Opinión
Ver día anteriorDomingo 5 de enero de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
¿La Fiesta en Paz?

Sevilla, de la autocomplacencia a la realidad

El Cecetla extiende su cobertura

Foto
El Juli, de los matadores que se sumaron al veto a la Maestranza de SevillaFoto Archivo
S

e veía venir. La pretensión de sentirse el centro del universo taurino y la mala costumbre de aprovechar el pregón o ponencia inaugural con que inicia la feria de abril en Sevilla, para que famosos autores y académicos nacionales y extranjeros reforzaran el sevillacentrismo, trajo como consecuencia la falta de autocrítica y cuestionamiento de los rumbos que tomaba la fiesta en Europa y en la colonizada Latinoamérica. Esta idea un tanto colegial de exaltar por sistema una complacida tradición y defenderla a rajatabla, lejos de sostenerla fue debilitándola.

La plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, con 12 mil 500 localidades es, desde su edificación a mediados del siglo XVII, propiedad de los maestrantes, una corporación monárquica y borbónica que, luego de 80 años de administración del inmueble por parte de las familias Pagés y Canorea, enfrenta lo que los complejos de clase y una rica tradición ganadera de bravo les impidió ver a sus dueños: una realidad taurina, económica y social que demandaba otros criterios, tanto en la sociedad como en los aficionados y abonados, y no conformarse con recabar los dineros para maestrantes, figuras y administradores.

Por ello hoy, cinco diestros que se sueñan imprescindibles para Sevilla en particular y para la fiesta en el mundo en general –Morante, El Juli, Manzanares, Perera y Talavante– se indignaron y vetaron a la mencionada plaza porque su promotor, Eduardo Canorea, les solicitó, con estridencia, adecuar sus honorarios a la crisis económica que atraviesa España. Ojalá este desplante de los cinco imprescindibles fuese oportunidad para dar a la feria de Sevilla en particular y a la fiesta de toros en general un golpe de timón que animara a olvidarse del figurismo para recentrar el toreo en la bravura y en la valentía sin adjetivos. Hay muchos toreros buenos dispuestos a recuperar la tauromaquia intemporal, no la predecible, comodona y acartonada de los que figuran y que hoy pasaron a indignarse, como si la fiesta les perteneciera.

El Cecetla o Centro de Capacitación para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje, antes Plaza México, extiende sus nefastos procedimientos, ahora a la plaza Santa María de Querétaro. El 26 de diciembre de 2013, el Capítulo Mexicano de la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina, que preside el doctor Jorge Uribe Camacho, a su vez jefe del Servicio Médico de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y jefe de los Servicios Médicos de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros, emitió un comunicado en el que dice:

“Este año ingresan nuevos empresarios y sin ninguna justificación deciden cambiar el servicio médico de tantos años de la plaza de toros Santa María de Querétaro y dárselo a otro grupo médico, el de la Plaza México, a cargo del Dr. Rafael Vázquez Bayod, perteneciente por cierto al capítulo Español de cirugía taurina, no al mexicano. Sin tener el más mínimo sentido de compañerismo y de trabajo acepta, dejando fuera a un grupo de médicos especialistas de varios años.

“El Capitulo Mexicano de la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina –añade– ha trabajado por que en todas las plazas de toros exista un servicio médico calificado para proteger la vida del torero y hemos rechazado las veces en que empresas ocasionales quieren llevar médicos jóvenes o servicios médicos que salen más barato y son más maleables a su convenir, y hemos logrado que en cada corrida exista un seguro de gastos médicos para asegurar a los actuantes y a los mismos médicos. La Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros y la Asociación Nacional de Matadores continúan trabajando por que los servicios médicos todos sean de primera categoría. El burladero de los médicos no es lugar para lucirse.

“Por esta razón el Capítulo Mexicano y los servicios médicos de plazas de toros de Guadalajara, Morelia, Aguascalientes, Monterrey, San Luis Potosí, Tamaulipas, Chiapas, Yucatán, Hidalgo, León, Tlaxcala, Puebla, estado de México y ciudad de México, reprobamos la intromisión de un servicio médico de otro lugar, llámese Plaza México u otra razón, en este caso a los servicios médicos de la plaza de toros Santa María de Querétaro. Dr. Francisco Alcocer, la comunidad médica taurina está con usted y con su equipo. Lamentamos esta intromisión.

A la familia empresaria de don Nicolás González Jáuregui pedimos continuar con el apoyo a nuestros médicos de la plaza de toros Santa María de Querétaro. Señor Gobernador Lic. José E. Calzada Rovirosa, usted más que nadie conoce la trayectoria de don Xavier Campos Licastro, la formación del capítulo Mexicano de Cirugía Taurina, los objetivos de nuestra agrupación y la trayectoria de la familia Alcocer al frente de los servicios médicos de la plaza de Toros, no necesita Querétaro especialistas ajenos a esta tierra, concluye el comunicado.