Detectar casas solas, principalmente los fines de semana; ubicar portones eléctricos cuya palanca de apertura puede ser activada con facilidad, conocer y superar en número al vigilante, embaucar al servicio doméstico o contar con su complicidad, suplantar la identidad de personas que ofrecen servicios o la de empleados de empresas paraestatales, e incluso utilizar la fuerza física y armas para amagar a sus víctimas requiere de una cadena de complicidades operadas por bandas bien organizadas con herramienta especializada que de manera selectiva azotan algunas zonas de la ciudad.

A esto se suma la creciente participación de ciudadanos colombianos que se organizan en bandas delictivas con otros connacionales o mexicanos para robar casas, principalmente en áreas residenciales.

Según datos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), en lo que va del año tan sólo la policía capitalina ha detenido a 50 colombianos, muchos de ellos relacionados con diversas averiguaciones previas por robo a casa habitación.

El modus operandi más común consiste en detectar las casas que lucen vacías o no tienen movimiento de entrada y salida. Los más vulnerables son los residentes con actividades rutinarias o cuya actividad profesional y recreativa los tiene poco tiempo en su hogar.

De acuerdo con el titular de la SSPDF, Jesús Rodríguez Almeida, tras vigilar el domicilio, tocan el timbre para ver que no hay nadie y afuera se queda uno o varios vigilando, mientras los demás entran con herramientas y saquean.

Usan vehículos robados, lo que da cuenta de que tienen vínculos con esas bandas o éstas también se dedican a ello, aseguró.

A veces, explicó, la vigilancia de las casas que son factibles de robar se da desde puestos de frutas, flores, quesos o productos ocasionales que son instalados para observar el movimiento del lugar. Asimismo, taxis que andan en la zona, vinculados a grupos delictivos.

Otros modus operandi detectados son cuando los delincuentes aprovechan el momento en que la gente entra a su domicilio para asaltarla. Asimismo, pueden llegar a entregar flores, paquetes no solicitados o como personas uniformadas para dar algún servicio, medir la luz o el agua, entre otros.