Opinión
Ver día anteriorLunes 11 de noviembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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La Muestra

Gloria

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Fotograma de la cinta de Sebastián LelioFoto cortesía de la Cineteca
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esde hace ya varios años, el cine chileno ha dado muestras de una gran vitalidad y un espíritu de renovación ligados a una aguda reflexión sobre la realidad política y social del país. En el terreno de la ficción los relatos de Pablo Larraín (Tony Manero, Post mortem, No), por ejemplo, son disecciones del difícil proceso de la transición chilena de una dictadura a la democracia, a través de personajes emblemáticos que sintetizan en buena parte ese fenómeno.

El realizador de La sagrada familia (2005), Sebastián Lelio, ofrece a su vez en Gloria, su cuarto largometraje, el retrato de una mujer divorciada de 58 años que encarna formidablemente la ruptura total con tradiciones asfixiantes para asumirse, en su propia transición a la tercera edad, como una mujer libre, cercana siempre a su ex marido y dos hijos, pero consciente de su derecho a tomar sus propias decisiones sin hacer ya concesiones de ninguna especie.

El encuentro de Gloria (Paulina García, impecable) con Sergio, divorciado de 65 años, en un salón de baile para personas maduras en busca de compañía sentimental y gratificaciones eróticas, sintetiza en sus desencuentros, crisis y altibajos afectivos algo de la polarización que vive actualmente Chile en todos los terrenos.

Sergio, antiguo oficial de marina, incapaz de liberarse, por inercia o impotencia de un pasado familiar que sabotea sus nuevas oportunidades sentimentales, debe enfrentarse a una vitalísima Gloria que asume sin problema toda posibilidad de cambio. Entre las escenas memorables destaca una climática cena familiar que opone con violencia sorda dos visiones de la realidad del país en transición, y que coloca a la protagonista en el filo de una decisión trascendental.

El realizador analiza con agudeza y perspicacia ese universo familiar, a la vez disfuncional y en reacomodo continuo, y celebra sin vacilaciones una madura energía femenina de cara a una sociedad dividida y lastimada que a su vez vive hoy un proceso semejante.

La película se exhibe en la sala 1 de la Cineteca Nacional a las 14:15 y 18:45 horas.