiento de Mursi.

El subsecretario de Estado estadunidense, William Burns, y el enviado de la UE, Bernardino León, se reunieron con el líder de la Hermandad, quien rechazó establecer cualquier negociación con los enviados internacionales y dijo que una reunión negociadora sólo debería darse con Mursi, a quien insistió en llamar legítimo presidente egipcio, informó la cadena Al Jazeera.

Shater enfrentará un juicio el día 25 de este mes por incitar a la violencia que terminó con la muerte de varios opositores del entonces presidente Mursi, según determinó la víspera la justicia egipcia.

Más adelante se espera la llegada a El Cairo de los senadores estadunidenses John McCain y Lindsay Graham, quienes viajan a petición del presidente estadunidense Barack Obama, en busca de que Egipto vaya hacia la democracia y no rumbo a una dictadura militar.

En tanto, unos 2 mil seguidores islamitas de Mursi marcharon por el centro de El Cairo para pedir su retorno al poder, al tiempo que denunciaron al jefe del ejército, Abdel Fatah Sisi, que encabezó el golpe de Estado, el 3 de julio pasado.

Al coro de Mursi, Mursi y No somos terroristas, los manifestantes marcharon de forma pacífica mientras portaban imágenes del presidente depuesto. Otros realizaban grafitis en paredes y estatuas insultando a Sisi. La marcha mostró que a un mes del derrocamiento de Mursi. la tensión todavía es peligrosa en Egipto.

Mursi se convirtió en el primer presidente electo en las urnas en junio de 2012, 16 meses después de la salida de Hosni Mubarak, que gobernó el país casi durante 30 años, pero el temor de algunas facciones laicas del país a que intente establecer una nueva autocracia islamita y el fracaso en solucionar los problemas económicos que sufre la mayoría de sus 84 millones de habitantes llevó a enormes manifestaciones el 30 de junio, propiciando el golpe militar.