Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 20 de octubre de 2013 Num: 972

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Bazar de asombros
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Adriana Cortés Koloffon
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La migración en la
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Migración, identidad
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De fronteras,
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Sandra Lorenzano

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Capitán Phillips , de Paul Greengrass

En marzo de 2009 el buque carguero MV Maersk Alabama, comandado por el capitán Richard Phillips, zarpó de Omán en dirección a Kenia a través de las peligrosas aguas del Cuerno de África. Mientras, en un pueblo de pescadores desesperadamente pobres, en Somalia, el líder de una milicia ordenaba a los hombres secuestrar una embarcación. Ocho hombres que apenas se conocían fueron elegidos y se lanzaron en dos lanchas de motor al mar para encontrarse con un barco pesquero desde el cual después eligieron al Alabama entre los numerosos barcos que circulaban por ese estrecho, ya que se había alejado ligeramente de la ruta náutica. Ahí comenzó una confrontación con ecos de David y Goliat que, a diferencia de tantos otros ataques en alta mar, tuvo una enorme cobertura mediática y dio oportunidad al cineasta británico Paul Greengrass de llevar a la pantalla Capitán Phillips, filme estrenado en el Festival de Cine de Nueva York, y que es una adaptación del libro testimonial del capitán, A Captain’s Duty: Somali Pirates, Navy Seals, and Dangerous Days at Sea, que sirve como una reflexión sobre las relaciones de poder, la masculinidad y la justicia en un tiempo de depredación y pillaje, tanto de las grandes corporaciones como de toda clase de bandas criminales.

II

La confrontación tiene un carácter épico a tres niveles: 1. Un puñado de piratas escuálidos, armados sólo con kalashnikovs y una poderosa obstinación, desafían a un gigantesco navío y logran abordarlo a pesar de sus medidas disuasivas –ingeniosas maniobras de evasión y mangueras de agua a presión (los buques mercantes no estaban entonces armados). 2. Cuatro piratas logran poner en jaque al poderío militar estadunidense. 3. El conflicto más intenso se desarrolla entre el capitán Phillips (Tom Hanks) y el capitán de los piratas, Abduwali Abdukhadir Muse (el novato Barkhad Abdi), personajes que representan dos mundos distintos; por un lado, el marino-burócrata-clasemediero de Nueva Inglaterra, escrupuloso, frío y distante con su tripulación; por el otro, Muse, un líder a regañadientes que dice ser pescador (Greengrass pone en su boca la mención a la pesca industrial internacional que ha agotado el sustento de los pescadores somalíes), prácticamente no conoce a su equipo y su éxito depende de su capacidad de intimidar a sus victimas. Ambos tienen jefes a los que deben responder. Cuando se enfrentan en la negociación, Muse deja bien claro que sólo quieren dinero y que no son “Al Qaeda o terroristas”.

III

Greengrass opta por mostrar una situación tensa y trágica con ojo clínico, como hizo en Bloody Sunday (2002) y en United 93 (2006); así enfoca la forma en que Phillips y Muse son los rostros de la confrontación, sus negociaciones y estrategias. Los somalíes están, obviamente, en desventaja, ya que no pueden controlar el buque, por lo que aceptan la oferta de Phillips de dejar la nave con 30 mil dólares en una lancha salvavidas (que parece una mezcla entre el submarino amarillo de los Beatles y un sarcófago egipcio). Pero en el último momento se lo llevan como rehén, con la esperanza de pedir 10 millones de dólares por él. Esto complica enormemente el rescate pues, si logran llevarlo a Somalia, las posibilidades prácticamente se evaporan. Aunque es complicado, el desenlace es bien conocido: la estrategia estadunidense es exitosa y el capitán es rescatado. La marina de eu aparece como una fuerza del bien, como el generoso y eficiente policía mundial que puede “ejecutar” en un parpadeo a tres piratas. Nada más atractivo a las fuerzas armadas de EU que mejorar su catastrófica reputación. Y si bien parece que eso es lo que logra Greengrass, la realidad es que los infantes de marina se presentan simplemente como asesinos mecanizados.

IV

Este conflicto asimétrico es un choque de intereses entre criminales y mega corporaciones, de ahí que resulta difícil humanizarlo sin resbalar en la propaganda o en la culpa liberal. La cinta de Greengrass puede ser vista como una celebración del poder y de la precisión militar estadunidense, o como una metáfora del choque entre civilizaciones, entre los que lo tienen todo y los que no tienen nada, entre la nación más poderosa del mundo (representada por tres buques de guerra y los Navy Seals, como los asesinos de Osama bin Laden). Sin embargo, aunque el ataque supuestamente no tiene nada que ver con ideología, tiene todo que ver con ideología, ya que el capitalismo (no lo olvidemos) es ideología.