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Los empleos en esas empresas son conocidos por sus bajos salarios

Paran miles en restaurantes de comida rápida en EU

Según los organizadores la movilización tuvo eco en 50 ciudades

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Además de un sueldo base de 15 dólares por hora, los trabajadores de estas compañías piden tener el derecho a afiliarse a un sindicatoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 30 de agosto de 2013, p. 25

Nueva York, 29 de agosto.

Miles de trabajadores de restaurantes de comida rápida realizaron este jueves paros laborales en decenas de ciudades de Estados Unidos para reclamar mejores salarios y condiciones de trabajo en cadenas como McDonald’s, Burger King, Taco Bell y Wendy’s.

Protestas similares organizadas por sindicatos y grupos comunitarios en meses recientes han captado la atención de los medios hacia la industria de la comida rápida, cuyos empleos –calificados como mcjobs– son conocidos por los bajos salarios y las perspectivas limitadas.

Con cánticos como no podemos sobrevivir con 7.25 y hagan extragrandes nuestros salarios, los empleados piden a las compañías del ramo un sueldo base de 15 dólares por hora, más del doble que el salario mínimo federal de 7.25 que perciben actualmente, además del derecho a afiliarse a un sindicato.

A partir de la crisis financiera cambió el tipo de personas que laboran en los restaurantes de comidas rápidas: antes eran en su mayoría adolescentes, ahora son adultos con familias que mantener. El sector pone oídos sordos por el momento a las reivindicaciones.

Esta protesta tiene lugar luego de las efectuadas el 29 de julio y en noviembre, cuando unos 200 trabajadores interrumpieron sus tareas en restaurantes de comida rápida en Nueva York y otras siete.

La movilización de hoy tenía como objetivo ser la más grande en afectar a la industria de la comida rápida, pues se tenían previstas movilizaciones en unas 50 ciudades, como Nueva York, Boston, Chicago, Denver, Detroit, Houston, Hartford, Connecticut, Atlanta, Las Vegas y Los Ángeles, entre otras.

Este movimiento tiene lugar en momentos en que la Casa Blanca, algunos legisladores y economistas promueven un aumento al salario mínimo federal, que fue incrementado por última vez en 2009. Pero la mayoría de las propuestas buscan una subida bastante más modesta. El presidente Barack Obama quiere aumentarlo a nueve dólares por hora.

Los trabajadores también quieren formar sindicatos y negociar salarios más amplios, sin enfrentar represalias de franquicias o casas centrales. La mayor parte de los empleados en el sector privado de comida rápida no son sindicalizados.

El secretario del Trabajo, Thomas Pérez, dijo que compara estas protestas con la Marcha sobre Washington en 1963, que exigía un salario mínimo nacional para dar a los obreros mejores condiciones de vida. Para muchas personas que trabajan por salarios mínimos, el ascenso a mejores oportunidades se siente cada vez más lejos, destacó.

Tyeisha Batts, de 27 años, trabaja en Burger King y recibe 7.25 dólares por hora. Pero sólo 28 horas por semana, porque si uno trabaja 30 horas, deben darle un seguro médico, explicó. Sus horarios cambian a diario y cuando hay pocos clientes le dicen que vuelva a casa. Con un salario semanal de 100 dólares, 30 se van en el metro, afirma.

Mary Kay Henry, presidente internacional de SEIU, el sindicato que apoya la protesta, señaló que la mayoría de estos empleados tienen hijos e intentan mantener a su familia.

Su salario medio (incluyendo a los trabajadores en posiciones de más responsabilidad) es de 9.08 dólares por hora, es decir, muy por debajo del umbral de pobreza para un empleado que tiene la suerte de trabajar 40 horas semanales, destacó.