A ritmo de cumbia salvaje y sicodelia, el grupo Sonido Gallo Negro puso a bailar anoche a los asistentes al Plaza Condesa, donde deleitó con los temas de su nueva producción discográfica, titulada Sendero místico.

Leticia, La patrona y El ventarrón fueron algunos de las canciones iniciales con los que la banda comenzó esta fiesta, que incluyó sonidos de guitarras eléctricas, órgano farfisa, tambores, teclados, güiro y theremin.

Buenas noches, gracias por venir a bailar, expresaron los integrantes de la formación musical cientos de sus seguidores. Después siguió Serenata guajira y Vírgenes del sol.

Un ambiente místico se respiró durante la primera parte del espectáculo, pues en principio los músicos tocaron sus instrumentos luciendo una capucha y con una escenografía que incluyó breves videos y dos figuras demoniacas que flotaron.

Sacaron brillo a la pista

Mientras pasaba la velada, los ánimos de los asistentes iban en aumento; en principio se limitaron a hacer leves movimientos, pero fue con temas como Alfonso graña, Tzantza soul y Valicha con los que se animaron a pasar a la pista con sus parejas para bailar.

Antes de Caballito nocturno y La danza de los jíbaros, una bailarina de danza africana robó las miradas de todos los asistentes.

La sorpresa llegó a la tarima con Alexis Ruiz, integrante de Paté de Fuá, quien tocó el vibráfono durante Bocanegra y Rimsky.

Después de una salida en falso, Sonido Gallo Negro regresó al escenario para cerrar su debut en este recinto con Cumbia amansa guapas y El mercado de los brujos.

Los teloneros de este concierto, que duró casi dos horas, fueron los integrantes de Matorralman, quienes tocaron temas como No lo c, Chica kamikaze y Operación dinamo.