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El 59 por ciento de la población activa obtuvo su ingreso en el sector informal

Afecta el imbatible desempleo a 2 millones 223 mil personas

Excluidos de la seguridad social casi 30 millones de trabajadores

Magra reducción de la tasa de desocupación, bajó de 4.47% en diciembre de 2012 a 4.25% en el último mes de 2013: Inegi

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Miles de personas acuden a las diferentes ferias de empleo que se realizan en el país. En la imagen, la realizada en la Expo Bancomer de la ciudad de México en marzo del año pasadoFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de enero de 2014, p. 20

El desempleo afectó en diciembre pasado a 4.25 por ciento de la población económicamente activa (PEA), una proporción ligeramente menor a la reportada en el mismo mes de 2012, que fue de 4.47 por ciento, reportó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Así, en el último mes de 2013, por lo menos 2 millones 223 mil personas no lograron ocuparse, así fuera una hora por semana, a pesar de que realizaron esfuerzos por hallar una fuente de ingreso, de acuerdo con los datos dados a conocer por el organismo.

Otras 29 millones 250 mil personas en edad y condición de trabajar, que representan 59 por ciento de la población ocupada, obtuvieron su ingreso de empleos en el sector informal de la economía, definidos por el Inegi como ocupaciones en las que el trabajador no tiene acceso a ninguno de los beneficios de la seguridad social.

Cifras desestacionalizadas, que comparan periodos con el mismo número de días laborables, mostraron que en diciembre pasado la tasas de desocupación alcanzó 4.76 por ciento de la PEA, nivel superior al reportado en el mismo mes de diciembre de 2012, cuando fue de 4.59 por ciento, abundó el Inegi.

El desempleo mostró una moderada tendencia a la baja, que anticipamos continúe en este año, comentaron Arturo Vieyra y Sonia Macháin, analistas de Banamex.

Aunque el desempleo en promedio anual prácticamente se mantuvo en 2013 en los mismos niveles mostrados un año antes (4.92 contra 4.95 por ciento de la PEA), desde la segunda mitad de 2013 se observa una tendencia moderadamente descendente, apuntaron.

Por sexo, la tasa de desocupación disminuyó, en términos anuales, de 4.56 a 4.24 por ciento en el caso de los hombres, y de 4.33 a 4.28 por ciento, en el caso de las mujeres, en ambos casos en el último mes de 2013 respecto al mismo periodo de 2012, reportó el Inegi.

En diciembre pasado, 23.4 de los desocupados no contaba con estudios completos de secundaria, en tanto que los de mayor nivel de instrucción representaron 76.6 por ciento de las personas que no lograron emplearse, así fuera parcialmente.

La ocupación en las actividades informales se mantuvo prácticamente sin variación, lo que significa que seis de cada 10 personas en edad laboral trabajan en este sector.

En una situación de informalidad laboral, se encontraba, en diciembre pasado, 59.14 por ciento de la población ocupada, esto es, 29 millones 250 mil personas, proporción apenas menor a la reportada en el mismo mes de 2012, cuando fue de 59.22 por ciento. Este indicador se refiere a la suma, sin duplicar, de los que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo. En esta tasa se incluye –además del componente que labora en micronegocios no registrados o sector informal– a otras modalidades análogas, como los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registradas.

Otro indicador relacionado, la tasa de ocupación en el sector informal, subió a 28.32 por ciento de la población ocupada, cuando en diciembre de 2012 fue de 27.89 por ciento. Esta tasa incluye a todas las personas que trabajan para unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa, de modo que la actividad en cuestión no tiene una situación identificable e independiente de ese hogar o de la persona que la dirige y que por lo mismo tiende a concretarse en una muy pequeña escala de operación.