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La partida de la fundadora del BNM deja compromisos de las autoridades con el gremio

Para la danza en México, la muerte de Guillermina Bravo marcará 2013

La celebración de cinco décadas de la CND y su renovación, entre los sucesos del año que termina

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Un momento de Giselle a cargo de la CNDFoto Jesús Villaseca
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La compañía Delfos y su Consagración de la primaveraFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de diciembre de 2013, p. 8

El suceso más significativo en el gremio de la danza en 2013 fue la muerte de Guillermina Bravo (Veracruz, 1920-Querétaro, 2013), bailarina, coreógrafa, fundadora y directora del Ballet Nacional de México, grupo que marcó una pauta en la danza moderna en el país.

Bravo, mentora de varias generaciones de bailarines, puso al país a la vanguardia mundial durante el siglo XX. No obstante, en sus últimos años de vida contó con escasos recursos oficiales para continuar con su labor creativa y de enseñanza, cristalizada en uno de sus grandes proyectos: su escuela en Querétaro, el Colegio Nacional de Danza Contemporánea.

Tras su fallecimiento, las autoridades locales y federales aseguraron que apoyarán esa institución que impulsa la profesionalización de la danza, y se comprometieron a difundir el legado de Bravo.

En 2013 se celebraron los 50 años de la Compañía Nacional de Danza (CND), la cual, con el nombramiento de la bailarina Laura Morelos como directora, inició un proyecto de modernización con el montaje de propuestas neoclásicas de grandes coreógrafos como el francés Maurice Béjart.

La renovación también contempla presentaciones en parques de la ciudad de México a partir de marzo de 2014, con el propósito de atraer nuevos públicos, entre ellos, los que no cuentan con los recursos para pagar un boleto para una función.

Asimismo, se realizará un concurso de coreografía; la idea de Morelos es que sean los bailarines quienes enriquezcan el repertorio con piezas contemporáneas.

Este año, el Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas a novedosas propuestas coreográficas, entre ellas a la compañía Delfos Danza Contemporánea, que presentó una versión vanguardista de La consagración de la primavera, con motivo del centenario de la partitura de Igor Stravinsky.

Los cuerpos de los bailarines rompieron por completo con la coreografía de Vaslav Nijinsky. Para la compañía independiente fue significativa esta obra porque les permitió replantearse como artistas escénicos, coreógrafos y generadores de imágenes.

Una pieza que generó diversas opiniones por la temática que planteó y la forma de abordarse en escena fue Macbeth, ciudad insomnio, de Jaime Camarena. El personaje de William Shakespeare apareció en la época actual como estrella de rock, acompañado por Lady Macbeth, quien al inicio de la obra se mostró desnuda en uno de los palcos del recinto.

La intención del coreógrafo fue reflejar cómo las redes sociales convierten en figuras públicas a las personas, y al final el público sólo vio una mezcla de danza contemporánea y un programa de televisión.

En julio, como cada año, la Coordinación Nacional de Danza realizó el ciclo Danza en el Palacio de Bellas Artes. Los coreógrafos que participaron fueron Cecilia Appleton, Vicente Silva Sanjinés, Marco Antonio Silva, Diego Vázquez y Raúl Parrao, entre otros.

Este año, el tema de la violencia e inseguridad en México fue abordado desde diversas perspectivas por los coreógrafos de danza contemporánea nacionales y extranjeros. Entre ellos figura Magdalena Brezzo, quien con su compañía Camerino 4, presentó la obra Serie negra en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.

La pieza hace alusión a la indiferencia de la sociedad por el número de muertos que se incrementa cada día en el país. La coreógrafa se enfocó en la apatía de la población y en cómo la violencia se ha convertido en parte de la cotidianidad.

Por su parte, Rossana Filomarino creó la obra N°..., No identificado, en la cual se refirió de manera metafórica a la violencia. El francés Frank Micheletti, quien visitó este año el país, fue otro coreógrafo que plasmó lo que sucede actualmente en su obra Mexican corner, que presentó en el espacio cultural La Cantera.

En cuanto al ambiente dancístico en el interior de la República Mexicana, este año se inauguró el Centro de Producción de Danza Contemporánea de Veracruz, que se convirtió en la sede de la compañía Ángulo Alterno, que dirige Alonso Alarcón. El centro se dedica a fomentar la creatividad en los niños y jóvenes para que adquieran una formación.

Otro acto que se espera tenga repercusión en el desarrollo de la danza en el país es la creación de la fundación de la bailarina mexicana Elisa Carrillo, constituida en julio pasado, con el fin de impulsar el arte dancístico y en un futuro crear un Instituto Nacional de Coreografía en México.

La Fundación Elisa Carrillo Cabrera AC plantea un acercamiento entre estudiantes y maestros mexicanos con sus pares de otros países mediante la participación de cursos, certámenes de competencia y cualquier otro medio que permita compartir experiencia y conocimiento.

Durante el presente año, el público también disfrutó de espectáculos internacionales en diversos foros del país. Entre las compañías que actuaron figuran: Sidney Dance Company de Australia, la agrupación china Tao Dance Theatre, Sankai Juku, con el coreógrafo y bailarín japonés Ushio Amagatsu, así como la compañía de danza Thor, con la dirección del coreógrafo belga Thierry Smits, que se presentó en diciembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.