Opinión
Ver día anteriorMiércoles 18 de septiembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Izquierdas saturninas y derechas sin discurso
S

i por un instante fuera posible despojarnos de ciertas fijaciones ideológicas, veríamos que en varios países de América Latina la realidad política viene desplegándose, desde hace más de 10 años, como el plumaje del faisán.

En ese despliegue, hay mucho que a las izquierdas y derechas descoloca, altera, trastorna. Pero si la verdad última del faisán es su plumaje, ameritaría que observáramos sus formas y colores con atención, y sin confundirlo con una gallinácea más.

Enemigas por definición de todo lo que es vida y creación, a las derechas latinoamericanas sólo les interesa comerse el faisán. Cosa de creciente dificultad, pues también las izquierdas desean participar en el banquete. Así es que por el momento hay una suerte de empate técnico, ya que si la intención de las primeras es improbable, la de las segundas es incierta.

De las derechas, mejor ni hablar. Bien conocidas por sus frutos, andan sin brújula tras haber perdido el consenso necesario para devorar solitas el faisán. Hablemos mejor de las izquierdas, que desde 2003 (un poco antes quizá) vienen ponderando con más juicio y madurez, el anhelo de participar en un banquete que será democrático o no será.

¿Qué retrasa, qué impide la celebración del banquete? Sin dudas, la creciente agresividad de las derechas, que ya libran sus apetencias en dos frentes simultáneos de lucha: entre sí, y contra las fuerzas que se les oponen.

Ahora bien, cuando esta crisis sea superada (parcialmente, como todas las crisis), se darán mejores condiciones para que las llamadas ciencias sociales y políticas, celebren un gran encuentro con el fin de sopesar uno los fenómenos culturales más curiosos de nuestra época. Adelantamos el eje de la convocatoria: Fusión y confusión política del discurso ideológico a inicios del siglo XXI.

Las mesas del encuentro indagarán en las causas que llevaron a ciertas izquierdas y derechas de nuestra época, a elaborar un discurso político único. Discurso que, con leves matices ideológicos, buscan boicotear los procesos en curso que están cambiando la historia política de América Latina.

Nuevamente: a las derechas ya las conocemos. Detengámonos, entonces, en ciertas fijaciones de algunos pensadores de izquierda, con respecto a tres procesos que tienen lugar en América del Sur. Aunque sin nombrarlos, pues se trata de individuos que estarían afectados por Saturno, planeta frío y seco que, según los antiguos griegos, estimula la bilis negra y el humor melancólico.

Argentina: “… El balance de las PASO (NR, elecciones primarias, abiertas, simultáneas, obligatorias) ha dejado un saldo por demás significativo: derrota del gobierno, ascenso de la derecha y centro-derecha y un giro a izquierda de un sector de la sociedad más amplio de lo previsible… el gobierno ha sufrido una derrota electoral de magnitud”.

Bolivia: “… el gobierno de Evo Morales es ahora no sólo exportador de materias primas, sino también prestamista de la banca de Estados Unidos e Inglaterra, esencia del imperialismo mundial”.

Ecuador: “… lo que cuenta es que el correísmo no ha intentado siquiera dar pasos hacia una verdadera transformación estructural… en el Ecuador actual son por igual válidas las conclusiones del reconocido intelectual boliviano (X), quien escribiendo sobre su país dice que se ha instalado el ‘Estado de derecho como tiranía’”.

Entre los aspectos que sacan de quicio a las izquierdas saturninas figuran, con formas inéditas, la opción de pueblos como los de Argentina, Bolivia, Ecuador, para no caer nuevamente en reflexiones seudofilosóficas del tipo ¿qué es la izquierda? Interrogante al que, en todo caso, dan respuesta por arriba y por abajo en su praxis cotidiana y habiéndose liberado, sino del capitalismo tal como quisieran, de ideologismos y teoricismos sin identidad y sustancia política.

Por lo demás, es verdad que en esta vida nada es irreversible. Sin embargo, la creciente agresividad de las derechas sin discurso, y la crisis del orden económico mundial vigente, también nos advierten que la tolerancia frente a las disidencias progre y humanitarias fogoneadas por el imperio, empiezan a conocer sus límites.

La geografía política anda enloquecida, y la geografía física no soportará un siglo más de marasmo y despropósitos. Las derechas sin discurso saben que en América Latina la izquierda real pasa por los procesos referidos. A esto (y nada más), le temen. Mientras que en las izquierdas saturninas sólo hay, como diría el científico estadunidense Alan Sokal, meras imposturas intelectuales.

A no ser que los pueblos dejen de votar, y dejándose guiar por las izquierdas saturninas, tomen el poder. Y ahí sí, el fin de todas las formas de capitalismo y el socialismo verdadero se habrán hecho realidad.