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El técnico Miguel Herrera se quejó del arbitraje: Ramos no tuvo tamaños para dirigir

León logra ventaja en su casa en el primer duelo de la final

Hubo jugadas comprometidas que pudieron marcar otras cosas, señaló Matosas

Algunos me quieren y otros no tanto, pero me da gusto estar acá y que ganaran los Esmeraldas, expresó Slim

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El gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez; Carlos Slim, presidente de Grupo Carso y Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, ambos copropietarios del club León, y Arturo Elías Ayub, director de alianzas estratégicas de Telmex, asistieron al partido de ida de la final del torneo Apertura 2013Foto Notimex
Enviada
Periódico La Jornada
Viernes 13 de diciembre de 2013, p. a13

León, Gto., 12 de diciembre.

La fiera asestó el primer golpe al derrotar 2-0 al América, en el partido de ida por el título del Apertura 2013, pero nada está escrito todavía y será hasta el domingo en el estadio Azteca cuando se conocerá al campeón del torneo.

Las anotaciones al minuto 10, de Carlos Peña, y al 76, de Mauro Boselli, inclinaron la balanza en favor del equipo guanajuatense, que durante casi los 90 minutos bailó al ritmo que le impuso el actual monarca.

Ahora los del Bajío deberán redondear la hazaña en condición de visitante si desean abortar el sueño de las Águilas, que aspiran al bicampeonato.

Los Esmeraldas estuvieron todo el tiempo azuzados por su afición. Un público vibrante, apasionado y comprometido con su equipo y que, horas antes de que el estadio abriera sus puertas, ya había formado interminables filas para colmar las tribunas que pronto quedaron teñidas de verde. Apenas se veía uno que otro lunar amarillo.

León se fue al descanso con ventaja de 1-0. Sin embargo, América tuvo el dominio y el balón, pero careció de contundencia y hasta de suerte ante el marco defendido por William Yarbrough.

El juego comenzó con la intensidad esperada. El primer tiro a gol lo realizó el colombiano Hernán Burbano y fue al minuto 10 cuando Carlos Gullit Peña atrapó el esférico que rechazó mal la defensa amarilla; desde la media luna disparó con la pierna derecha y encajó el balón a la derecha del sorprendido Moisés Muñoz.

Las tribunas estallaron en júbilo y las banderas ondearon. No obstante, poco a poco la euforia se disipó ante la bravía reacción del equipo visitante.

Las Águilas se convirtieron en un animal herido y jugaron con el corazón. Se adueñaron del balón y tejieron sin fatiga avances cargados de furia y peligro. Mientras el equipo local se debatió a la defensiva, el Gullit Peña se cruzó ante un envío peligroso de Rubens Sambueza; luego fue Jonny Magallón el encargado de rechazar ante un centro de Paul Aguilar que buscaba a Raúl Jiménez.

El acoso del campeón resultó intenso. Al minuto 16 ni Jiménez ni Rey pudieron puntear un envío de Sambueza hacia el segundo palo. Rey tuvo la posibilidad de rematar, pero se tardó en sacar el tiro y la gran oportunidad se esfumó.

Miguel Herrera estaba desquiciado en su área; manoteó, hizo cortes de manga y vociferó ante el cuarto juez, hasta que el árbitro César Ramos lo amenazó con expulsarlo.

Dudoso penal

Al minuto 25 Matías Britos se enfiló hacia el marco de Muñoz y su pelotazo se estampó en la mano de Aquivaldo Mosquera, y aunque el silbante hizo la señal de que el balón fue a la mano, el público le reclamó al grito de ¡ratero, ratero!

Las Águilas estuvieron cerca del empate al minuto 28, mediante un cabezazo de Paul Aguilar, pero Yarbrough y el Gallito Vázquez se revolcaron como felinos para repelear casi sobre la línea de meta.

El visitante no dio tregua y al 33 de acción ganó un tiro de esquina; el remate fue a dar directo a Edwin Hernández, quien estaba parado junto al poste izquierdo y despejó para salvar una vez más a los Panzas Verdes.

En la parte complementaria el América siguió rotando el balón sin gran dificultad, mientras la fiera parecía pecar de indolente, de pasiva, concretándose a esperar un momento oportuno para contragolpear. La tribuna hacía su parte silbando y abucheando ante los pases del rival.

Al minuto 51 el portero William rechazó un trallazo de Osvaldo Martínez y con enojo pidió a sus compañeros que se fueran al frente, apenas para darse una tregua, porque no pasó mucho tiempo para que el América volviera al ataque con renovado brío.

La gente intentó despertar a los suyos al grito de Leeeón, Leeeeón!. El técnico local, Gustavo Matosas, también buscó el revulsivo: sacó a Burbano y metió a Eisner Loboa, al 57, pero su equipo no mejoró y siguió bajo la presión del aplicado América.

La recta final fue candente. Al minuto 70 Sambueza avanzó por la izquierda, llegó hasta la línea de fondo y sirvió para Rey, pero Magallón estuvo atento e impidió el remate del colombiano, quien frustrado y agotado regresó al centro del campo arrastrando los pies.

La siguiente acción suscitó alaridos de frustración entre los nerviosos aficionados, porque Matías Britos se acomodó y sacó un cañonazo, que Moisés Muñoz desvió con soberbio lance para impedir el segundo tanto de la Fiera.

Rey estuvo cerca del empate cuando el portero William arriesgó el físico para impedir el tanto en su marco. Enseguida Matosas sacó a Montes e ingresó a Franco Arizala, mientras el Piojo relevó a Osvaldo Martínez y mandó a la batalla a Luis Ángel Mendoza.

Y cuando mejor jugaban las Águilas, León marcó el segundo tanto. La pelota rebotó en el Negro Medina y Boselli, quien había pasado de incógnito, sacó un tiro bombeado y cruzado que anidó en las redes para el 2-0 que convirtió en manicomio al Nou Camp.

Pese al ingreso de Narciso Mina y el Hobbit Bermúdez, América no logró anotar y cerca estuvo de recibir el tercero cuando Rafael Márquez cabeceó sobre el larguero. La afición se despidió feliz bajo las notas de la canción Caminos de Guanajuato, todo un himno en la guarida de la Fiera.

No dejaron jugar a Sambueza

Al término del encuentro, Herrera expresó su molestia por el arbitraje, al indicar que a Rubens Sambueza no lo dejan jugar por marcarle supuestas marcas. Señaló que el silbante César Ramos no tuvo los tamaños para este partido, pues consideró que para pitar este encuentro le dio frío.

Matosas prefirió reservar sus comentarios sobre el arbitraje, al mencionar que hubo jugadas comprometidas que pudieron marcar otras cosas.

En tanto, Carlos Slim, copropietario del cuadro local, expresó: Algunos me quieren, otros no tanto, pero me da gusto estar acá, que jugaran bien los dos equipos y que ganara el León.