Sociedad y Justicia
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De 11.3 millones que hay en el país 72 por ciento se encuentran en pobreza

Enfrentan indígenas más carencias que el resto de mexicanos pobres

En el Día Internacional de los Pueblos originarios diversas instituciones confirmaron que este sector es el más afectado por la falta de oportunidades de educación y trabajo, y la falta de servicios

 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de agosto de 2013, p. 33

En el contexto del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se conmemora hoy, diversas instituciones confirmaron que este sector de la población es el más afectado por la pobreza, la falta de oportunidades de educación y trabajo, y la carencia de servicios básicos.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer que de los 11.3 millones de integrantes de los pueblos originarios que hay en el país, alrededor de 72 por ciento (8.2 millones) se encuentra en pobreza y tan sólo 500 mil indígenas, 5.3 por ciento, no es pobre, pues alcanza a cubrir todos sus satisfactores y cuenta con ingresos suficientes.

El informe Medición de la pobreza 2012 de dicho organismo revela que este sector de la población enfrenta más carencias que los mexicanos que no son indígenas. Un ejemplo es que del total de personas que viven en pobreza extrema, el porcentaje es cuatro veces más alto entre los indígenas, ya que 30.6 por ciento (3.5 millones) de éstos se encuentran en esta condición, contra 7.6 por ciento del resto de la población.

En cuanto al acceso a derechos sociales, se documentó que ocho de cada 10 indígenas carecen de seguridad social (pensiones y prestaciones) y uno de cada cuatro tampoco tiene acceso a los servicios de salud.

De igual forma, los indígenas residen en casas más precarias que el resto de los mexicanos, ya que 59.7 por ciento carece de servicios básicos en ellas y 34.3 por ciento tiene viviendas de baja calidad y espacio insuficiente, indicó el Coneval. En el resto de los mexicanos, el porcentaje en esos rubros es de 17.1 por ciento y 11.3 por ciento, respectivamente.

En cuanto a satisfacción de necesidades básicas, como alimentación, 34.4 por ciento (3.9 millones) de los indígenas no tienen acceso y 34.1 (3.9 millones) enfrenta rezago en su nivel de educación, reportó el organismo.

En el mismo sentido, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos indicó que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, sólo 57 por ciento de los indígenas tiene acceso a instituciones de salud, 22.6 por ciento vive en casas con piso de tierra y 27.3 por ciento de dicha población de 15 años de edad o más es analfabeta.

Carlos Zolla, académico del Programa Universitario México Nación Multicultural, de la Universidad Nacional Autónoma de México, coincidió en que en un entorno de desigualdad, los indígenas son el segmento más afectado.

Los miembros de los pueblos indios, advirtió el especialista, son los más vulnerables ante la enfermedades infecciosas y crónico-degenerativas, además de presentar los mayores niveles de desnutrición en el país.

Además, estas comunidades enfrentan rezago educativo, marginación, discriminación, pobreza y carencia de acceso a distintos servicios, lo cual debe ser combatido mediante políticas públicas integrales que consideren la participación y el potencial de estas comunidades, dijo Zolla.

Gloria Mejía Elizondo, integrante del colectivo feminista Kinal Antzetik, consideró que dentro de la marginación y carencias que sufren los indígenas, las mujeres son un sector todavía más vulnerabilizado, puesto que en muchas ocasiones los sistemas de usos y costumbres limitan aspectos como su participación política, sus derechos sexuales y reproductivos o su acceso a la salud.

Las mujeres han sido protagonistas de los movimientos de sus pueblos en defensa de sus recursos, como muestran las luchas contra proyectos mineros, pero han tenido que pelear por sus derechos en el interior de las comunidades, indicó.

Hay una visión muy romántica sobre los usos y costumbres. Una parte de ellos tienen un gran valor cultural para los pueblos, pero también están permeados por el machismo y las construcciones de género que reproducen la desigualdad entre hombres y mujeres, aunque esta violencia estructural no sólo atañe a los indígenas, enfatizó.

(Con información de Arturo Sánchez)