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A la mitad del foro

Ponerse en marcha

V

amos a mover México, dijo Enrique Peña Nieto el primero de diciembre de 2012. Hoy domingo primero de septiembre, Miguel Ángel Osorio Chong llevará los voluminosos libros con el primer Informe de gobierno del titular del Poder Ejecutivo a la sede del Congreso de la Unión. Se cumple al pie de la letra con la norma. Se mueve la agenda y el Informe a la nación ya no es a través de sus representantes, sino a buen resguardo, con los medios electrónicos transmutados en la más alta tribuna de la patria. Será en Los Pinos, después de haberse anunciado que el presidente Peña Nieto lo haría en el Campo Marte. Y no será hoy, será mañana lunes 2 de septiembre.

Se movilizan los maestros de la CNTE. Se han puesto en marcha. Se multiplican las marchas. Y las policías de la capital de la República erigen murallas de acero en torno a San Lázaro, sede del Congreso de la Unión, del Poder Legislativo reanimado, vuelto a ponerse en movimiento, a partir del interregno Calderón-Peña Nieto, al impulso de la política y del reconocimiento de la pluralidad que impide la mayoría del partido gobernante en ambas cámaras, del resto de los ahí representados. Y del Pacto por México, afortunado acuerdo y reconocimiento de los alcances y límites de cada actor de la transición en presente continuo. Recibieron la iniciativa de reforma educativa, la discutieron en comisiones, se votó y aprobó por mayoría calificada en el pleno, y después por los congresos estatales, cuyo concurso es indispensable.

Y se les reventó el barzón. Muchos fierros en la lumbre pusieron los del gobierno de Peña Nieto. Periodo extraordinario de sesiones, y sin la previsión de acordar y aprobar al paso establecido las iniciativas de reformas a las leyes secundarias, los alcanzó la presurosa disputa de los panistas por el control de su partido y, sobre todo, de las fracciones parlamentarias del Senado y de la Cámara de Diputados. Gustavo Madero removió a Cordero y lanzó al aire la exigencia de discutir y aprobar la reforma política –otra vez, las vueltas a la noria de la reforma electoral– antes de hacerlo con la energética y la hacendaria. Y la terca realidad exhibió la parálisis económica, el descenso del previsto crecimiento de 3.5 por ciento del PIB previsto, a tantito así arriba del 1 por ciento anual. Luis Videgaray se apresuró a asegurar que no había subejercicio de lo presupuestado, que de lo programado para el primer semestre se había ejercido más del 80 por ciento.

Juegos de birlibirloque. El texto del primer Informe de gobierno seguramente detallará la diferencia entre las multimillonarias inversiones comprometidas, particularmente en obras públicas de infraestructura, con el cómo y el cuándo del desembolso. Hoy, primero de septiembre, el circulante desaparece, lo retiran los doctores del catarrito; los capitales golondrinos vuelan; veinte mil millones de dólares salieron del país en un mes y los inversionistas hicieron su agosto. (Fe de erratas: hace ocho días diría esta columna que salieron veinte millones de dólares. Mea culpa). Sin crecimiento económico no habrá creación de empleos; sin aumentar y ejercer el gasto público, nos empantanaremos. Treinta años de crisis, de estancamiento, son prueba palpable de que las recetas de austeridad producen más pobres y una monstruosa concentración de la riqueza.

Vinieron al Distrito Federal. Y se instalaron en el Zócalo, en la plancha misma, frente a las oficinas de la jefatura de gobierno, de un gobierno perredista; de izquierda el partido, sin filiación alguna el jefe de gobierno. Van y vienen por la ciudad. El viernes sitiaron Bucareli y calles circunvecinas; cruzaron las vallas, entraron a la Secretaría de Gobernación para llegar al desacuerdo que ambas partes sabían inevitable. La CNTE demanda derogar la norma constitucional recién aprobada; el gobierno sabe que al posponer la votación, en el periodo extraordinario de sesiones, de la Ley General del Servicio Profesional Docente, el reglamento del Congreso obliga a que se discuta y resuelva dicha ley el primer día del periodo ordinario de sesiones. Hoy se instala el Congreso y hoy convocan a sesión para el martes 3 de septiembre.

Los maestros en marcha saben lo que está en juego. Resolvieron acudir a la marcha encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, convocada para manifestar el rechazo a la reforma energética, en lo que hace a modificar los artículos 27 y 28 constitucionales. La iniciativa del PRD y el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas han recibido el apoyo de un combativo contingente multitudinario. Con los maestros que decidieron no participar en la marcha programada para hoy por las organizaciones radicales porque el primero de diciembre hubo desmanes y violencia de provocadores y extremistas, dijeron los dirigentes de la CNTE. El Congreso de la Unión ha sido convertido en fortaleza sitiada, rodeada de altas bardas de acero y con 13 mil policías.

Es notable el temor a la violencia, a los vándalos del sinarquismo de nuevo cuño y los miles de jóvenes marginados, sin empleo, sin acceso a la educación. Porque es evidente la incapacidad de nuestra clase política, bien comida, bien vestida, para establecer contacto, discutir, llegar a acuerdos o desacuerdos con los que el Inegi califica como clase baja. Los curros, la gente decente, la derecha que mostró su rostro de mercader al llegar al poder por conducto del voto ciudadano, pide en voz del dirigente del PAN opciones de control como las tanquetas con cañones de agua que usa la policía chilena. Los del dinero, de plano piden se reprima a los bárbaros. Ven la tempestad y no se hincan.

Oaxaca es tierra de nadie, al filo de las revueltas sociales, del abandono y explotación de campesinos; con un gobierno que se pliega a la presión radical de líderes como Flavio Sosa, de grupos de resistencia como el Frente Único de Lucha. Gabino Cué recibe palmetazo de dómine en la televisión matutina y al día siguiente anuncia que el Instituto Estatal de Educación no liberó los cheques de 40 mil maestros que marchan en la ciudad de México. Guerrero es un polvorín. El Ejército detiene y desarma a los grupos de defensa popular; los pueblos demandan liberar a los detenidos; nadie cree en la palabra del gobernador Ángel Aguirre. Michoacán es un infierno en el que imperan el crimen y el oscurantismo religioso.

Se mueve México. Pero todavía sin rumbo definido. Es la hora de cumplir los compromisos que por un instante alentaron a superar el desaliento. Se va a aprobar la Ley General del Servicio Profesional Docente. Pero no dejará de arder el fuego en el llano. Crecer o condenar a millones a la pobreza. No hay más alternativa.