Sociedad y Justicia
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Araceli, de 12 años, cuenta su experiencia de ayudar a otros

Presentan en la UNAM Programa de Redes de Tutoría en Educación Básica
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Gabriel Cámara Cervera, director fundador de las Redes de Tutorías SC, y Lourdes Chehaibar Náder, directora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, de la UNAM, en conferencia de prensaFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de octubre de 2013, p. 40

A sus 12 años de edad, para Araceli Pedroza García no representa ningún miedo apoyar a sus compañeros de telesecundaria para motivar mayor aprendizaje en la educación básica.

Desde hace unos meses, ella forma parte del equipo de tutores de la escuela a la que asiste, en el estado de México, donde orienta y apoya en diversas disciplinas del conocimiento a sus pares e incluso a profesores y padres de familia.

La niña participa en el programa de Redes de Tutoría en la Educación Básica, que funciona en todo el país desde hace algunos años y cuenta con el apoyo de las autoridades del ramo. Ayer, este programa se presentó en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, acto en el cual se escucharon diversos testimonios sobre la experiencia de ser tutor o tutorado.

Gabriel Cámara Cervera, director fundador de Redes de Tutoría SC, expresó que se trata de romper con el paradigma de la educación, pues niños y padres de familia pueden aportar mucho para la formación académica de los menores.

El trabajo se basa en la confianza en todos los participantes en el proyecto y en la motivación.

Estos procesos han sido toda una experiencia académica y personal para Araceli, que estudia el primer año en telesecundaria. Gracias a ello ha mejorado la comunicación con su familia. Antes hacía la tarea sola y no les contaba mis cosas a mis papás. Ahora hay más confianza y se refleja en mejores resultados en las tareas.

No es sencillo ser parte del equipo de tutores, pues siempre habrá un sinnúmero de resistencias. Pero para Araceli esto es un reto: Cuando un niño no quiere ser tutorado, le debemos dar ánimo, explicarle para qué le servirá, que le facilitará el aprendizaje de la materia y tendrá idea de qué se trata el tema. Con esto puedo convencer a un compañero (de asistir a tutorías).

Aun cuando Alicia García Bernal sólo terminó la secundaria, gustosa se ha sumado a este programa. Madre de Araceli y ama de casa de tiempo completo, la señora recordó que el primer tutor que tuvo fue su sobrino.

Tras participar en estos procesos, dice, se ha dado cuenta de que uno como padre no necesita saber mucho para apoyar a los niños en sus actividades académicas. Tenemos que dejar que ellos busquen las respuestas. Con sólo observarlos, se sienten apoyados, hay que motivarlos en esas tareas.

Con este programa, todos los actores pueden implicarse en la enseñanza. Se puede ser tutor o tutorado, y la participación va desde directivos hasta estudiantes. El papá puede aprender del hijo, el alumno enseñar al maestro y el docente al supervisor. Se trata de un proceso multiplicador muy favorable, aseveró Gustavo de la Cruz Torres, quien es subdirector de telesecundarias en la zona de Toluca.

Luis Enrique Díaz Iniesta, director escolar de una secundaria, indicó que en este método se respeta en todo momento la dignidad y el conocimiento de tutores y tutorados. Ninguno se muestra por encima del otro; se trata de una relación de paridad donde unos ayudan a otros.

Para el profesor de educación básica Yobany Díaz, las tutorías han representado todo un reto, ya que los docentes tienen que dejar a un lado la idea de que sus conocimientos y el dominio de los mismos es lo único determinante en el proceso de formación.