Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 8 de diciembre de 2013 Num: 979

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Dos fines de semana
en Austin City Limits

Saúl Toledo Ramos

La restauración agónica:
el primer año de EPN

Gustavo Ogarrio

La taquería
revolucionaria

Juan Villoro

Luis Villoro:
nueve décadas y más

Isabel Cabrera

Los búhos de papá
Carmen Villoro

Los Bronces de Obregón
Leandro Arellano

Encuentro
Dimitris Doúkaris

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Dos fines de semana en
Austin City Limits

Saúl Toledo Ramos


Fotos: patchworkshenanigans.net

La lluvia que esperó Austin durante el verano llegó hasta el segundo fin de semana de octubre, lo que hizo coincidir el meteoro con los últimos tres días del Austin City Limits, festival de música que se celebra en la capital texana desde 2002 y que en esta ocasión se ofreció durante dos fines de semana: 3, 4, 5 y 11, 12, 13 de octubre. En realidad fueron 1 y 2/3 de fin de semana, ya que el último día debió ser cancelado por el mal tiempo.

Entre otras estrellas han pasado por aquí Bob Dylan, The Eagles, The Black Crowes, Red Hot Chili Peppers, Robert Plant, John Fogerty, Neil Young, The Yeah Yeah Yeahs, The Black Keys, Stevie Wonder y más de una centena de músicos de jazz, electrónica, folk, country, hip hop, metal y dance, locales e internacionales.

Inaudito fue que, con sólo veinticuatro horas de diferencia, se gozaron las presentaciones de dos de las bandas que, desde los años ochenta del siglo pasado hasta nuestras fechas, son iconos de la música popular contemporánea: Depeche Mode y The Cure. También estuvieron presentes Muse, The Queens of the Stone Age, Lionel Richie, Kings of Leon, Phoenix, Vampire Weekend, The Artic Monkeys, Wilco, Neko Case y Atoms for Peace, entre otros.

Para satisfacer el hambre y la sed de la multitud que se conglomeró en el parque, los concesionarios se pertrecharon de toneladas de comida y galones de bebidas. Nada era barato. Una hamburguesa o rebanada de pizza costaba entre 10 y 12 dólares; los refrescos 4, y las cervezas 8. Y hay que agregar los 225 dólares que se pagaron para obtener un brazalete que sirvió de salvoconducto para ingresar durante uno de los dos fines de semana.

Hubo también venta de toda clase de parafernalia alusiva al festival. Caro todo. Se colocaron unos cincuenta baños portátiles que para ser usados debía uno de formarse en filas de entre quince a veinte personas.

Niños hubo bastantes: desde infantes de brazos y biberón hasta chavitos de cuatro a ocho años que correteaban y jugaban por todos lados. A unos se les veía tumbados sobre cobijas, o de plano en la yerba, durmiendo a sus anchas. Al caer la noche se miraban rostros cansados. No era para menos: resulta agotador estar todo el día en el mismo lugar, sólo cambiando de escenario. Pero hubo cientos que así lo hicieron y que, no obstante, renovaron sus fuerzas para los conciertos finales.

No podía ser de otra manera: el viernes cerró Depeche Mode; el sábado, The Cure y el domingo –al menos el primero– Lionel Richie, otrora líder de The Commodores, y Atoms for Peace, ecléctica formación encabezada por Thom Yorke, vocalista de Radiohead, y Flea, bajista de Red Hot Chili Peppers.

Viernes. A las 8:05 del 11 de octubre, apenas iniciada la presentación de The Queens of the Stone Age, la lluvia empezó a caer. La multitud estaba enardecida. El agua tornó los cuerpos más cachondos y lúdicos. Al sentir el frescor algunas playeras volaron al aire. La danza se hizo más intensa.

A las 8:30, cuando Martin Gore, David Gahan y compañía aparecieron en el escenario principal, había escampado. Las dos siguientes horas fueron vertiginosas y profundas. Excepto por tres o cuatro canciones del disco nuevo –Delta Machine– que la mayoría escuchaba por primera vez, el concierto fue una sucesión de excelentes momentos musicales concebidos en el pasado, y que por más de tres décadas han complacido a gente ávida de nuevas propuestas.

Sonaron entonces “Walking On My Shoes”, “Enjoy the Silence”, “The World in My Eyes”, “Shake the Disease”, “I Can’t Get Enough” y las clásicas “Personal Jesus” y “Never Let Me Down Again”, con que Depeche Mode cerró su presentación.

Sábado. Brillaban las estrellas. True Belivers, Wilco, Passion Pit y Kendrick Lamar se encargaron de caldear el ambiente en los 350 acres que ocupa el Zilker Park. A las 8:00, frente al stage, la gente se acumulaba en espera de The Cure. A las 8:27 el conjunto dark, con Robert Smith al frente, salió a escena. Una vez más, una oleada de canciones provenientes de los años ochenta, y que ya son parte del soundtrack de la vida de tantas personas, o al menos de las que estaban aquí coreándolas, saturaron el espacio: “Pictures of You”, “Killing an Arab”, “Lullaby”, “Just Like Heaven”, “Fascination Street”, “In Between Days”, “Close to Me” y muchas más.

Al final de la primera hora densas y oscuras nubes tapizaron el cielo de Austin. Amenazaba lluvia. Sonaban las notas de “Jumping Someone Else’s Train” cuando la tormenta azotó en derredor. Nadie se movió. Al parecer esperaban que se repitiera el fenómeno de la noche anterior: que un chapuzón refrescara y que luego las estrellas brillaran nuevamente. Pero el aguacero no cesó, al contrario, su volumen y fuerza se intensificaron.

Fango y encharcamientos fueron las constantes a partir de ese momento. Pocos se quedaron para el final. Casi todos corrieron en busca de refugio. A lo lejos, confundiéndose con el sonido de los truenos y la luz de los relámpagos, se escuchaban las notas de “The Love Song”.

Domingo. Muy temprano las radios locales daban el anuncio: el acl había sido cancelado. Los organizadores decían que no podían comprometer la seguridad de músicos o asistentes. Se reembolsaría un tercio de lo que se pagó por las entradas. Ese día sólo asistieron los vendedores, quienes fueron conminados a retirar sus puestos de inmediato, y el personal de parques y monumentos de la ciudad de Austin, encargados de la limpieza. Muchos, vía redes sociales, manifestaron su enojo por no poder disfrutar a Lionel Richie y, sobre todo, a Atoms For Peace.

Los organizadores, asimismo, anunciaron que en breve iniciará la preventa de boletos para el festival de 2014, aunque nadie sabe aún quiénes se presentarán. Esperaremos pacientes que esas fechas lleguen.