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La policía británica evalúa si investiga a personal del diario por cargos de terrorismo

Las filtraciones de Snowden no pusieron en peligro a GB: director de The Guardian

Hemos publicado 26 de 58 mil documentos recibidos, así que el criterio ha sido selectivo, dice

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Alan Rusbridger, director del diario británico The Guardian, compareció ayer ante el Comité de Asuntos Internos de la Cámara de los Comunes, en Londres, para rendir testimonio sobre la publicación de documentos secretos filtrados por el ex contratista de la agencia estadunidense NSA Edward SnowdenFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de diciembre de 2013, p. 32

Londres, 3 de diciembre.

El director del diario británico The Guardian, Alan Rusbridger, rechazó hoy que las publicaciones de los documentos secretos de inteligencia filtrados por el ex consultor de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) Edward Snowden, actualmente refugiado en Rusia, hayan puesto en peligro a Gran Bretaña.

La mayor parte de todo esto es incómodo porque ha salido a la luz pública, no porque amenace a la seguridad nacional, aclaró Rusbridger, al comparecer ante el Comité de Asuntos Internos de la Cámara de los Comunes.

La policía británica evalúa si el personal del diario The Guardian debería ser investigado por acusaciones de terrorismo tras haber publicado material filtrado por Snowden, que sacó a la luz pública la existencia de un masivo programa de espionaje a través de los gigantes de Internet, llamado PRISM.

El anuncio ocurrió después de que Rusbridger fue acusado por legisladores de ayudar a terroristas a divulgar información clasificada y de compartirla con otras organizaciones de medios.

El pasado 6 de junio The Guardian y The Washington Post publicaron las primeras revelaciones de Snowden sobre la extendidas prácticas de espionaje de la NSA; The Guardian brindó detalles sobtre la estrecha cooperación entre la NSA y su contraparte británica, la GCHQ.

Funcionarios de seguridad han dicho que los datos provistos por Snowden incluyen detalles sobre espías británicos y que su publicación puso vidas en riesgo. Rusbridger dijo al comité que su diario había evitado la divulgación de cierta información.

Los legisladores dijeron a Rusbridger que había cometido una ofensa según el artículo 58 A de la ley de terrorismo, que indica que es un crimen publicar o comunicar cualquier información sobre miembros de las fuerzas armadas o los servicios de inteligencia.

Al rendir testimonio, Rusbridger defendió su decisión de divulgar el material filtrado y dijo que el diario utilizó menos del uno por ciento de la información provista, dejando el resto a buen resguardo.

No hay nada que haya puesto en riesgo la seguridad nacional, subrayó, y agregó que no publicaron nombres ni perdieron el control de los nombres de agentes que pudieran aparecer en los documentos.

Hemos publicado, creo, 26 documentos hasta el momento de los 58 mil que hemos visto. Así que hemos usado un criterio muy selectivo sobre qué publicar, destacó.

Creo que hay países, y no son generalmente democracias, donde la prensa no es libre de escribir sobre estas cosas y donde los servicios de seguridad dicen a los editores lo que deben escribir, y donde los políticos censuran los diarios, agregó.

Ese no es el país en el que vivimos, y es una de las cosas que me gustan de Gran Bretaña, que tenemos libertad de escribir, e informar, y creer que tenemos privacidad, sentenció.

El pasado 21 de agosto el primer ministro británico David Cameron ordenó a un funcionario de su gabinete ponerse en contacto con el diario The Guardian para pedirle destruir informaciones filtradas por Snowden. Tras recibir la visita de dos agentes del GCHQ, el rotativo se vio forzado a destruir los archivos de computadora que contenían dicha información.

En los últimos seis meses, los artículos de The Guardian han mostrado que Estados Unidos y algunos de sus aliados, como Gran Bretaña, interceptaron comunicaciones por teléfono, correo electrónico y redes sociales, a escala masiva. Las revelaciones han generado disputas diplomáticas y un debate internacional sobre las libertades civiles.

Este martes, el ex presidente estadunidense Bill Clinton estimó en una entrevista telefónica que las revelaciones sobre espionaje a dirigentes extranjeros por parte de la NSA lesionaron la imagen internacional de su país y alimentaron la necesidad de reforma de los servicios de inteligencia.

Se requiere de reglas muy explícitas en cuanto a las escuchas de conversaciones de dirigentes extranjeros, dijo Clinton a la cadena estadunidense Fusión.

Necesitamos mayor transparencia, mayor protección de la vida privada y mayor seguridad, agregó.

“Vista la manera en que las informaciones fueron utilizadas, no es evidente que hayan maximizado nuestra seguridad, y está claro que la gente estima haber perdido un poco de su vida privada.

Clinton reiteró que es muy importante mantener una discusión verdaderamente pública sobre lo que deberían ser las reglas en materia de espionaje.