Las Vegas, 13 de septiembre.

Las cifras que rodean el combate de boxeo de este sábado entre Floyd Mayweather y Saúl Álvarez y los beneficios que repartirá entre todos los actores del espectáculo, casi ocultan que uno de los dos dejará de ser un pugilista invencible.

El estadunidense permanece al frente de las apuestas en una pelea que para muchos tiene un final anunciado: victoria del Money por cualquier vía.

El combate está pactado a 12 asaltos en 152 libras, pero se estarán disputando también los títulos de las 154 libras (superwélter) del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), ambos en poder del Canelo.

Aunque el margen en las apuestas se ha ido reduciendo, la mayoría de los expertos vaticina el triunfo de Mayweather, dado su mayor millaje en el cuadrilátero, dominio completo de los fundamentos del pugilismo, calidad de los rivales que ha vencido, y confianza a toda prueba en su talento para boxear y hacer dinero. Enfrente tendrá a un adversario más joven, pero que ha vencido a rivales de mediano nivel.

Ayer se realizó la ceremonia de pesaje para la función The One, ante 28 mil espectadores en la Arena Garden del MGM. La mayoría mexicana silbó al estadunidense y aplaudió al Canelo, quien contra todos los pronósticos dio sin problemas el límite pactado.

Money, retador y hablantín

El mexicano, con un abdomen marcado, se mostró tranquilo y no respondió a las provocaciones de su rival, quien masticó chicle en la foto cara a cara y se mostró retador y hablantín.

Desde muy chico nadie me intimida, tengo una mentalidad fuerte y no me preocupa que hablen. Esperaré hasta mañana y verán que seré muy rápido, dijo Álvarez, quien explicó por qué no tuvo problemas para dar el pesaje: Hice una preparación fuerte, nada más. Hoy amanecí abajo (del límite). Ahora haré mi hidratación, comeré y que el cuerpo suba lo que tiene que subir.

Del estilo elusivo de su rival, resaltó: Me considero un boxeador que resuelve problemas en el cuadrilátero y lo voy a hacer bien.

Por su parte, Floyd (150.5 libras) siguió en plan de divo: “Estoy contento con el Canelo porque ésta es una oportunidad para él. Es joven, pero voy a ganar con mi experiencia, soy el intocable, el muchacho guapo”.

No quiso hablar de una posible revancha y se despidió con gritos de ¡Viva México, amo México, amo Los Cabos!

La pelea es promocionada como si fuera un Ali-Foreman o un Tyson-Holyfield, y aunque difícilmente alcanzará esos niveles de leyenda, puede batir varios récords.

Todo gracias a la combinación de dos cadenas de televisión: la estadunidense Showtime, que tiene bajo contrato a Mayweather, y la mexicana Televisa, que mima al Canelo.

Es el combate soñado para cualquier promotor. Los dos son pugilistas de gran convocatoria y el pelirrojo es un rival televisivamente perfecto para Mayweather, quien actualmente es la máxima figura del boxeo mundial y considerado el mejor kilo por kilo del planeta. Además, los dos tienen un palmarés impecable, sin derrotas.

La presencia del mexicano atraerá a millones de espectadores latinos en Pago Por Evento y a aficionados acaudalados de México hasta el hotel MGM.

Es el boxeador más popular en este momento, dijo el ex púgil Oscar de la Hoya sobre su pupilo.

Álvarez tiene 23 años. Su pelo rojo, su mandíbula cuadrada y la potencia de sus golpes dicen mucho más que sus palabras. Según Forbes, es el deportista mejor pagado en México, después de las estrellas del beisbol que juegan en Estados Unidos. Televisa ya ha anunciado que prepara una telenovela sobre su vida.

Toda una novedad para Álvarez y una costumbre para Mayweather, quien ya fue objeto de un reality show con motivo de la pelea que le ganó a De la Hoya en 2007 y que lo encumbró.

A los 36 años, 13 más que su rival, Mayweather, campeón en cinco categorías (44-0, 26 nocauts), tratará de exhibir de nuevo su agilidad y sus reflejos para evitar los golpes del Canelo (42-0-1, 30 por la vía rápida), que tiene más pegada en sus puños. El combate a 152 libras ha obligado a engordar al estadunidense y a adelgazar al mexicano.

La gente cree que sólo es un toro que embiste. Verán lo contrario, promete De la Hoya, mentor y el hombre al que Álvarez parece destinado a suceder.

Canelo sabe que el aspecto sicológico será importante ante su oponente, capaz de esquivar casi todos los golpes. Debo tener calma. Muchos se desesperan y cuanto más lo hacen, más errores cometen. No es esa la forma de ganar a Floyd, afirmó el mexicano.

Tiene mejor cabeza, es más estable que Mayweather, abundó De La Hoya, quien resta importancia a la falta de experiencia de su pupilo.

Pretty Boy eligió a Álvarez como rival pese a ser más pesado, porque le atrae el reto de vencer también a la gran esperanza futura del boxeo, un púgil 13 años menor, y demostrar que el meticuloso cuidado de su cuerpo sigue dando resultados.

Ya he estado aquí antes. Nací para estar aquí, para estar a este nivel. Siento que soy el último de mi especie, afirmó el locuaz Mayweather, rebosando tanta seguridad como sudor cuando entrena.