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Penultimátum

Gorbanévskaya: poeta, valiente y disidente

C

uando se anunció su presencia, los asistentes al 18 Festival de Escritores de Praga, celebrado en junio del 2008, le brindaron una gran ovación. Ella era una de las invitadas especiales al encuentro. De los cinco continentes llegaron 16 personalidades de las letras entre los que se encontraban Michael McLure, Paul Auster, Ivan Klima, Margaret Atwood, Tariq Ali y Natalia Gorbanévskaya. Pero esta última fue el símbolo del festival, que llamaron La risa y el olvido para recordar la Primavera de Praga, la ocupación de Checoslovaquia por la tropas del Pacto de Varsovia en agosto de 1968 y la ola de represión que le siguió. De igual modo, la matanza del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, en México. Algunos de los presentes fueron actores y otros espectadores solidarios desde distintos rumbos del planeta.

Como Natalia Gorbanévskaya, la poeta rusa que comentó cómo por cinco minutos de libertad en la Plaza Roja de Moscú estábamos dispuestos a pasar nuestra vida en prisión. Y esa libertad la ejerció en agosto de 1968 frente al Kremlin, al desplegar junto con otros seis disidentes pancartas en favor de una Checoslovaquia independiente. Era la voz más libre que se podía escuchar, dijo la también traductora y periodista.

Los manifestantes fueron detenidos y cinco condenados a prisión. Gorbanévskaya, madre de dos hijos, se salvó en aquella ocasión, pero escribió sobre el juicio contra sus correligionarios en la Crónica de los Acontecimientos Actuales, publicación clandestina que creó junto a otros disidentes. Eran unas páginas mecanografiadas donde se informaba especialmente de la violación de derechos humanos en la URSS. La defensa que hizo de sus compañeros en esa publicación fue motivo para que a finales de 1969 la arrestaran y recluyeran tres años en una prisión siquiátrica so pretexto de sufrir esquizofrenia.

Sólo hasta 1996 sus obras fueron editadas en su país. Antes aparecieron en alemán, polaco, inglés, francés y español. Joan Baez incluyó en uno de sus álbumes la canción Natalia, con letra del iraní Shusha Guppy en homenaje a la disidente. En 1975 logró emigrar a París, donde trabajó como periodista y editora de libros en ruso. En agosto del año pasado viajó a Moscú para conmemorar en la Plaza Roja con un pequeño grupo el 45 aniversario de la protesta a favor de Checoslovaquia. Fueron detenidos varias horas.

Otro escritor, Václav Havel, también estuvo en prisión en cuatro ocasiones por encabezar las protestas por la ocupación rusa, pedir el fin de la censura y la instauración de la democracia. Un año después de la caída del régimen comunista en 1989, Havel fue elegido presidente de la República Checa.

La valiente poeta, traductora y periodista falleció recientemente en su casa, en París. Tenía 77 años.