Opinión
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Amnesia empresarial

Fisco, ¿poco amigable?

¿Trabas a la inversión?

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El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, en conferencia de prensa, acompañado por el empresario Claudio X. GonzálezFoto Luis Humberto González
E

l sector empresarial y sus organismos especializados están muy preocupados, porque con la reforma fiscal se pueden desincentivar la inversión y la generación de empleos formales en la economía. Con estas palabras u otras similares, esa es la puntual advertencia del sector cupular privado, por medio del Consejo Coordinador Empresarial, la Confederación Patronal de la República Mexicana y hasta el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, por citar algunas de las agrupaciones.

El último de los organismos mencionados ha señalado que la eliminación del régimen de consolidación fiscal y el impuesto a la distribución de dividendos, entre otros elementos considerados en la reforma que se cita no es amigable, y es más política que fiscal. De hecho, afirma, puede propiciar que el interés de empresas extranjeras por instalarse en México pueda disminuir debido a la eliminación de muchas deducciones fiscales, que en países vecinos se mantienen, amén de que impone mayores cargas a las personas morales que generan empleo y riqueza en el país como las maquiladoras y las industrias automotriz y refresquera (La Jornada, Juan Antonio Zúñiga).

Desde luego que para los organismos empresariales la salida perfecta, o si se prefiere la reforma fiscal de verdad, se finca, única y exclusivamente, en aplicar el IVA a todo y a todos, pero de las observaciones por ellos realizadas, tal vez la más temeraria es la primera, es decir, aquella que sostiene que la iniciativa peñanietista en materia impositiva puede desincentivar la inversión y la generación de empleos formales en la economía.

Temeraria, por decirlo suave, porque los organismos empresariales cómodamente dejan a un lado que sin reforma y con el cúmulo de facilidades fiscales que el gobierno les ha otorgado (especialmente durante la docena trágica panista, con Fox y Calderón instalados en Los Pinos), si algo ha brillado por su ausencia es, precisamente, la inversión y la generación de empleo formal, sin olvidar la vertiginosa precarización e informalización del mercado laboral en el país.

Probablemente se deba a un severo ataque de amnesia, pero los organismos cúpula casualmente no recuerdan que, sin reforma, millones y millones de dólares generados internamente y que debieron invertirse en México terminaron colocados en terceras naciones, donde el capital privado mexicano buscó mejores condiciones para incrementar sus acaudales. No es gratuito que nuestro país ya es reconocido internacionalmente como exportador neto de capitales, y el galardón es cortesía de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

¿Que la reforma ahuyentará la inversión? Puede que sí, pero los citados organismos deberían entonces explicar qué pasó con sus representados, cuando, con todas las facilidades fiscales internas de que gozan, exportaron alrededor de 230 mil millones de dólares, todos ellos obtenidos en la economía mexicana, durante los sexenios de Fox y Calderón, de acuerdo con la información del Banco de México. De hecho, los llamados grandes empresarios ya son considerados entre los inversionistas más destacados del mundo… fuera de su país de origen.

La Unctad lo ha comentado de la siguiente manera: durante 2012 México apareció por primera vez en la lista de los inversionistas más grandes del mundo, al colocarse en el lugar 15 en 2012 y escalar 13 puestos frente al año previo (desde el escalón número 28), logrando con ello su mejor posicionamiento histórico; ello debido a que los inversionistas mexicanos colocaron (sólo ese año) 25 mil 597 millones de dólares en el exterior (monto que equivale a 1.3 veces el presupuesto de la Secretaría de Educación Pública para 2013), superando por amplio margen a la inversión foránea que el país recibió. De esa forma, México se convirtió en un exportador neto de inversión extranjera directa. Más aún, entre los países latinoamericanos, México fue el que más invirtió en el exterior (léase el que más capital “exportó).

Sólo para comparar, es menester detallar que la propuesta fiscal peñanietista prevé incrementar la recaudación hasta en 2.9 puntos porcentuales del producto interno bruto; la exportación de capitales con Fox y Calderón equivale a cerca de 20 puntos porcentuales del PIB (equiparable a un Fobaproa). Entonces, si los dineros exportados por los empresarios mexicanos se hubieran invertido aquí y no en terceras naciones, probablemente los organismos cupulares del sector privado no estuvieran alucinando que la falta de inversión y empleo formal en esta República de discursos es consecuencia de una reforma fiscal que –todo indica– ni siquiera pasará en los alocados términos en que fue presentada.

En fin, obvio es que aquello de puede desincentivar la inversión y la generación de empleos formales no es más que un pretexto para seguir evadiendo responsabilidades económico-sociales. Un ejemplo de ello es que de 1994 a 2012 (un poco antes de la reforma que ahora les asusta) la población económicamente activa en el país se incrementó en 18 millones de mexicanos, pero en ese periodo sólo se generaron 5.6 millones de empleos formales (incluidos las eventuales), de tal suerte que el déficit en la materia sobrepasó los 12 millones de plazas. Así, al mercado laboral del sector formal de la economía sólo pudo colarse uno de cada tres, y eso que en ese periodo nunca fueron amenazados con una iniciativa fiscal poco amigable.

Las rebanadas del pastel

SOS desde Guerrero: las comunidades de Tierra Caliente están atrapadas, los medios de comunicación sólo hablan de Acapulco, pero regiones de Tlapehuala, Ajuchitlán, San Cristóbal, San Jerónimo, están incomunicadas. El río Balsas se desbordó por todas las comunidades que lo rodean y hay muchos muertos. Hay gente atrapada que ya no tiene comida y no hay quien los pueda sacar o enviarles comida, ya que todos los ríos están saturados y todavía hablan de abrir las presas más para que no revienten. Familiares no hemos podido llegar ahí y no tenemos medios. Por favor, necesitamos ayuda, ya que es de carácter urgente. Hay muchos niños y personas de la tercera edad atrapadas y sin comida. Ni hablar de todas las casas que se fueron con los ríos… Y en medio de esta tragedia, le ponemos la velita número 29 a La Jornada. ¡Feliz aniversario! a la más joven y bella del periodismo mexicano. ¡Salud!

Twitter: @cafevega