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Eliminatoria mundialista

Después del 5-1a Nueva Zelanda, el duelo en Wellington será trámite

México, con el boleto en la bolsa para el Mundial Brasil 2014

Fiesta en el Azteca con doblete de Peralta y tantos de Aguilar, Jiménez y Márquez

Los kiwis, con un futbol a veces hasta ingenuo

Ovaciones al Piojo Herrera

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Con sus dos goles, Oribe Peralta se confirmó como el mejor elemento del Tri. En el recuadro Raúl Jiménez disputa el esféricoFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Jueves 14 de noviembre de 2013, p. a12

De la mano del técnico Miguel Herrera –quien entró y salió del campo escuchando ovaciones y gritos de “¡Piojo, Piojo!”–, México prácticamente aseguró su boleto al Mundial de Brasil 2014 tras apa-bullar por 5-1 a Nueva Zelanda, en el partido de ida de la repesca y, todo indica, el próximo día 20 el Tri tendrá un juego de trámite en Wellington.

Los tricolores se despidieron jubilosos del público, con los brazos en alto y bajo los acordes de El Sinaloense tras las anotaciones de Paul Aguilar al minuto 31, de Raúl Jiménez al 39, Oribe Cepillo Peralta (otro de los más aplaudidos) que se despachó un doblete (47 y 79), y de Rafael Márquez, quien cerró la cuenta al 83. El tanto de los visitantes fue al 84 de Chris James.

México vivió una fiesta en el estadio Azteca ante un equipo de Nueva Zelanda con un futbol incipiente y que por lapsos pecó de inocente. En el graderío sólo se podían ver algunos huecos, pero el entusiasmo ya estaba a tope; la gente apenas distinguió la figura del técnico Herrera y estalló al grito de “¡Piojo, Piojo!”.

No había enigmas por descubrir. Apenas inició el juego y Nueva Zelanda se resguardó en su terreno. Los tricolores de inmediato probaron la resistencia del enemigo por los costados, de un lado Paul Aguilar y por el otro Miguel Layún hicieron arribos en los que no lograron superar la muralla defensiva.

Los despejes del heroico portero Glen Moss condimentaron el acercamiento hacia un futbol exótico cuando se observó que los 20 jugadores de campo se concentraban en uno y otro costado, alternadamente.

Muy poco producían los kiwis al ataque. Al 12, Jeremy Christie mandó un tiro que se fue por encima; la emoción inundó la tribuna cuando en la siguiente jugada México se lanzó con decisión al ataque, Raúl Jiménez llegó casi a línea de fondo, intentó hacer un giro y fue desarmado por Andrew Durante.

Al 16 de acción Chris Wood recibió cartón amarillo por propinar un codazo en el rostro al capitán tricolor Rafael Márquez, sanción que ya no le permitirá jugar la vuelta.

Nueva Zelanda se salvó tras un remate de Jiménez que Moss, ya en plan estelar y como la principal figura de los visitantes, despejó de forma soberbia. El guardameta volvió a lucir al volar para desviar un tiro de larga distancia de Francisco Javier Rodríguez, que después pegó en el travesaño. Más tarde, en nuevo arribo de Jiménez, Glen atajó su tiro raso y se impuso al americanista en el mano a mano.

Por fin se resquebrajó la defensa oceánica y Paul Aguilar dio vida al tablero. En el enésimo ataque mexicano chocaron Moss y Durante, al Cepillo Peralta le dieron un empellón en claro penal, que el silbante no marcó porque el esférico rodó hasta Aguilar, quien aprovechó para definir el 1-0 con tiro que entró casi pegado al poste izquierdo.

El Tri ya era amo y señor del desnivelado partido. Al 36, le anularon a Peralta un gol por estar en posición adelantada, sin embargo, Jiménez logró el segundo tanto tres minutos después con un cabezazo a bocajarro. El delantero de las Águilas conectó su remate frente al segundo poste, a centro de Carlos Gullit Peña.

El Piojo estalló en festejo efusivo mientras que en el graderío entonaron el Cielito Lindo. El colofón hacia el intermedio fue un potente cañonazo remitido por Rafa Márquez, en el que Moss atajó el balón, soltó por la fuerza del envío, pero recuperó enseguida.

La goleada se decretó apenas al iniciar el complemento. Todo es culpa de Layún murmura entusiasta y orgullosa la fanaticada americanista, porque Miguel atravesó a velocidad el carril izquierdo y dio centro a un solitario Peralta, que clavó con eficacia el esférico para el 3-0.

En adelante cualquier acción del cuadro tricolor por insignificante que fuera era aplaudida, más todavía cuando ingresó Antonio Naelson en lugar de Luis Montes al minuto 58.

Ricki Herbert, timonel neozelandés hizo relevos en cuanto recibió el tercer tanto.

Miguel Herrera, en tanto, sacó a Peña y mandó al campo a Jesús Escoboza (63), pero la amplia ventaja provocó que los mexicanos bajaran la intensidad, por lo que el Piojo tuvo que pegar gritos y manotazos para exigirles mantenerse sin parpadear.

Los All Whites jugaban ya al filo del reglamento y el silbante Viktor Kassai amonestó al minuto 70 a Andrew Durante, quien tampoco podrá jugar en Wellington por acumulación de cartones amarillos. Al 75 también amonestó a Leo Bertos.

De nuevo al ataque Oribe Peralta hizo hasta tres regates en el área antes de ser desarmado, minutos después Miguel Layún aplicó un poderoso disparo que provocó un gran lance de Moss. La insistencia rindió frutos al 79 cuando Layún centró para el Cepillo Peralta, quien remató con la cabeza para el 4-0 que suscitó en las tribunas el grito de “¡cinco, cinco…!”.

El capitán, Rafael Márquez, se encargó de complacer a la afición al enviar el balón al fondo de las redes mediante un cabezazo picado tras envío de Escoboza desde la izquierda al 83.

La celebración se desbordó por todos lados, pero no tardó en ser acallado ante el tanto del honor de los kiwis, encajado en la meta de Moisés Muñoz por Chris James, gol que ni siquiera festejaron.