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La forma en que se desarrolla el conflicto religioso, semejante a la de 1997

Riesgo de masacre en la colonia Puebla, similar a la de Acteal, alerta Las Abejas

El gobierno de Chiapas negó apoyo a desplazados, pero envió policías que protegen a los agresores

Enviado
Periódico La Jornada
Jueves 29 de agosto de 2013, p. 22

San Cristóbal de las Casas, Chis., 28 de agosto.

Integrantes de la organización de la sociedad civil Las Abejas, de la colonia Yaxgemel (municipio de Chenalhó), consideraron peligrosa la tardía presencia policiaca en la colonia Puebla, donde la situación es alarmante, y citaron las palabras de Javier Hernández Cruz, agresor del párroco de Chenalhó la semana pasada, quien habría dicho: Hace falta solear y calentar las municiones, ya que desde hace años ya ha sido guardado y se ha enfriado ya, en referencia a las armas que tienen guardadas él y todos los paramilitares de Puebla después de la masacre de Acteal.

El mismo individuo tiene amenazado de muerte a un catequista de Yaxgemel, mientras otros actores amenazaron a uno de los conductores que ayudaron a trasladar a los desplazados a San Cristóbal de las Casas.

Al pronunciarse contra la violencia sistemática en la localidad vecina, manifiestan:

“A nosotros que sufrimos en carne propia el desplazamiento forzado de 1997, nos indigna y reprime sicológicamente el desplazamiento que sufren nuestros hermanos y familiares de Puebla, porque la forma cómo se desarrolló este conflicto y la violencia allí han sido idénticas al proceso que llevó a la guerra sucia”. La colonia Puebla es donde surgieron los primeros paramilitares, quienes extendieron el conflicto e incitaron el paramilitarismo en varias comunidades de Chenalhó en 1997.

La nueva violencia constata que lo que comenzó siendo un problema religioso es una estrategia y un disfraz de los malos gobiernos, y en el fondo una ataque directo a nuestros compañeros, exponen Jacobo Hernández Gómez, Diego Guzmán Gómez y Lázaro Arias Gómez. La manera cómo se fue desarrollando el problema es de carácter contrainsurgente, ya lo hemos vivido y sabemos identificar la naturaleza de los conflictos.

La violencia pudo haberse resuelto sin desplazamiento si las autoridades tuvieran voluntad y capacidad de dar solución pacífica e inmediata. Sin embargo, fue lo contrario, lo cual resulta lógico, porque todas las autoridades competentes forman parte de los creadores de conflicto.

Complicidad oficial

La complicidad de los gobiernos se confirmó cuando por la tarde del día 22 los ahora exiliados, acorralados y amenazados de muerte, solicitaron protección de la fuerza pública para desplazarse, pero les fue negada. No obstante, cuando las personas amenazadas ya se habían ido, las autoridades de la colonia Puebla, causantes de las agresiones, solicitaron la fuerza pública, y se les concedió. Ahora, la policía ya se instaló ahí, acompañando a los generadores de violencia.

Presuntamente, la presencia policiaca en Puebla es para dar protección, pero en el fondo es para continuar la militarización en nuestras comunidades, sostuvieron los representantes tzotziles. Tememos otra masacre; sabemos que los policías pueden volver a entrenar a los paramilitares, que están activos, y la violencia extenderse a otras comunidades.