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GB justifica la retención del brasileño Miranda

Le incautaron material ligado a Snowden; podría servir a ‘‘terroristas’’, arguye Londres

 
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de agosto de 2013, p. 36

Londres, 20 de agosto.

El brasileño David Miranda, esposo del periodista estadunidense Glenn Greenwald –uno de los reporteros que revelaron la existencia de un amplio programa de espionaje de Estados Unidos por Internet a partir de documentos filtrados por Edward Snowden, el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional estadunidense (NSA)–, interpuso hoy una acción legal tras su detención por la policía británica el domingo pasado en el aeropuerto londinense de Heathrow, que le decomisó, según sus abogados, material periodístico delicado.

David Miranda interpuso una demanda civil sobre el material (que le fue confiscado) y la forma en la que fue tratado, declaró a la BBC el redactor en jefe de The Guardian, Alan Rusbridger, quien la noche del lunes denunció que expertos en seguridad del Cuartel de Comunicaciones del Gobierno (el equivalente británico a la NSA) lo obligaron hace un mes a entregar las computadoras que contenían material confidencial suministrado por Snowden, bajo amenaza de enfrentar una demanda legal.

Miranda quiere recuperar su material y no quiere que sea copiado, sostuvo Rusbridger.

Un abogado británico que presentó una demanda en representación del ciudadano brasileño de 28 años señaló que la policía le incautó una computadora portátil, su teléfono celular, memorias USB, un disco duro y una consola de juegos. Miranda fue liberado sin cargo tras rebasar el límite de tiempo para esta clase de arrestos, que es de nueve horas.

Estos artículos contienen material periodístico confidencial y no deberían haber sido incautados, dijeron los abogados del brasileño en una carta enviada a la secretaria británica del Interior, Theresa May, y a la policía.

Procedente de Alemania y con destino a Brasil, Miranda estaba en tránsito en el aeropuerto de Heathrow y portaba material de Snowden que era enviado a través de Laura Poitras, documentalista estadunidense radicada en Berlín, a Greenwald, quien vive en Río de Janeiro.

The Guardian precisó que pagó los boletos de Miranda y precisó que el joven no es empleado del diario, pero a menudo ayuda a Greenwald en su trabajo.

El periodista estadunidense sacó a la luz pública las revelaciones de Snowden el pasado 5 de junio en The Guardian. El Washington Post también informó en esa fecha de la existencia del programa de espíonaje PRISM.

En todo caso, Greenwald aseguró este martes a la televisora brasileña O Globo que tiene copias de todos los documentos confiscados a su pareja, los cuales fueron entregados por Snowden, actualmente refugiado en Rusia.

La policía puede retener documentos todos los días y siempre habrá copias de todo. Tenemos copias de todo y no dejaremos de publicar nada, pues es necesario informar a las sociedades sobre lo que ocurre en el mundo, explicó Greenwald.

En la misma entrevista con O Globo, Miranda aseguró que fue amenazado todo el tiempo y calificó la detención de intimidante.

Aun sintiéndome amenazado, logré estar tranquilo. Imagina un brasileño detenido durante nueve horas en esa forma; creo que acaba con la persona en todos los sentidos. La persona queda con mucho miedo. Admitió que no hubo ninguna violencia física, aunque sí sicológica.

En otra entrevista con el portal brasileño UOL, Miranda exhortó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a pronunciarse sobre su breve arresto.

El gobierno británico, acusado de coartar la libertad de prensa, indicó este martes que la policía estuvo en lo correcto al detener a Miranda si consideró que podría haber vidas en riesgo con el traslado de datos provistos por Snowden, asilado de manera temporal en Moscú, luego de haber sido acusado de espionaje por Estados Unidos.

El Ministerio del Interior dijo que los funcionarios tenían autoridad para tomar medidas de seguridad. Theresa May, titular de esa dependencia, señaló que la policía detuvo a Miranda por procedimientos antiterrorismo que permiten actuar para evitar que información robada llegue a manos de extremistas.

Como ministra, May dijo que fue informada con antelación de que Miranda podía ser detenido, pero destacó que a ella no le corresponde decidir que se apliquen las medidas.

Scotland Yard consideró que la detención del brasileño fue válida legalmente y a nivel de procedimiento, y negó que se le hubiera negado el acceso a un abogado.

Downing Street, sede del gobierno británico, confirmó que el primer ministro David Cameron fue informado sobre el asunto. Estuvimos al corriente de la situación. No dirigimos investigaciones policíacas, indicó una fuente no identificada por The Guardian.

Estados Unidos negó ayer estar implicado en la decisión de retener a Miranda, pero confirmó que fue notificado por las autoridades británicas, explicó el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Josh Earnest.

El diario The Times instó a la policía a clarificar la utilización de esta ley contra el terrorismo en el caso Miranda. The Independent se mostró escandalizado por el recurso a esta legislación en un caso que, subrayó, nada tiene que ver con el terrorismo.

Enlaces:

Los cables sobre México en WikiLeaks

Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks