Sociedad y Justicia
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Presenta Alianza por la Salud Alimentaria resultados de su encuesta nacional

Sólo 11% de los obesos asumen que tienen un problema de salud

Apenas 17% cuenta con un diagnóstico clínico

Según la investigación, 80% opina que los mensajes de comida chatarra transmitidos en tv deben prohibirse, al igual que en las escuelas

 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de agosto de 2013, p. 37

La mitad de las personas con sobrepeso en México piensan que tienen peso normal y apenas 11 por ciento de las que son obesas están conscientes de ello. Únicamente 17 por ciento de ambos grupos cuenta con un diagnóstico clínico respecto a su exceso de peso corporal, reveló la Encuesta Nacional de Obesidad, realizada por la Alianza por la Salud Alimentaria.

Los primeros resultados del estudio se presentaron ayer en conferencia y dan cuenta de la baja percepción que tienen los individuos sobre su problema de salud. Por lo tanto, aunque están conscientes de la gravedad y los riesgos para la salud que representan el sobrepeso y la obesidad, no toman medidas personales para cuidarse y mejorar sus hábitos alimentarios, resaltó Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.

La investigación, representativa de la situación nacional, también encontró que más de 80 por ciento de la población está de acuerdo con que se prohíba la publicidad de comida chatarra en televisión, principalmente en canales infantiles.

Las organizaciones de la alianza resaltaron la importancia de los datos arrojados por la encuesta ante la próxima presentación de la estrategia nacional contra la obesidad, la cual ya está lista y en la Secretaría de Salud (Ssa) sólo se espera confirmar la fecha para darla a conocer. Se prevé que el acto será encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto.

Luis Manuel Encarnación, de la organización ControlPESO, recordó que México ocupa el segundo lugar mundial en sobrepeso y obesidad, y el primero en obesidad en mujeres con cuatro de cada 10 en esta condición.

Sobre el tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la estrategia debe contener medidas que en el mediano y largo plazos logren reducir el problema que afecta a 70 por ciento de los adultos y 30 por ciento de los niños; pero no deben faltar disposiciones para la restricción de la publicidad, el etiquetado de semáforo en los alimentos e impuestos al consumo de productos sin aporte nutrimental como los refrescos.

Carlos Gámez, consultor nacional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre factores de riesgo de las enfermedades crónicas, comentó que el organismo internacional proporcionó a la Secretaría de Salud (Ssa) cooperación técnica y recomendaciones puntuales sobre evidencia científica y experiencias internacionales exitosas. Dijo que no existen fórmulas mágicas para la solución de un problema de esta magnitud, pero sí intervenciones efectivas.

El especialista advirtió que la OMS está atenta al programa nacional que podría presentarse en los primeros días de septiembre, porque puede ser ejemplo para los países latinoamericanos e incluso para el resto del mundo.

Piden empaques con semáforo que indique si es saludable

La encuesta nacional también encontró que la mitad de la población piensa que la información de las etiquetas de los alimentos es poco o nada comprensible y 87 por ciento está de acuerdo en que los empaques tengan un semáforo que indique si el producto es o no saludable.

Además, 67 por ciento opinó que la comida que se vende en escuelas es poco o nada saludable y 81 por ciento estaría de acuerdo en que se prohibiera su venta en los planteles; 77 por ciento aprueba prohibir regalos en la venta de alimentos para niños. 

Respecto de la publicidad, 86 por ciento de los entrevistados opinó que ésta sí influye en la decisión de los menores de edad sobre lo que consumen y más si en los mensajes participan personajes conocidos entre ese sector de la población.

Calvillo subrayó que los datos de la encuesta confirman la necesidad de modificar el entorno de las personas a fin de  terminar con el actual ambiente obesigénico que favorece la ingesta de productos no saludables. Es información que la Ssa debería tomar en cuenta, concluyó.