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Un archivo viviente, un hombre generoso

La pérdida es enorme, coinciden intelectuales

Era un Monsiváis de la aristocracia

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La restauradora Lucía Ruanova y Guillermo Tovar defendieron la integridad de la estatua de El caballito, que en palabras de la experta se trabajó como si se tratara de la limpieza de una estufaFoto Pascual Borzelli
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Guillermo Tovar de TeresaFoto José Carlo González, archivo
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de noviembre de 2013, p. 9

Un apasionado de la historia colonial de México, investigador precoz, defensor del patrimonio nacional y de la comida mexicana fueron algunas de las facetas del historiador Guillermo Tovar de Teresa quien falleció este domingo.

Así fue recordado el cronista de la ciudad de México por diversos intelectuales, amigos y colegas quienes recibieron con sorpresa y profundo dolor la noticia.

Estas son las opiniones que compartieron sobre El Niño Tovar, como lo llamaban con afecto. Se trata, coincidieron, de una pérdida enorme e insustituible.

Iván Restrepo, investigador

“El Niño Tovar, término con el que nos referíamos a él sus amigos, siempre se distinguió por su lucidez y frescura. Con pasión investigó aspectos poco conocidos del arte de Mexico. Defensor del Centro Histórico, pugnó por que no dejara de ser la célula viva del quehacer social, cultural y económico de la ciudad. Debemos recordarlo también como un conocedor y defensor de la comida mexicana.”

Elena Poniatowska, periodista y escritora

“Fue íntimo amigo de Fernando Benítez, quien lo admiraba mucho y lo llamaba El Niño. Va a hacer mucha falta porque era un hombre de una gran sabiduría y erudición. Era de las personas que más sabían de la época colonial, sino el que más.”

Eduardo Matos Moctezuma, arqueólogo

Guillermo Tovar de Teresa es uno de los grandes estudiosos del mundo colonial de México y a él se deben muchos libros en los que trata esos aspectos. Una vertiente interesante que tenía también era la defensa que siempre hizo de edificios, esculturas, etcétera, sobre todo de esa época que le apasionaba. En realidad, creo que es una pérdida enorme para el conocimiento. Además, recordemos que fue un investigador precoz, porque desde muy joven se dedicó al estudio de archivos y documentos. También a Tovar se deben diversos trabajos que en su momento fueron reconocidos, y lo siguen siendo, como parte de la historia del México antiguo.

Teresa del Conde, crítica de arte

“Guillermo Tovar de Teresa es un historiador de primera. El fue el coordinador y autor de una obra de consulta sine qua non para todo aquel que se dedica a la historia del arte, que es el Diccionario de Artistas del Siglo XX. Además, estaba preparando una edición más actualizada porque dicho diccionario comienza con los artistas nacidos antes de 1955. Era muy generoso para contestar cualquier pregunta. Es una especie de Carlos Monsiváis de la aristocracia. Fue todo un sabio. Cuando yo era joven, y él más, Guillermo ya era un sabio citado por especialistas de gran nivel y de diferentes organismos. Su muerte es un hecho trágico y lamentable. Tenía conocimiento de la vida cultural de nuestro país. Es uno de los principales cronistas junto con Monsiváis. Una cosa que se conoce poco es que en cierto momento fue considerado como posible director del Instituto de Investigaciones Estéticas, porque también tenía un alto nivel académico. Era un hombre muy ameno y generoso. Uno de los personajes más incisivos como historiador, cronista y promotor cultural.”

Andrés Blaisten, coleccionista de arte

“Primero es mi gran amigo antes que nada. Lo lamento y estoy en shock por su pérdida tan inesperada. Para México es una persona insustituible. Su sabiduría, sus conocimientos, era maestro de muchas personas, aprendíamos de él constantemente y nos dio lecciones de conservar el patrimonio como nadie. Era un amante del patrimonio histórico como no he conocido a nadie. Estábamos de acuerdo en muchas cosas, pensábamos muy parecido, pero no trabajamos en algún proyecto en conjunto.”

Emmanuel Carballo, escritor y ensayista

“Su muerte es una noticia terrible. El es una de las personas más cultas de nuestro país, en pintura, literatura, historia y en otras tantas disciplinas. Dejó obras fundamentales, una biblioteca notable. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara íbamos juntos a presentar Párrafos de un libro que no publicaré nunca, el cual estaba dedicado a Guillermo. Aprendí mucho de él. Estoy muy consternado por lo inesperado de su fallecimiento. Es una pérdida enorme para el país, pues es un tipo de mexicano que está desapareciendo, un hombre que empezó a dar muestras de su talento a los nueve años. México perdió uno de sus mejores hombres este día.”

Lucía Ruanova, restauradora

“Tuvimos el enorme privilegio de trabajar recientemente muy de cerca con Guillermo Tovar de Teresa, en el grupo de defensa de El caballito, en los dos meses pasados todos los días y noches, compartiendo sus impresiones y su extraordinario conocimiento. Tenemos documentos extraordinarios que buscó, imprimió y compartió, los cuales sacó de entre sus tesoros. Lleva muchos años defendiendo nuestro patrimonio nacional. Se sentía muy feliz de saber que esta vez estábamos logrando el cometido que él solo (en varias ocasiones lo comentó) no había logrado. Nosotros estamos muy orgullosos porque vamos a seguir con su labor, con sus sueños y con sus objetivos. Era un hombre muy culto, un erudito, aunque él aborrecía que le dijeran erudito o maestro. A él le gustaba que le dijeran Guillermo Tovar de Teresa, nada más. Era un hombre muy sencillo, de costumbres simples, pero con una enorme capacidad. No tenía límites, podía atender a todas las personas que llegaban a su puerta. Se regaló a todos de una manera extraordinaria. Por eso tuvo una buena muerte. Es un hombre único, que luchó por el patrimonio de nuestro país como nadie. Un guerrero que no se detenía ante nada.”

Rafael Barajas El Fisgón, monero

Apenas ayer (sábado) hablé poco más de dos horas con Guillermo en la tarde, colgué a las ocho, él me contó que había tenido un incidente, que se había caído de la cama y pegado con una lata en la costilla. Guillermo aún no ocupa el lugar que debería en el escenario cultural de México, es uno de los grandes historiadores y ensayistas que hemos tenido. Ha sido el gran experto en arte virreinal. Era tan erudito que hace poco en la biblioteca Lerdo de Tejada dejó a todos sorprendidos cuando pudo saber los títulos de varios libros novohispanos por sólo el peso de los volúmenes. Era una mente muy inquieta y brillante, obviamente fue un niño prodigio. No tenía 10 años cuando ya era asesor de la presidencia en arte colonial. Y seguía produciendo mucho. Era un bibliófilo extraordinario. Habíamos hablado, pero nunca lo concretamos, de hacer una historia en caricatura de La Colonia. Lo habíamos platicado en serio, incluso, me mandó un texto.

Lucía García Noriega, secretaria de Cultura del GDF

Era el cronista de la ciudad pero, sobre todo, era un queridísimo amigo. Para mí la muerte de Guillermo es una pérdida porque era realmente sabio, una pérdida tremenda como cronista de la ciudad, de sus archivos, de sus vigilancias, de todo lo que amó en la vida que eran la música y el arte. La pérdida para todas las artes es enorme, porque no se va a encontrar otro archivo viviente como él.