El presidente de la Liga Mx, Decio de María, defendió la participación de los extranjeros en el futbol nacional y señaló que a partir del próximo torneo cualquier jugador foráneo con pasaporte mexicano no necesitará tener un mínimo de 10 temporadas aquí para ser considerado naturalizado.

A partir del torneo Apertura 2014 cualquier jugador que obtenga su pasaporte mexicano va a contar dentro del grupo de los mexicanos. Esa es la regla hoy y así será, aseveró.

De María argumentó que la aceptación de los naturalizados en el torneo local se sustenta en buscar que haya mejor y mayor nivel de competencia, que permita a los jugadores explotar sus habilidades futbolísticas al pelear por la titularidad.

Al término de la presentación del balón del torneo Clausura 2014, que lleva por nombre Fiero 20 y que tendrá como novedad un diseño con 20 paneles, el directivo negó que contar con gran número de futbolistas extranjeros afecte a la calidad de los mexicanos en el balompié.

Cuando la comparación viene desde la trinchera de la selección nacional lo que sí les puedo decir es que si jugaran 11 mexicanos en los 18 equipos permanentemente no tendríamos un mejor conjunto nacional, resaltó.

En la conferencia, Decio de María presentó el balón oficial del torneo Clausura 2014Foto Jam Media

En cuanto al arbitraje, aceptó que existe una preocupación y ocupación, por lo que advirtió que sin importar el cargo serán sancionados quienes critiquen la actuación de los silbantes sin argumentos y violen los acuerdos del buen comportamiento de la Liga Mx.

Quien se salga de las normas acordadas deberá ser sancionado por la Comisión Disciplinaria, sea jugador o integrante de cuerpo técnico, por lo que esperaba una multa para el técnico de Tigres, Ricardo Tuca Ferretti, quien se mostró inconforme por el arbitraje en el duelo contra el América.

Sanciones a quien rompa acuerdo

Aunque reconoció que puede haber errores de los colegiados, De María indicó que la Liga ha sido clara desde el punto de vista del respeto que nos merecemos todos, más allá de recurrir a la relación de errores arbitrales, es como acudir a un rincón para justificar situaciones. Los errores sí existen, pero de ahí al señalamiento, está fuera del marco acordado.

El directivo abundó que el objetivo es que el arbitraje sea un facilitador del juego, el futbolista se siente mejor cuando el árbitro no es protagonista, sino facilitador del juego.