Opinión
Ver día anteriorMartes 10 de septiembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Agua sí, refrescos no

E

n el país la diabetes y la obesidad son una epidemia de graves consecuencias sociales y económicas. De los países de la OCDE, México es el que tiene el mayor índice de sobrepeso, obesidad y diabetes; hoy la diabetes mellitus es la primera causa de muerte; en 2010 murieron por esta enfermedad más de 80 mil personas, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.

En esa encuesta se afirma: Todas las enfermedades son importantes, pero la diabetes y sus principales factores de riesgo son una verdadera emergencia de salud pública ya que ponen en riesgo la viabilidad del sistema de salud. Es una enfermedad de causas múltiples en la que influyen la herencia y el sedentarismo, pero la dieta es sin duda el principal factor. Los mexicanos tenemos una mayor propensión a la obesidad, por ello nuestra dieta tradicional ha sido por milenios nuestra gran defensa.

Esta dieta se ha visto desplazada de manera intencional y sistemática por las empresas que generan productos industrializados, que contienen azúcar, sal y grasas por encima de los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

El caso de los refrescos embotellados es muy significativo. México ocupa el tercer lugar en el mundo en consumo de refrescos. De acuerdo con el Inegi, de 10 bebidas que se venden, siete son refrescos; las otras son bebidas energéticas, deportivas, aguas envasadas o jugos. Un refresco de 600 mililitros contiene hasta 12 cucharaditas de azúcar. Más del total recomendable, en una sola toma.

Ante una epidemia de estas dimensiones sería obligación del gobierno actuar en un esfuerzo conjunto a través de las secretarías de Salud, Educación, Agricultura, y de las instancias de cultura. Sin embargo son las organizaciones no gubernamentales las que encabezan estas tareas.

La Alianza por la Salud Alimentaria inició la campaña Impuesto al refresco para bebederos en escuelas. Con un gravamen de 20 por ciento a los refrescos habría recursos para poner bebederos en escuelas y espacios públicos y para atender los costos de la obesidad, la diabetes y sus complicaciones. Se considera que el consumo de refrescos disminuiría 40 litros por persona al año; así se reduciría la obesidad y evitarían más de 53 mil casos nuevos de diabetes en 10 años. (alianzasalud.org.mx/).

Apoyemos con responsabilidad la campaña cuidando nuestra salud, la de nuestros hijos y nietos. Hagamos agua con frutas de la temporada –tuna, sandía, melón, ciruela, piña y guayaba– usando poca azúcar.

Invitamos a la primera Feria científica y cultural del maíz del 17 al 19 de septiembre en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.