Hay canciones cuya letra es vigente a fuerza de realidad, como es el caso de Se vende mi país, de Óscar Chávez, que dice: “Se vende mi país por todos lados/ La tripa, el corazón y sus costales./ Se vende mi país a cuatro vientos./ Su sangre, su sabor, sus alimentos./ Se vende mi país cada momento./ Su hambre, su dolor, su sentimiento./ Se vende mi país con todo y gente./ Se vende la palabra independiente./ Yo no lo vendo, no, porque lo quiero./ Yo no lo vendo, no, mejor me muero./

Yo no lo vendo, no, porque lo quiero./ Yo no lo vendo, no, mejor me muero.../ Se vende mi país y da coraje./ Se vende mi país/ es un ultraje./ Se vende mi país y su petróleo./ Y los santos obispos y sus óleos./ Se vende mi país por todas partes./ Se vende Antropología y Bellas Artes./ Se vende su historia y su destino...

Y así se titulará el concierto que dará Óscar Chávez el sábado 31 de agosto, en el Auditorio Nacional. Esa canción la hice hace 10 años, expresó el caifán en entrevista. La he vuelto a cantar; el año pasado la interpreté porque, por desgracia, sigue siendo vigente. Qué pena, por todo lo que está sucediendo en México. Todo se está vendiendo.

No faltará Por ti

Agregó que en su presentación el formato será el que ya conoce el público, con los temas de diversos momentos de su carrera. Sin faltar Por ti; algo de lo que va rescatando de música tradicional, más una que otra nueva, para que sea una noche de estreno. Habrá algo romántico, algo político.

Todo estará dedicado a la memoria de Enrique Lizalde, quien fue actor, impulsor del sindicalismo actoral independiente, lector inmerso en infinidad de libros, quien falleció el pasado 3 de junio.

También voy a cantar una pieza muy poco conocida de María Greever; es prácticamente desconocida. Es una sorpresa. Tanto que no quiso mencionar el nombre, para dejar una emoción con puntos suspensivos.

Hará un recuerdo de Alfonso Esparza Oteo, maestro de la música mexicana que nació el 2 de agosto de 1894 y legó obras inmortales como Un viejo amor. Interpretará creaciones que desde hace un tiempo no canta. Una con un poema de Roque Daltón, poeta salvadoreño. Otra con un poema de José Gorostiza. Una más con un texto de Juan Ramón Jiménez y música de Rafael Elizondo.

La mitad del concierto, precisó, será bajo la dirección musical de Rosino Serrano y la otra parte con sus inseparables compañeros Los Morales. Habrá piano, chelo, guitarra, algún aliento.

Informó que con Héctor Morales sigue desarrollando el proyecto de investigación sobre viejos sones jarochos. Aparte, estamos haciendo un trabajo de sones de otra región, sobre todo de Jalisco, Colima, Nayarit, Michoacán. Hay cosas preciosas. Siempre lo platicamos: México tiene una producción musical inmensa. Lo de los sones no sé cuándo estará listo. Hablamos de 40 a 50 sones y hay que trabajarlos mucho; posiblemente para 2014. En el horizonte hay muchas horas de trabajo, de talacha y de picar piedra, pero cuando esté, valdrá la pena.

Óscar Chávez durante la entrevistaFoto Guillermo Sologuren

El 31 de agosto quizá lea un soneto.

Las nuevas generaciones han aceptado su música. Ya le estoy cantando a los nietos de mi generación o a los bisnietos. Afortunadamente. A los conciertos van nietos de mis compañeros, de mis amigos. Eso es un buen termómetro. Si van los nietos, entonces van los abuelos. ¿De parodias? Algo va a haber; más canciones norteñas, románticas, boleros. Habrá un poco de todo para hacerlo lo menos solemne y aburrido.

Anda muy activo el llamado Estilos de la película Los caifanes, pues luego dará un concierto en Tijuana, Baja California. En general soy bien recibido en provincia, en Chiapas, Monterrey, etcétera... Guadalajara, Tamaulipas.

Para el espíritu, lee. Estoy leyendo muchas cosas. Ensayos de libros científicos, uno sobre el Sol.

Los ensayos para su tocada Se vende mi país son frecuentes y a ello atribuye el fortalecimiento de su voz.

Aún medita si cantará Petróleo

Dada la discusión actual sobre el petróleo, dijo que aún medita si canta o no su rola Petróleo, otra que no envejece. Tiene como 20 años que la hice. A este país lo están vendiendo desde hace 500 años; no lo han logrado, pero ahí van. Estamos pagando a dólar el litro de gasolina. Hay pobres sin alternativas de educación, de servicios de salud. Los jóvenes rechazados de las escuelas. ¡Es impresionante! Y los libros de texto con errores. ¿Quién redacta eso? A algún trasnacional. No hay voluntad ni interés. Hay muchos temas que se podrían tocar en un concierto, pero se trata de hacer un concierto, no un... como en elecciones. Sí cantaré dos o tres cosas políticas. ¿Más? No, si de eso se tratara haría un concierto de seis horas, con parodias.

Afirmó que no oye desde el escenario cuando un joven le grita: ¡Cántale a mi mamá, Óscar! Añadió que cuando hay ingenio trata de contestar con ingenio.

Se vende mi país acaba así: Se vende a la mamá./ ¡Qué poca madre!/ Se vende mi país y yo me chingo./ Se vende al extranjero y a lo gringo./ Se venden sus memorias y sus recuerdos./ Lo avientan a las hienas y a los cerdos./ Se vende mi país puro y entero./ Por un pinche puñado de dinero./ Yo no lo vendo, no,/ porque lo quiero./ Yo no lo vendo, no,/ mejor me muero.