Ofrendas, calaveras y rock
espués de recordar con una ofrenda de Día de Muertos a los choperos ausentes para siempre y los rocanroleros –como Luo Reed– que ya están en otro plano, el Tianguis del Chopo sigue con sus actividades acostumbradas de rock y cultura: No Moral, El Secre- to, Guante Blanco, Los Bang, Bulbo Project, Granada y Oddo tocarán en Radio Chopo, mientras que en la actividad denominada El Chopo regresa al Chopo programada para mañana domingo a las 18 horas, en el Museo Universitario del Chopo, se presenta Cabezas de Cera, una de las bandas más propositivas y experimentales que ha conseguido un sonido particularmente equili-brado entre lo acústico y lo electrónico. Las localidades están a precio Chopo: 50 varos en general y a estudiantes y maestros 30 pesos.
Luo Reed en México
A principios de los años noventa del siglo pasado la revista Conecte fue uno de los exclusivos invitados a la conferencia de prensa que ofreció Luo Reed en un hotel ubicado frente al Auditorio Nacional. Asistimos José Luis Pluma, el Oso Munguía y como fotógrafo, su servibar. Fuimos muy pocos los convocados. Cuando entramos, vimos muy sonriente a Ernesto Márquez; el motivo era porque estaba sentado al lado de Luo, uno de los jefes protopunk. Pluma y el Oso se ubicaron en uno de los extremos de la única mesa, donde, rodeando a Lou, los reporteros hicieron sus preguntas. Otro cuate y yo fuimos los únicos fotógrafos.
Al tomar las placas, Lou se colocó a un metro escaso de mí. Su sola presencia imponía. Y no es por hacer comparaciones, pero ya había estado cerca de David Lee Roth, Santana, Rod Steweart, Paul, Simon, Tony Iommi y muchos roqueros más, y nadie, impuso tanto su personalidad como Luo Reed. La neta, sí me impresionó. Después asistimos a su concierto. Por cierto, venía con varias canciones de Magic & Loss en su chuleta. Recital difícil para quienes no conocíamos bien el contenido de este disco, pues tiene mucho material recitativo que Reed interpretó esa noche. Ahora, por milagro de la Red todos conocen a Reed.
Oscuriam, Los Jagüey y Domicilio Conocido
Tres géneros diferentes entre sí, pero enmarcados en la cultura rocanrolera, están circulando en los estantes de las pocas tiendas de discos y en el Tianguis del Chopo: empecemos con La séptima jerarquía, cedé de la banda de metal sinfónico, Oscuriam, donde Diana Rotten es la voz; Alonso, el bajo; Fedo, la bateria y Guillermo Elizarrarás es guitarra líder y composición. Oscuriam implementa instrumentos prehispánicos en sus toquínes, además de un elaborado metal. Por otro lado, en el power trío Los Jaigüey, Poncho Figueroa empuña el bajo –lo hizo también en la mitica banda Santa Sabina que comandaba la inolvidable Rita Guerrero–, Gustavo Jacob, la guitarra, y Ricardo Jacob, la batería, para ofrecer nueve canciones carentes de etiquetas, pero rebosantes de ritmos, en su disco Haciendo tiempo. Por supuesto hay una canción dedicada a la entrañable Rita. Por último, el blues está presente en las 17 rolas del disco de Domicilio Conocido, titulado El blues de la vida. Es un compacto que contiene una decena de canciones de Víctor Méndez alineadas con versiones de canciones clásicas, como Red House del maestro Jimi Hendrix. Méndez es un músico con largo historial y asiduo asistente al Tianguis del Chopo junto con otros bluseros de abolengo como Mario Compañet y Arturo Olvera. Salú.
