jornada


letraese

Número 207
Jueves 3 de Octubre
de 2013



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus


pruebate


reseña

Para placer del consumidor
Pornocultura
Naief Yehya
Tusquets / 2013


Ya sea porque se le considere ofensiva, denigrante o repugnante, la pornografía generalmente queda oculta en las discusiones cotidianas. Desde el pánico moral de los conservadores hasta la encrucijada que representa para liberales y feministas, la pornografía siempre ha sido ese género incómodo o difícil de debatir. A pesar de ello, Naief Yehya nos presenta en su nuevo libro Pornocultura. El espectro de la violencia sexualizada en los medios el fenómeno de la pornografía en su total transparencia y complejidad. Yehya elabora una historia de la pornografía y su relación con la violencia en las imágenes de los medios de comunicación, principalmente internet, para analizar cómo esta alianza ha transformado a la sociedad contemporánea.

El autor narra esta historia desde sus inicios con los denominados stag films (brevísimas películas mudas de un solo rollo que muestran actos sexuales explícitos, distribuidas clandestinamente) hasta llegar a la Edad de Oro del cine pornográfico. A partir de esto, Yehya describe y analiza la manera en que la pornografía siempre ha utilizado la violencia como método para trasgredir los límites de lo moralmente permitido.

La aparición de subgéneros pornográficos como el hardcore, el hardgore o el snuff han encarnado intentos cada vez más extremos de llevar al límite la violencia dentro de las películas pornográficas. La aparición y masificación del Internet dieron el último impulso a este fenómeno. En la red, la pornografía tuvo contacto con imágenes sensacionalistas, en especial aquellas de crímenes sangrientos o ajustes de cuentas por parte del narcotráfico. Esta clase de imágenes se ha convertido en una nueva especie de pornografía, según Yehya, pues produce una excitación análoga en el público a la de los géneros hardgore o snuff. El autor concluye que la pornografía se ha introducido en la cultura popular tornándola en pornocultura: una cultura en la que se reproducen imágenes de tortura y muerte para placer del consumidor. (Rafael Fuentes Cortés)



Almohada de miles
Vida de una mujer amorosa
Ihara Saikaku
Sexto Piso / 2012


"Almohada de miles" es una metáfora que define muy bien a una anciana refugiada en los bosques del Japón de finales del siglo XVII, harta de desenvolverse en una sociedad que por un lado la veneraba, admiraba y deseaba, y por otro la menospreciaba y la orillaba a vivir condiciones y situaciones complejas para una mujer.

Vendida por sus padres para liquidar deudas familiares, desde muy pequeña esta mujer buscó sobrevivir mediante el uso de sus encantos, ya que, ella misma lo devela, su belleza era incomparable y llamaba la atención de todo tipo de hombre, desde los humildes mozos de las casas adineradas hasta los dueños mismos y, en algunos casos, las dueñas.

Sabedora del poder del sexo, esta mujer aprovechó su condición de cortesana para infiltrarse en muchos círculos de su sociedad y obtener el mayor provecho posible, aunque, como ella misma reconoce, la constante búsqueda de sexo y el reto de atraer la mirada de cualquier hombre provocaban que perdiera la cabeza y fuera insaciable.

A pesar de toda la gloria de la que pudo haber gozado y de cumplir con los estrictos cánones de belleza de la época (pies, manos, boca y cabeza bellos, carácter agradable, buena disposición, silueta esbelta y piel y voz hermosas), esta fémina concluye que "no hay dolor comparable al de ser mujer" ya que por más esfuerzos que hiciera para insertarse de manera plena a su sociedad, diversos factores se lo impedían, pues una mujer bella podría resultar sumamente peligrosa en cualquier ámbito.

De Ihara Saikaku, autor japonés de período Edo (siglo XVII), Vida de una mujer amorosa muestra cómo en un contexto aparentemente regido por un estricta moral, existen muchos recovecos que ayudan a liberar las tensiones de una sociedad apegada a conductas férreas. Esta serie de relatos, ampliamente descriptivos de las costumbres de una sociedad en transición hacia la modernidad, refleja cómo los impulsos humanos fuerzan a la creación de espacios subrepticios en los que se pueda hacer todo aquello que ante los ojos de los demás sea prohibido y denigrante. (Leonardo Bastida Aguilar)

 


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