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Ni el INAH ha podido regresar a explorar vestigios de una cámara funeraria

Diáspora en Chilacachapa por disputa entre Templarios y Guerreros Unidos
Foto
Cientos de familias han sido desplazadas de sus comunidades en Guerrero por los enfrentamientos de grupos rivales de la delincuencia organizada. Imagen de archivo de San Miguel TotolapanFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de diciembre de 2013, p. 16

De Chilacachapa, Guerrero, más de 200 habitantes han huido: abandonaron casas, animales y siembras a punto de cosecha. Desde hace un semestre, en tres de los accesos al pueblo enclavado en la zona de Tierra Caliente, grupos del crimen organizado que se disputan el control del lugar han puesto puntos de control para saber quién entra y quién sale.

Para comer, los narcos, que dicen que son Guerreros Unidos (una escisión del cártel de los hermanos Beltrán Leyva) saquean las misceláneas. Sus finanzas se nutren de las extorsiones que obtienen por la liberación de personas secuestradas, de las cuotas de los comerciantes, del porcentaje que cobran a quienes venden sus animales y además ellos recogen las cosechas de quienes sembraron más de 20 cuartillos, narró un grupo de habitantes que huyeron a Iguala y han padecido el plagio de cuatro de sus integrantes.

Chilacachapa (que significa lugar donde se asentaron las langostas), municipio de Cuetzala del Progreso, tiene 2 mil habitantes y desde hace 50 años sus pobladores emigran a distintas ciudades del país en busca de mejores oportunidades, pero quienes se quedan viven del cultivo de maíz y su comida típica son los tamales nejos de mole verde.

“Muchos han salido a trabajar en la construcción, otros se han ido a Estados Unidos y muchos más han abierto puestos de tacos para vivir. Pero cada cierto tiempo regresan a visitar el pueblo, sobre todo en la fiesta del patrono del pueblo. Ahora es difícil, porque en los caminos los delincuentes con armas largas los detienen, los quitan el poco dinero que llevan y hasta los despojan de sus vehículos.

“Hay otros que logran llegar, pero algunos jóvenes que sirven de halcones (vigilantes) avisan quiénes están de visita y a veces los secuestran y piden dinero para liberarlos. Aunque también ya tenemos casos de personas que nunca vuelven; hay como 20 desaparecidos.

“Antes pensábamos que podíamos volver a un sitio tranquilo, llevar a nuestros hijos para que corrieran, respiraran aire fresco y conocieran nuestro pueblo. ahora es imposible. Cuando pardea el día, a eso de las seis y media de la tarde, las calles se vacían y ya nadie sale de sus casas.

Aunque somos un pueblo antiguo, ya ni siquiera el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha podido regresar a trabajar a la zona donde descubrieron en 2011 una cámara funeraria que data de hace mil 400 años, indicaron los entrevistados.

Al principio, en Chilacachapa, “los secuestros eran negociables y por determinada cantidad, que no era mucho, soltaban a sus víctimas, pero ahora las tienen como rehenes, y los casos se han presentado también en Teloloapan, Apaxtla y en toda la zona de Tierra Caliente, porque allí Los caballeros templarios y los Guerreros Unidos se están disputando el territorio.

“Los delincuentes son los que generan temor y dañan a los habitantes de Chilacachapa, son los que se han apoderado de casas, cultivos y animales. También son los que despojaron de sus viviendas a quienes vivían en la entrada del pueblo. Hace como cinco años que comenzó lo del narco en la zona, pero desde hace un año las cosas comenzaron a ponerse feas, creemos que todo se debe a que nuestro pueblo –el cual carece de agua potable– es una de sus rutas”, refirieron los entrevistados.

Además, en sus luchas metieron a gente inocente y cuando se partió La Familia y unos se fueron con los Templarios y otros con los Guerreros Unidos, algunos halcones detectaban que había integrantes de algunas familias que pertenecían a los grupos rivales y entonces los narcos amenazaban con matarlos si no entregaban a sus parientes. Así está ahora en Chilacachapa, indicaron quienes hace unas semanas abandonaron este pueblo de la Tierra Caliente de Guerrero.