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Mañana abren la exposición Partituras mexicanas ilustradas en el Museo del Estanquillo

Rescatan la cultura musical a partir de la imprenta; son obras nunca grabadas

Ese tesoro demuestra que en México existe una historia profunda del arte sonoro: El Fisgón

 
Periódico La Jornada
Martes 29 de octubre de 2013, p. 6

Unas 500 partituras e ilustraciones publicadas entre 1850 y 1950 de la colección del cronista Carlos Monsiváis (1938-2010) integran la exposición que será inaugurada a las 19 horas del miércoles en el Museo del Estanquillo.

Se trata de Partituras mexicanas ilustradas: un tesoro inaudito la cual hace un recorrido por la historia musical del siglo XIX y la primera mitad del XX, mediante la obra de compositores, cantantes y dibujantes de esa época, explicó el caricaturista Rafael Barajas, El Fisgón, uno de los organizadores y conocedor del acervo que asciende a mil 500 partituras.

La finalidad, prosiguió, es rescatar y explorar un tesoro musical que no se había escuchado y tampoco había sido grabado.

Ejecución al piano y canto

Antes del recorrido por las salas que albergan la exposición, la curadora Margarita Barajas dijo que la selección abarca la obra de infinidad de compositores los cuales fueron referentes para esa sociedad que era educada musicalmente desde el seno familiar.

La investigadora explicó que la característica musical del siglo XIX se enfocaba a la ejecución del piano, el cual se tocaba también a varias manos, pero, en el XX, a eso se agregó de manera especial el canto.

Entre los compositores de las partituras destacan desde Miguel Lerdo de Tejada, Manuel M. Ponce y Juventino Rosas hasta Agustín Lara, María Grever y Gonzalo Curiel, entre muchos.

Mientras, las ilustraciones y caratulas de las obras son de los artistas José María Villasana, José Guadalupe Posada, Ernesto El Chango García Cabral y Andrés Audiffred, por citar a algunos.

El acervo reunido por Monsiváis a lo largo de 40 años representa uno de los grandes tesoros culturales y demuestra que en México existe una historia musical profunda. En el siglo XIX, el único acceso que las personas tenían en las familias a la música era la propia ejecución, porque no había fonógrafos ni radios, indicó El Fisgón.

Foto
Rinconcito lejano, obra de Alfonso Esparza Oteo, incluida en la exposición del Museo del Estanquillo

Por esa razón, Margarita Barajas realizó un guión curatorial que revisa los temas musicales y gráficos de las partituras desde perspectivas que van del estudio de los elementos nacionalistas, la vida cotidiana y las cuestiones de género hasta los cambios culturales derivados de la Revolución Mexicana y los nuevos medios de comunicación.

Entre otras cuestiones, retomó Rafael Barajas, se pretende hacer un acto de justicia, así como rescatar la cultura musical a partir de la imprenta o de las partituras impresas.

En las salas que abarcan dos niveles del Museo del Estanquillo se observan las partituras y las atractivas portadas, junto con otros elementos gráficos para contextualizar cada época.

Las partituras ilustradas, manifestó la curadora, circularon a pesar de las continuas guerras y epidemias que caracterizaron el siglo XIX mexicano. También la música e imágenes de éstas sirvieron para transmitir valores e ideales oficiales tanto políticos como religiosos y para hacer publicidad de comercios o productos.

Entre los núcleos temáticos sobresale el de música sacra, la ópera y la zarzuela, además de los ejemplos del movimiento costumbrista, la historia del Himno Nacional, marchas y toques, además del apartado que detalla los papeles de género, el del nacimiento del Estado nación, la patria del criollo y la influencia de los compositores europeo, entre otros.

Con la exposición, que terminará el 28 de abril de 2014 en ese recinto del Centro Histórico (Isabel la Católica 26, esquina Madero), se han programado conciertos de música mexicana, conferencias y obras teatrales.